Columna: Prospectiva

Por: Emilio de Ygartua M.

“En el mundo empresarial actual, no es más grande el que sobrevive, sino el más rápido y adaptable: las startups personifican más esta mentalidad”

Eric Ries

La Universidad Olmeca, por acuerdo de su Junta de Gobierno, entregará el día de hoy, a las 18.00 horas, en un hotel contiguo al aeropuerto de nuestra ciudad capital, Doctorado Honoris Causa a Josu Gómez Barrutia, destacado empresario español, promotor de la educación y del desarrollo económico y social no sólo de su país, de América Latina y África. Al entregarle su máximo galardón, esta institución de educación superior, con 32 años de existencia, hace un justo reconocimiento a su trayectoria, al tiempo que agradece su apoyo para que la UO pueda concretar alianzas que fortalecerán sus programas educativos y facilitarán la movilidad estudiantil en dos vías.

Josu Gómez Barrutia quien fue nombrado recientemente embajador internacional del Space Economy Institute, es fundador y CEO de la Red Business Market cuyo objetivo principal es dar impulso a los ecosistemas emprendedores, startups y empresarios de Iberoamérica. Esta red se compone actualmente de 25 sedes permanentes en ciudades y territorios; está integrada por más de 300 agentes inversores, instituciones públicas, universidades y aceleradoras de negocios. Su objetivo es impulsar el emprendimiento y la innovación desde fases tempranas.

Con este impulso a las nuevas empresas, con énfasis en el desarrollo y consolidación de empresas pequeñas y medianas, el galardonado ha logrado consolidar más de mil millones de euros gracias a la sumatoria de todas las capacidades de los miembros de la red que él preside, lo que ha impactado en más de 3 mil startups y emprendedores de toda Iberoamérica. Estos logros derivan de un claro propósito: Favorecer el talento sin importar los recursos económicos iniciales, lo que, sin duda, ha favorecido su conexión con una red de mentores e inversores que favorecen el proceso de estabilidad.

Lo anterior ha rendido frutos que han sido reconocidos. Ha sido merecedor del Premio Mundial de la EMCC, organización orientada al impulso del mentoring empresarial, reconociendo a la Red Business Market como referente mundial. De igual forma, ha sido nominado al Premio Ciudadano Europeo por el Parlamento Europeo. La Organización Excelencia Educativa de las Américas (ODAEE), de la cuales es miembro la Universidad Olmeca, le entregó también un Doctorado Honoris Causa por su aporte a favor de la educación inclusiva y el desarrollo tecnológico como herramienta para una educación de calidad y pertinente.

“Los startups no solo generan riqueza, también resuelven problemas y mejoran la calidad de vida de las personas”

Mark Zuckerberg

A lo largo de su trayectoria profesional y personal ha impulsado de manera activa los vínculos y alianzas entre España/Europa y América Latina merced a numerosas iniciativas. Es fundador del Congreso Iberoamericano de Empresas Familiares y Pymes que reúne a más de 50 asociaciones empresariales y emprendedoras de toda Iberoamérica, que en el presente año realizó, en la ciudad española de Huelva, su tercera edición.

Es impulsor de instituciones educativa con un modelo innovador y con un elevado propósito social: educación de calidad al alcance de todos, mediante modelos virtuales y a distancia. Ha puesto el dedo en el renglón más importante para el desarrollo de una sociedad: promover el emprendedurismo entre los jóvenes.

Josu Gómez es embajador de honor de la Red Iberoamericana de Jóvenes Líderes, organización que colabora activamente en el impulso del liderazgo joven en toda la región. Es esta una entidad conformada por más de siete mil miembros. El galardonado es mentor de la Plataforma Conecta Iberoamérica para la conexión y la movilidad del talento hispanoamericano.

Es cofundador de la Red Internacional de Agrupamientos Logísticos, Industriales e Innovadores con sede en Buenos Aires, Argentina, vinculada a la Agrupación de Parques Industriales de Argentina (APIA) de la que es asesor.

Josu Gómez, licenciado en derecho, con posgrados en liderazgo corporativo, innovación y emprendimiento otorgador por instituciones de gran prestigio de Europa y América Latina, es autor de numerosas obras orientadas a generar nuevas iniciativas empresariales. Cuenta con un amplio currículo como docente de prestigiadas instituciones de educación superior: Universidad Complutense de Madrid, Universidad Europea Miguel de Cervantes, Universidad Autónoma de Madrid, y la Universidad de Castilla La Mancha.

Es columnista de varios diarios. Fundador y CEO del Diario Latinoamericano con sede en Miami, que es una revista especializada en el campo de la formación, la innovación, el emprendimiento y el liderazgo hispano que tiene entre sus objetivos dar visibilidad al talento de toda la región iberoamericana, generando alianzas entre países, personas y organizaciones.

El currículum vitae de Josu Gómez Barrutia es muy extenso. Su obra a favor del emprendedurismo, el desarrollo tecnológico y la aceleración de proyectos de negocios, pero sobre todo su sentido humanista, su compromiso social y su visión de futuro, son los elementos que llevaron a los miembros de la Junta de Gobierno de la Universidad Olmeca entregarle el día de hoy su más importante galardón.

“El cambio climático no es una amenaza  futura, es una crisis global que ya estamos experimentando”

 Al Gore

Hombre de su tiempo. Ciudadano del mundo. Preocupado y ocupado por los retos que hoy enfrenta el planeta, que ponen en riesgo la seguridad mundial, Josu Gómez es referente en la lucha a favor de medidas para enfrentar los efectos del cambio climático y del calentamiento global. Las altas temperaturas que se vivieron entre julio y agosto en el Viejo Continente, y en prácticamente todo el planeta, lo han llevado a convertirse en un demandante cotidiano de medidas gubernamentales para impedir “el desastre que se avecina” si no se hace algo frente a lo que él llama “una realidad incuestionable”.

Su discurso es respetuoso pero consistente y, sobre todo, bien fundado. Antonio Gutiérrez, secretario general de la ONU ha declarado que: “La era del calentamiento global ha terminado. Ha llegado al era de la ebullición”. Gómez da seguimiento a este planteamiento. “Este escenario, en forma de amenaza permanente, no solo para nuestra forma de vivir y habitar la tierra, conlleva enormes retos para los más de 8 mil millones de habitantes que pueblan el planeta”. Señala que están aumentando los procesos de diversificación, con inviernos árticos, lo que conlleva tensión en la relación entre las propias naciones.

Frente a este escenario, exclama: “Hoy estamos a tiempo de aguantar al menos los cambios que se aproximan y de frenar los riesgos como los de colapso de la corriente del golfo, pero hay medidas que resultan urgentes de implementar”. ¿Cuáles? “Reducción de los combustibles fósiles, aumento de procesos de movilidad sostenible, aplicación masiva de las energías renovables, el impulso de los procesos de reutilización permanente en todos los sectores”.

Se suma a lo anterior: “La implementación de la bioeconomía como fuente de riqueza. El impulso a la gestión y recuperación de los acuíferos”. Propone la implementación de acuerdos globales para la sustitución de modelos de producción y consumo que hoy son insostenibles en las tasas de recuperación del propio planeta. También, a impulsar la gestión óptima de los materiales derivados de sectores tan contaminantes como el textil o la generación de consensos globales para el desarrollo de políticas de protección de los recursos naturales de flora y fauna, poniendo énfasis en la economía circular, una de las propuestas de la Agenda 20-30 de la Organización de las Naciones Unidas.

En el marco de su presencia en nuestra entidad, el galardonado seguramente nos hablará sobre las claves para construir un ecosistema innovador y emprendedor. Asimismo, de cómo aprovechar los flujos de inversión interna y externa, que junto con la colaboración pública y privada hacen posible fijar el talento al territorio (evitar la fuga de cerebros), atraer otro y escalarlo con un proceso de aceleración que tenga flujo permanente de apoyo.

Además, nos compartirá sus experiencias, siempre exitosas, orientadas a fomentar la capacitación y la educación en el ámbito del emprendimiento y la innovación, “proceso que debe inculcarse desde edades tempranas y a lo largo de la vida”. Lo anterior tomando en cuenta la necesaria existencia o creación de infraestructura y recursos tecnológicos y de otra índole, que permitan el desarrollo de las ideas emprendedoras, startups o de las propias iniciativas de innovación.

Pero, sobre todo, lo que escucharemos de quien habrá de recibir de la Universidad Olmeca este Doctorado Honoris Causa, son dos recomendaciones: Primera, construir una cultura de la innovación; segunda, contar con el apoyo institucional para el exitoso desarrollo de estos proyectos. ¡Honor a quien honor merece!

“La educación no es la preparación para la vida; la educación es la vida en sí misma”

John Dewey

Siguiendo con el propósito de Josu Gómez de impulsar la educación permanente y a lo largo de la vida, vale la pena abundar sobre el tema a partir de los planteamientos de José Escamilla, director del Instituto para el Futuro de la Educación (IFE), del Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey que anticipa que la educación superior “va camino a reconvertirse, ya no consistirá tanto en carreras de 4 o 5 años, sino que acompañará a las personas en el aprendizaje a lo largo de toda la vida”.

Entrevistado por infobae en el marco de la “Cumbre sobre el futuro de la educación superior y el trabajo”, quien es considerado un referente en la innovación educativa en América Latina, señaló que, “hay mucho que hacer para transformar la educación superior y el aprendizaje a lo largo de la vida”. Su visión sobre este tema es optimista pero no omite precisar que: “Transformar la educación no implica solamente usar tecnología, sino transformar la pedagogía y la organización de los procesos educativos”.

Se le preguntó, ¿En qué medida el envejecimiento de la población y la aceleración del cambio tecnológico va a transformar lo que se espera de las universidades? Su respuesta fue que el concepto de precargar la educación para el resto de la vida (front-loading education), “supone que las personas nos entrenamos desde niños, vamos al kínder, a la escuela, a las universidades, egresamos y ya tenemos toda la educación que necesitamos para el resto de nuestras vidas”.

Para él, es necesario abandonar lo que llama “un concepto obsoleto”, que ha permeado a nivel global. “La mayoría de los gobiernos tienen políticas educativas con ese principio y entonces si vas con el ministro de Educación y les hablas de aprendizaje a lo largo de la vida, te dicen: `No, a mí no me toca la educación de grado´. Por lo anterior, su propuesta se centra en movernos hacia una política educativa “que piense en la educación permanente y a lo largo de la vida, en la que las personas aprendemos todo el tiempo, dentro y fuera de la carrera de grado, con formaciones cortas o largas, y también en el trabajo”.

“La educación es un tesoro que sigue a su dueño por todas partes”

Proverbio hindú

En opinión de Rizvi y Lingard, “este cambio de términos en las políticas educativas puede tener una connotación de tipo político”. Evidencia, desde la óptica neoliberal, la intención de trasladar o transferir la responsabilidad del Estado (como garante del derecho a la educación) al mercado, a los oferentes de cursos orientados a brindar aprendizaje a los individuos que les permitan hacerse de las competencias demandadas por el mercado laboral.

El “aprendizaje”, entonces, es visto como un transmisor de competencia al individuo y este se convierte en el responsable de su propio aprendizaje, relevando al Estado de esa función. Una visión neoliberal que es necesario revertir.

Desde esta óptica, el concepto “aprendizaje” otorga al mercado la educación guiada por la demanda, frente a la educación guiada por la oferta, en tanto que al individuo se le asigna “la carga”, la responsabilidad de adquirir conocimientos, del deber aprender y, además, hacerlo a lo largo de toda su vida, liberando totalmente al Estado de esa responsabilidad. Lo anterior significa que al Estado se le exime de la responsabilidad de ofertar educación entendida como herramienta transformadora de la sociedad.

Esta visión del aprendizaje propicia la formación de individuos-aprendices, acríticos, aislados, incapaces de modificar su entorno y acceder a una vida mejor, no solo desde el punto de vista económico, sino psicosocial, societal. La educación permanente, para serlo, debe recuperar su esencia como una estrategia educativa y no solo como una vía para el aprendizaje de acuerdo a las necesidades de la planta laboral pública o privada.

Desde este enfoque, la educación pública, la que imparte el Estado, ha incumplido su función como responsable primario de educar a lo largo de toda la vida. Frente a los grandes retos que derivan del envejecimiento de la población, esta visión solo alcanza para señalar, a los individuos y al mercado, como los responsables directos de hacer realidad el aprendizaje a lo largo de toda la vida.

Esta visión debe modificarse. El Estado debe reasumir su papel del promotor de una educación realmente permanente y a lo largo de la vida, capaz de ser el motor del cambio de las personas y de la sociedad toda. De lo contrario, aceptar como válida la premisa que hoy impera en lo relativo al concepto educación-aprendizaje, sería tanto como renunciar al planteamiento original de la UNESCO (Declaración Mundial Sobre Educación Superior, 1976) de “hacer de la educación a lo largo de toda la vida una política pública que considere al Estado como el responsable de su impulso e implementación”.

Fortalecer el término “educación a lo largo de toda la vida”, sin limitarlo al acto mecánico e individualista de la transmisión de aprendizajes, cancelaría el riesgo de que el proceso enseñanza-aprendizaje se convierta en un acto mecanicista. Solo así, la educación a lo largo de toda la vida, orientada a toda la sociedad desde la niñez hasta la vejez, se consolidaría como una propuesta realmente disruptiva, para dejar de ser preponderantemente asistencialista, como ahora ocurre.“Enséñame a pescar, no me des el pescado”.

Hacer de la educación a lo largo de la vida una política pública, permitirá la transformación cualitativa de la sociedad, contribuyendo a que se abandone, de una vez y para siempre, la tentación de aplicar un método de enseñanza-aprendizaje incapaz de generar una visión transformadora, crítica, a favor de las grandes mayorías nacionales.

Se pretende un aprendizaje pertinente con el escenario laboral, sí, sin duda, pero sin que ello signifique renunciar al compromiso de formar individuos críticos, deliberativos y con un enorme compromiso solidario con el resto de la sociedad. Se trata, como establece Jorge Vargas Cullell, de “ir más allá de la concepción individualizadora del proceso de aprendizaje” que pretende hacer a un lado los alcances y las responsabilidades inherentes al término “educación”, que debe prevalecer como eje rector de la educación permanente implementado, insisto, como una política pública.

“Aprender es un proceso que dura toda la vida”

 Albert Einstein

El aprendizaje a lo largo de la vida tiene que verse con un criterio de adaptabilidad. Debe ver más allá del mercado laboral. Esa adaptabilidad, como establece el propio Vargas Cullell, y la consecuente resiliencia que conllevan los procesos de aprendizaje, no pueden partir de una visión acotada, de corto plazo, debe ir más allá de la adaptación a los cambios en las tecnologías, la economía y el propio mercado laboral.

De lo anterior se desprende que el proceso de aprendizaje a lo largo de la vida debe aportar al educando, no visto como un simple aprendiz, las herramientas que le permitan analizar de manera crítica las causas y las consecuencias de los cambios que se dan en su entorno y fuera de este.

Conocimientos holísticos que le permitan anticipar las repercusiones que dichos cambios producirán en su entorno y en la sociedad toda. Aprendizaje que se traduzca en un proceso cognitivo capaz de generar una masa crítica que haga del individuo actor y autor de su propio cambio como lo recomienda el modelo propuesto por la UNESCO (2010).

¿Cuál es la razón principal que aducen algunos afines al modelo de aprendizaje a lo largo de toda la vida? Jorge Vargas considera que este cambio se funda más en factores políticos que pedagógicos, por lo que los resultados que se han dado tienen consecuencias más de carácter político que pedagógico.

¿Cuál es el propósito de este cambio de términos? Si bien es cierto que se busca centrarse en los resultados de la educación de las personas, ello debe hacerse con un énfasis en el proceso de aprendizaje de las personas que estudian y no en los docentes o en los proveedores de educación.  Con ello, erróneamente, se busca empoderar a los educandos, vistos como aprendices, reduciendo el poder de los educadores.

Lo anterior da sentido a la interpretación de que el cambio de término “educación” por “aprendizaje” obedece a razones políticas y no pedagógicas. La pregunta toral es si lo que pretendemos con una propuesta de educación permanente y a lo largo dela vida es una simple adaptación de la sociedad a los cambios tecnológicos dotándola de competencias laborales y profesionales, o, por el contrario, lo que se pretende es, sin dejar de cubrir estas aristas, impulsar una política pública orientada a promover procesos cognitivos significativos para que el educando tenga la capacidad para transformar su entorno con una visión crítico-constructiva.

Derivado de esta controversia sobre el cambio del término “aprendizaje” por “educación”, la UNESCO ha ido modificando, más bien adecuando, la definición en torno a educar o aprender a lo largo de toda la vida.

El Informe Faure (1976), le daba mucha importancia al papel de la educación como vehículo de transformación de los individuos, de los sistemas educativos y de la sociedad toda. Dos décadas después, Jacques Delors puso el acento en la adaptación a los nuevos tiempos y a los cambios que de ello han de resultar. Se pretendió armonizar el aprendizaje a las necesidades del mercado mediante la total pertinencia entre el saber hacer y el poder hacer.

En el documento de la “La educación encierra un tesoro” (UNESCO.1998), se consideró pertinente retomar y actualizar el concepto de educación a lo largo de la vida, con la finalidad de “conciliar la competencia que estimula, la cooperación que fortalece y la solidaridad que una”.

En ese mismo documento de la llamada Comisión Delors, la UNESCO enfatiza que el cambio tiene que ver con una reformulación de la idea de educación permanente, al tiempo que plantean que este término requiere de “adaptaciones relacionadas con las mutaciones de la vida profesional, que debe ser una estructuración continua de la persona humana, de su conocimiento y sus aptitudes, pero también de sus facultades de juicio y acción”.

Si realmente lo que se pretende es que la educación permanente y a lo largo de toda la vida sea el motor de las transformaciones sociales que hagan posible revertir la inequidad, la injusticia social, el atraso y la creciente desesperanza de los grupos más vulnerables de la sociedad, lo que se debe impulsar es una política pública que haga de la educación a lo largo de la vida el ariete que impulse ese cambio en beneficio de toda la sociedad.

“La educación es el pasaporte hacia el futuro, el mañana pertenece a aquellos que se preparan para el hoy”

Malcolm X

La educación permanente y a lo largo de la vida se basa en varias estrategias fundamentales para promover el aprendizaje continuo y el desarrollo personal. Algunas de estas estrategias incluyen: Flexibilidad en el tiempo y lugar. Permitir a las personas acceder a la educación en momentos y lugares convenientes para ellas, ya sea en línea o a través de programas de educación a distancia.
Es necesario ofrecer currículos que se ajusten a las necesidades y metas individuales de los estudiantes, permitiendo la personalización de la educación.
Para ello se debe fomentar una cultura de aprendizaje continuo en la sociedad, donde las personas comprendan que el aprendizaje no se detiene después de la escuela o la universidad.

Se debe reconocer la experiencia previa. Es fundamental valorar y reconocer la experiencia y habilidades previas de los estudiantes, permitiendo la obtención de créditos o certificaciones por aprendizajes previos. No menos importante es brindar apoyo financiero. Ofrecer opciones de financiamiento accesibles, becas y programas de ayuda para que las personas puedan costear su educación continua. Resulta muy efectivo para que el proyecto cumpla sus propósitos, proporcionar orientación y apoyo a lo largo del proceso de aprendizaje mediante mentores o tutores que guíen y motiven a los estudiantes reduciendo los riesgos de abandono.

Importante fomentar la colaboración entre instituciones educativas y empresas para garantizar que la educación se alinee con las necesidades del mercado laboral. En este punto se considera prioritaria la actualización constante de contenidos educativos. Mantener actualizados los materiales y programas educativos para reflejar los avances tecnológicos y las cambiantes demandas laborales es un elemento esencial para garantizar la sincronía entre el modelo educativo y las necesidades los empleadores.

Una tarea ineludible es realizar una evaluación continua de los procesos de enseñanza aprendizaje en el modelo educción a lo largo de la vida. Es obligado medir y evaluar el progreso de los estudiantes de manera regular para garantizar que estén adquiriendo las habilidades y conocimientos necesarios.

Termino señalando que me parece muy importante el planteamiento que hace José Escamilla sobre las llamadas microcredenciales como herramientas para la capacitación por competencias y como elementos básicos para el fortalecimiento de la educación a lo largo de la vida. No son sustitutivas de los programas curriculares, pero sí contribuyen a reforzar las llamadas competencias suaves que hoy son tan demandadas por los oferentes de empleos. La Universidad Olmeca está apostando por impulsar su uso en sus procesos de enseñanza-aprendizaje.