Decenas de mujeres de todas las edades integradas en colectivos y las que iban acompañadas de sus hermanas o madres volvieron a volcarse en la marea verde a lo largo de Paseo de la Reforma para reclamar a los gobiernos y los congresos locales de 20 estados de la República que aún tienen una deuda con ellas: despenalizar el aborto y recordar que sólo a ellas y a las personas gestantes les asiste el derecho a decidir sobre su cuerpo. «Madre por decisión», alzaba en lo alto una joven mujer.
En el marco del Día de la Acción Global por el Aborto Libre, Legal, Seguro y Gratuito, que desde 1990 se acuñó en Estados Unidos, en la Ciudad de México la marea verde de mil manifestantes comenzó a concentrarse en diversos ‘epicentros’ desde las 12:00 horas del llamado 28-S. El Ángel de la Independencia, el Monumento a la Revolución y la Glorieta de la Joven de Amajac tenían sólo el rostro de mujer y una protesta: «Mi cuerpo lo decido yo».
Fue una manifestación que a partir de las 15:00 horas arrancó su movimiento amenizado por batucadas de una estridencia gozosa.
Una marcha pacífica, una marcha que se saldó en blanco, pese a la presencia de un bloque negro con apenas 50 mujeres armadas con martillos y herramientas que no pudieron destrozar casi nada, que fueron contenidas por al menos 600 Ateneas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Fueron al menos tres contingentes que provocaron caos vial que arribaron al Zócalo capitalino, donde las vallas que protegen Palacio Nacional sólo fueron blanco de pintas con protestas y consignas en demanda de una interrupción del embarazo que no encarcele a las mujeres.
En México, sólo 12 entidades han entendido que meter en prisión a quienes deciden no continuar con la gestación viola derechos humanos. En esos estados también hubo protestas.
La Ciudad de México goza del reconocimiento de haber sido la primera en garantizar esta decisión de manera libre y segura. También es ya una realidad en Oaxaca, Sinaloa, Coahuila, Veracruz, Quintana Roo y Colima, entre otras. Pero son 20 estados quienes aún tienen esa demanda por cumplir, conforme a las sentencias que ha emitido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que esta semana ha reiterado en llamar a los Congresos locales a derribar el articulado que penaliza el aborto.
Durante lo que va de este sexenio se tiene el registro de que en México se han practicado tres mil 460 abortos, el Estado de México con 710 de ellos, lo que la convierte en la entidad donde más se práctica la interrupción del embarazo.
La marea verde se dispersó poco después de las 18:00 horas «sin mayor problema», dijo Ricardo Ruiz Suárez, secretario de Gobierno de la Ciudad de México.
El gobierno capitalino, que encabeza Martí Batres, informó que para el acompañamiento de la protesta aplicó un operativo desde poco antes del mediodía en el que participaron más de mil servidores públicos y policías.
Destacó que la SSC desplegó a 600 mujeres policías del Agrupamiento «Ateneas» a lo largo del recorrido, que inició en el Ángel de la Independencia y terminó en el Zócalo capitalino, así como a 150 elementos más de la Subsecretaría de Control de Tránsito para implementar cierres, cortes y desvíos a la circulación vehicular, durante el paso de la marcha.
En el recorrido hubo acompañamiento, en todo momento, por parte de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
Las integrantes del Agrupamiento “Ateneas” decomisaron varios objetos con los que se podía causar daño a las participantes, a la ciudadanía en general y a quienes los portaban. Por su parte, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) brindó cinco atenciones menores.
«Durante la movilización fueron detectadas aproximadamente 60 personas que, con el rostro cubierto, realizaron pintas y dañaron mobiliario urbano.
«A efecto de establecer acuerdos y privilegiar el diálogo en caso de conflicto, personal de Concertación Política de la Secretaría de Gobierno y 123 integrantes de la Brigada Diálogo y Convivencia se presentaron en las calles y avenidas por las que marcharon los contingentes», dijo al finalizar la movilización.