Este viernes Irán decidió enviar dos buques de guerra en una «misión de entrenamiento» a aguas internacionales, marcando una acción estratégica en medio de la creciente crisis en el mar Rojo. El comandante de las Fuerzas Navales iraníes, el almirante Shahrami Irani, destacó el orgullo de la Armada al participar en misiones internacionales, a pesar de los presuntos complots de sus enemigos.
Durante la ceremonia de partida de los buques en la ciudad de Bandar Abbás, Irani explicó que la misión tiene como objetivo transferir experiencia y entrenamiento naval a futuros miembros de las Fuerzas Navales, preparándolos para llevar a cabo solemnemente futuras misiones de la Armada.
La flota designada para esta misión está compuesta por el buque anfibio Tonb, botado en 1979, y el barco de apoyo Bushehr. Aunque el destino específico de los buques no fue revelado, el despliegue ocurre en un momento crítico, ya que las tensiones en el mar Rojo se intensifican debido a los ataques de los hutíes yemeníes a navíos mercantes en represalia por la guerra en Gaza.
El despliegue de los buques iraníes se lleva a cabo en medio de enormes tensiones en el mar Rojo, donde los hutíes del Yemen han estado atacando navíos mercantes en represalia por la guerra de Israel en Gaza. Esta escalada ha provocado acciones de Estados Unidos y el Reino Unido, que han llevado a cabo bombardeos en Yemen, aunque sin éxito aparente en detener los ataques en el mar Rojo.
Aunque Irán ha mencionado que la misión tiene objetivos de entrenamiento, la ubicación del despliegue y la situación geopolítica plantean interrogantes sobre la verdadera naturaleza de la operación y su impacto en la región.
Nuevo ataque hutí
El Comando Central de EU (CENTCOM) confirmó este jueves el ataque con misiles a un barco estadounidense en el golfo de Adén, frente al Yemen, que anteriormente había sido reivindicado por los rebeldes chíies.
«El 18 de enero, aproximadamente a las 21:00 (hora de Sanaa), terroristas hutíes respaldados por Irán lanzaron dos misiles balísticos antibuque contra el Chem Ranger, un buque cisterna con bandera de las Islas Marshall, de propiedad estadounidense y operado por Grecia», explicaron desde el CENTCOM en la red social X.
El Comando Central de EU añadió que la tripulación fue testigo de cómo los misiles impactaban en las aguas cercanas al buque, pero que no se registraron heridos ni daños, por lo que el barco pudo seguir navegando.
Protestas en Saná
La noticia del despliegue naval iraní se entrelaza con la situación en Saná, la capital de Yemen, donde simpatizantes de los rebeldes chiíes hutíes protagonizaron una marcha masiva en protesta por la designación estadounidense del grupo como entidad «terrorista global».
La designación, anunciada recientemente por Washington, llegó días después de una serie de bombardeos liderados por Estados Unidos y el Reino Unido contra objetivos militares hutíes en respuesta a ataques contra barcos vinculados a Israel en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb.
En medio de la lluvia, decenas de miles de personas se congregaron en la plaza Sabeen, mostrando su rechazo a la medida estadounidense. Portando puños, puñales y rifles al aire, los seguidores hutíes expresaron su ira y enarbolaron lemas como «Muerte a Estados Unidos. Muerte a Israel». Las pancartas denunciaban a Estados Unidos como «la madre del terrorismo», y en el podio de la manifestación, una rezaba: «Firmes con Palestina».
«Muerte a EU»
La expresión de descontento entre los seguidores hutíes fue palpable durante la concentración. Apretando puños, puñales y rifles al aire, manifestantes como Yahya Kandas expresaron su rechazo a la designación de «terroristas globales», cuestionando la legitimidad de EU al emitir tal etiqueta. Para ellos, EU, Israel y el Reino Unido forman el «trío del mal en el mundo».
La designación, que entrará en efecto el próximo 16 de febrero, ha generado aún más tensiones. Anoche, los hutíes reivindicaron un ataque contra un buque estadounidense, siendo el tercer ataque de este tipo en la semana.
EU ha dejado claro que pretende «diseñar» la implementación de las sanciones para minimizar el impacto en la población civil, considerando que la clasificación es de «Terrorista Global Específicamente Designado» (SDGT), lo que implica sanciones menos severas en comparación con una «Organización Terrorista Extranjera» (FTO).
Yemen, en el epicentro de las tensiones, sigue siendo una de las mayores crisis humanitarias del mundo. Según la ONU, 21,6 millones de personas necesitan algún tipo de ayuda humanitaria, con el 80 % de la población luchando por acceder a alimentos y servicios básicos. La situación humanitaria se complica aún más con los conflictos en curso y las decisiones políticas que afectan la estabilidad de la región.