La importancia de las actividades pesqueras no es algo que se deba tomar a la ligera. La pesca ha sido desde el Paleolítico una de las actividades alimentarias más significativas, pues se tiene registro de espinas, conchas y herramientas rudimentarias que denotan que, desde entonces, las poblaciones cercanas a las costas aprovechaban de manera constante los frutos del mar como método de sostén de sus propias comunidades, tal como lo indica Franciso Canterla Martín en sus escritos sobre las actividades pesqueras en la segunda mitad del siglo XV.
La actividad pesquera a lo largo de la historia nos ha enseñado que el mar es una fuente de recursos, que durante mucho tiempo se consideró casi inagotable, por lo que los ecosistemas marinos fueron sobreexplotados, colocándolos, en la actualidad, en una severa situación de vulnerabilidad. Por esta razón, en 1997 se consagró el 21 de noviembre como el Día mundial de la pesca, con la intención de visibilizar el estado de deterioro de mares y océanos, gracias a la acción humana, pero no solo eso, sino también para buscar alternativas sobre cómo podemos seguir obteniendo beneficios de los entornos marinos de forma sustentable y sin dañar el delicado equilibrio que les caracteriza.
Una de las principales causas de esta situación es la contaminación de los ambientes marinos que ha alterado el cauce natural de la vida en el mar, afectando por supuesto los procesos de pesca de los cuales nos vemos beneficiados.
La disminución de poblaciones de peces, crustáceos y mariscos de consumo regular para las poblaciones de todo el mundo, debido a factores ambientales, es una de las problemáticas más graves a combatir, pues ello también desencadena problemáticas como la escasez de productos pesqueros básicos en la alimentación a nivel mundial.
Otra de las grandes problemáticas con respecto a la pesca a nivel mundial, es provocada por la misma acción del hombre, pues se relaciona directamente con los procesos de sobreexplotación, sobrepesca y consumo de animales marinos en peligro de extinción o de gran importancia para la estabilidad del equilibrio de los ecosistemas marinos.
No cabe duda que los procesos de intervención de la humanidad han contribuido ampliamente en el desarrollo actual de los ambiente marinos, y al final hemos sufrido como humanidad las consecuencias de nuestros propios actos. Es por esta razón que organizaciones internacionales han emprendido campañas para poder regularizar los procesos de pesca y obtención de recursos marinos, con el afán de no dañar más estos entornos.
Este día mundial de la pesca ayudemos a no fomentar las conductas de consumo irresponsable de productos del mar, respetando las vedas y las normatividades para el consumo de éstos, con lo cual podemos ayudar a que los ambientes marinos no sean deteriorados por las actividades pesqueras de las cuales nos beneficiamos.