Transportada por un avión militar Boeing C-17, este martes llegó a los laboratorios de la agencia aeroespacial estadunidense NASA, en Houston, la cápsula metálica que almacena polvo y rocas del asteroide Bennu. El contenedor había aterrizado el domingo en un punto del desierto de Utah, tras haber sido liberado cerca de la atmósfera terrestre por la sonda espacial Osiris-Rex, tras un viaje de ida y vuelta que duró siete años.
En los primeros minutos, después de su aterrizaje desde el espacio, la cápsula fue aislada en instalaciones militares, para evitar que se contaminara con material terrestre, y 48 horas después fue llevada a los laboratorios en Houston.
El material podría revelar respuestas sobre cómo se formó este sistema solar y cómo comenzaron las formas de vida orgánicas en la Tierra. Aunque en 2020 una misión espacial de Japón fue la primera en colectar material de un asteroide y regresar a la Tierra, la cantidad de aquella muestra fue inferior a una cucharada de arena. En esta ocasión, la misión de Estados Unidos calcula que se habrían colectado 8.8 onzas de material; aproximadamente 250 gramos de material para analizar.
Ayer, tras colocar el contenedor en un cuarto ultralimpio del Centro Espacia Johnson, de la NASA, científicos comenzaron a desarmarlo y la agencia gubernamental informó que el 30 por ciento de todo el material recolectado será analizado en varias universidades del mundo, mientras que el 70 por ciento será almacenado para que generaciones futuras los estudien con tecnologías más avanzadas.
COFRE DEL TESORO
El valor científico del material que se encuentra en la cápsula es tan alto que, metafóricamente, diferentes investigadores y funcionarios de la NASA han comenzado a referirse a él como “el cofre del tesoro”.
En las primeras fases del desarmado de la cápsula se pudo observar polvo negro que podría ser carbono, un elemento fundamental en todas las formas de vida, aunque se aclaró que los primeros hallazgos químicos y físicos se dará a conocer oficialmente durante una conferencia de prensa el 11 de octubre.
«La misión trajo algo extraordinario, la muestra de asteroide más grande jamás recibida en la Tierra», afirmó en conferencia de prensa el administrador de la NASA Bill Nelson. «Esta misión demuestra que la NASA hace grandes cosas, cosas que nos inspiran, cosas que nos unen. No era misión imposible. Fue lo imposible lo que se hizo posible».
Los científicos de la NASA dicen que Bennu es similar en edad y tipo a los asteroides que se cree que se estrellaron contra la Tierra hace unos 4 mil 500 millones de años cuando nuestro planeta y el sol se estaban formando, entregando elementos como el agua a nuestro ecosistema. Se cree que el estudio de este material podría conducir a información sin precedentes sobre los orígenes de nuestro sistema solar.
«Los científicos creen que el asteroide Bennu es representativo de los materiales más antiguos del sistema solar forjados en grandes estrellas moribundas y explosiones de supernovas», dijo Lori Glaze, directora de la División Científica Planetaria de la NASA. «Y por esta razón, la NASA está invirtiendo en estas misiones dedicadas a cuerpos pequeños para aumentar nuestra comprensión de cómo se formó nuestro sistema solar y cómo evolucionó».
Los científicos del Centro Espacial Johnson analizarán el material durante un período de dos años. La NASA también enviará partes de la muestra a laboratorios de todo el mundo. Este estudio también es crítico porque se cree que Bennu está en curso de colisión con la Tierra. Aprender de qué está hecho y cómo orbita podría ser crítico para desviarlo.
La NASA planea anunciar sus primeros hallazgos en una conferencia de prensa desde el Centro Espacial Johnson el 11 de octubre. Alrededor del 70 por ciento de la muestra de asteroides se almacenará, para que las generaciones futuras con una tecnología aún mejor puedan aprender aún más de lo que ahora es posible.
Un viaje de 6.2 millones de kilómetros
Después de haber sido lanzadas desde Cabo Cañavera, Florida, el 8 de septiembre de 2016, la misión espacial OSIRIS-REX tocó con éxito el asteroide Bennu el 20 de octubre de 2020. La NASA confirmó a través de imágenes de video que el muestreador hizo contacto al día siguiente, después de haber aplastado algunas de las rocas en la superficie del asteroide a solo 91 centímetros del sitio objetivo como se deseaba para obtener partículas lo suficientemente pequeñas como para ser recolectada por la muestra. Ahora, de regreso a la Tierra, tomará algunos días verificar la cantidad de materia recolectada.
Los científicos creen que el asteroide Bennu es representativo de los materiales más antiguos del sistema solar forjados en grandes estrellas moribundas y explosiones de supernova. Lori Glaze.
La misión trajo algo extraordinario, la muestra de asteroide más grande jamás recibida en la Tierra. Bill Nelson.