El riesgo de una catástrofe nuclear “es real y va en aumento”, afirmó este lunes Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas, durante su intervención de apertura de la segunda reunión de las partes del Tratado sobre Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), que tiene lugar en Nueva York y es presidida por nuestro país.
“Las tensiones geopolíticas crecen a la par del gasto militar y de la modernización de los arsenales nucleares. En consecuencia, el riesgo del uso deliberado o accidental de las armas nucleares está hoy más presente que nunca antes”, advirtió.
Contra los negacionistas
“Por eso mismo nos resulta inaceptable guardar silencio ante las voces que abogan por la conservación, la amenaza o incluso el uso de esas armas como instrumento de coerción”, afirmó el embajador mexicano.
Tradición antinuclear mexicana
Expresó que México asume la delicada tarea de presidir esta reunión del TPAN con la convicción y el compromiso de honrar la mejor tradición diplomática de nuestro país a favor del desarme nuclear. De la Fuente subrayó la importancia de esta iniciativa y el compromiso de México con el desarme nuclear y el multilateralismo.
«La ausencia de avances tangibles en el desarme nuclear nos obliga a elevar el tono y el contenido de nuestro mensaje. No hay lugar para la pasividad. En tanto que cada vez conocemos mejor cuáles serían las catastróficas consecuencias humanitarias, que resultarían de una detonación de armas nucleares”.
“Dicho con toda claridad —prosiguió—, las armas de destrucción en masa no solo no garantizan la seguridad internacional, realmente lo que hacen es poner en peligro la supervivencia de la humanidad. Por ello la presencia de todos ustedes es ante todo una muestra viva de nuestro compromiso común e inquebrantable por alcanzar y sostener un mundo libre de armas nucleares.»
“La fuerza moral de la razón”
Señaló que a esta reunión acuden no solo representantes de los estados miembros del TPAN, sino también de la sociedad civil y científicos, quienes aportarán sus conocimientos para hacer comprensible la dimensión de la amenaza que plantea la existencia de estas armas.
Esta reunión del TPAN durará una semana en la cual se dialogará sobre el impacto humanitario de las armas nucleares y por primera vez se tendrá un foro científico para darle a este debate una dimensión más sólida.
“Confío en el apoyo de todos ustedes para que nuestra reunión sea fructífera y que efectivamente avancemos hacia nuestro objetivo común: un mundo libre de armas nuclear. No podemos fracasar en este empeño, no podemos fallarle a quienes cuentan con nosotros para vivir en un mundo más seguro, para sobrevivir en nuestro planeta”, concluyó De la Fuente.
El papel de la ciencia
De la Fuente agradeció a los estados signatarios del tratado, así como a los observadores y representantes de la sociedad civil y la academia, por su apoyo y participación activa en el TEPPAN.
Mencionó que el trabajo conjunto en esta reunión busca avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares, un objetivo que consideró esencial y urgente para la seguridad global.
Resaltó el papel de la ciencia en el debate sobre el impacto humanitario de las armas nucleares y señaló la relevancia de la reunión en Nueva York, en la sede de las Naciones Unidas, como un símbolo del espíritu inclusivo del multilateralismo.
«Nuestro tratado es y seguirá siendo un hito del desarme multilateral, pues se sustenta en la fuerza moral de la razón y de la convivencia universal.»