Si no comienzan a adoptarse cambios en las técnicas de producción agrícola y ganadera en México, los rendimientos de producción tendrán una caída de entre 5 y 20 por ciento en las próximas dos décadas y de hasta 80 por ciento al finalizar el siglo XXI, según previsiones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ante el escenario previsto, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social (SADER), junto con la UNAM, la Universidad de Yucatán, INIFAP, la Universidad de Chapingo y asociaciones civiles tienen en marcha experimentos y proyectos de innovación tecnológica para enfrentar escenarios climáticos catastróficos, como sequías o inundaciones.
Entre otras acciones se ha comenzado a almacenar esquilmos o plantas herbáceas que pueden funcionar como sustituto cuando no hay forrajes para alimentar el ganado, así como aprovechar más la yuca, cuando no hay disponibilidad de maíz para ganado. Estas y otras innovaciones fueron explicadas en la conferencia “Alternativas para enfrentar el cambio climático en la producción de alimentos, con énfasis en la producción de leche”, convocada por la Secretaría de Agricultura, con la participación de académicos y técnicos agropecuarios.
PROSPECTIVA COMPLEJA
En la conferencia interdisciplinaria, el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de SADER, Víctor Suárez Carrera, comentó que México enfrenta un año complicado con escasez de agua almacenada. Frente a ese panorama, informó que desde la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) en Leche se llevan a cabo propuestas prácticas de atención al fenómeno climático, como el ensilaje de esquilmos agrícolas para convertirlos en alimento nutritivo para rumiantes.
Adicionalmente, se lleva a cabo el cultivo de yuca en las regiones tropicales para disminuir la dependencia de maíz en la alimentación del al ganado, toda vez que está demostrado que es una planta adaptada a las condiciones adversas del trópico, capaz de desarrollarse en suelos ácidos, poco fértiles y con periodos largos de sequía, abundó.
La transición agroecológica se debe aplicar porque se está padeciendo una menor disponibilidad de agua para la producción de forrajes. El agua para riego será para cultivos de consumo directo para la gente y nos veremos en la necesidad de emplear los esquilmos para alimentar ganado, advirtió.
“Debemos dejar atrás modelos obsoletos y abrazar prácticas que respeten y preserven nuestro entorno. La transición hacia un sistema agroecológico es el camino hacia un futuro más verde, más sano y más sostenible”, sostiene Suárez Carrera.
El coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático en México por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Francisco Estrada Porrúa, advirtió que, bajo un escenario de inacción, el cambio climático puede reducir drásticamente la capacidad de producción agrícola en México.
Entre sus probables impactos están las reducciones en rendimientos entre cinco por ciento y 20 por ciento en las próximas dos décadas y de hasta 80 por ciento a finales del siglo para algunos cultivos y entidades federativas del país.
El profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Juan Carlos Ku Vera, manifestó que se pueden reducir las pérdidas de energía en bovinos alimentados con follaje de Leucaena leucocephala en sistemas silvopastoriles.
Además, dijo, el follaje y los frutos de algunas especies leguminosas pueden mitigar la emisión de metano entérico en bovinos en sistemas silvopastoriles. Planteó que es posible producir carne y leche con bajas emisiones de gas de efecto invernadero y se puede transitar al Mercado de Carbono de México para compensar a productores lecheros en regiones ganaderas pobres. Agregó que se puede producir leche barata en la península de Yucatán que revierta la desnutrición infantil.
La investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Campus Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Alma Liz Vargas de la Mora, sostuvo que bajo un esquema de producción de manejo del sistema agroforestal pecuario se ofrece una alternativa para mitigar el cambio climático, al lograrse más de 2.5 veces de producción de forraje y garantizar su disponibilidad en época de sequía, mantener alta biodiversidad de flora y fauna y 11 veces más producción de leche, entre otros beneficios.
GANADERÍA DEL FUTURO
El director general de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura, Rolando Ernesto Herrera y Saldaña, explicó que el impacto del cambio climático en la ganadería se ve reflejado en sequías e inundaciones, que disminuyen la producción de forrajes y la actividad ganadera. El panorama que enfrentará la ganadería, indicó el experto, es una menor disponibilidad de agua para la producción de forrajes, el líquido disponible para riego lo será para cultivos de consumo directo por la gente y la formulación de raciones cambiará drásticamente con mayor cantidad de subproductos.