Tres científicos ganaron este martes el premio Nobel de Física por estudiar los electrones de los átomos durante las fracciones de segundo más diminutas, un campo que algún día podría contribuir a mejorar los dispositivos electrónicos y los diagnósticos de enfermedades.
El premio fue para Pierre Agostini, Ferenc Krausz y Anne L’Huillier por sus estudios sobre las partes diminutas de cada átomo que giran en torno a su núcleo, y que son fundamentales prácticamente para todo: la química, la física, nuestros cuerpos y nuestros aparatos.
Los electrones se mueven tan deprisa que aislarlos se escapa de la capacidad humana, pero al observarlos en la fracción de tiempo más pequeña posible —un attosegundo, que corresponde a 0,000000000000000001 segundos—, los científicos ahora tienen una imagen “borrosa” de ellos que abre toda una nueva dimensión de la ciencia, según los expertos.
“Los electrones son muy rápidos y (…) son en realidad la fuerza de trabajo para todo”, explicó el miembro del Comité del Nobel, Mats Larsson. “Una vez se pueden controlar y comprender los electrones, se ha dado un gran paso adelante”.
Sus experimentos “han dado a la humanidad nuevas herramientas para explorar el mundo de los electrones dentro de átomos y moléculas”, según la Real Academia Sueca de las Ciencias, que anunció el galardón.
Los expertos “han demostrado una forma de crear pulsos extremadamente cortos de luz que pueden utilizarse para medir los rápidos procesos con los que los electrones se mueven o cambian de energía”.
En este momento, esa rama de la ciencia se centra en comprender nuestro universo más que en aplicaciones prácticas, pero hay esperanzas de que termine permitiendo mejoras en los dispositivos electrónicos y el diagnóstico de enfermedades.
L’Huillier es apenas la quinta mujer que gana un Nobel de Física. Dijo que estaba impartiendo una clase cuando recibió la llamada sobre su premio, y bromeó con que había resultado difícil completar la lección.
“Esto es lo más prestigioso y estoy muy feliz de recibir este premio”, es increíble”, dijo en la conferencia de prensa en la que se anunció el premio.
“Como saben, no hay muchas mujeres que hayan conseguido este premio, de modo que es muy especial”, agregó.
Agostini trabaja en la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos; Krausz es miembro del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica y la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, en Alemania, y L’Huillier de la Universidad de Lund, en Suecia.
Los premios incluyen un pago de 11 millones de coronas suecas (1 millón de dólares), que proceden de un fondo dejado por el creador del premio, el inventor sueco Alfred Nobel, fallecido en 1896.
El dinero del premio se elevó en un millón de coronas este año debido a la pérdida de valor de la moneda sueca.
El año pasado, tres científicos ganaron el premio de física por demostrar que partículas diminutas podían mantener una conexión entre sí, incluso cuando eran separadas.
El fenómeno fue cuestionado en el pasado, pero ahora se investiga para posibles aplicaciones como la encriptación de información.
Los ganadores en la categoría de física se conocían al día siguiente de que la hungaroestadounidense Katalin Karikó y el estadounidense Drew Weissman ganaran el Nobel de Medicina por descubrimientos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARN mensajero contra el COVID-19.
Los anuncios de los Nobel continúan esta semana con el premio de química el miércoles y el de literatura el jueves. El Nobel de la Paz se anunciará el viernes y el de economía el 9 de octubre.
Los laureados son invitados a recibir sus galardones en ceremonias el 10 de diciembre, el aniversario de la muerte de Nobel. El prestigioso premio de la Paz se entrega en Oslo, según sus deseos, mientras que la otra ceremonia tiene lugar en Estocolmo.