La inflación general en México aceleró más de lo esperado en la primera mitad de enero, impulsada por un repunte en el índice no subyacente, aunque la subyacente continuó con su tendencia a la baja, de acuerdo con cifras divulgadas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en un 4.90% a tasa interanual, hilando seis quincenas continuas en ascenso, después de haber alcanzado su menor nivel desde marzo de 2021.
Analistas anticipaban una tasa del 4.78%, según un sondeo de Reuters.
En cambio, la inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, descendió a un 4.78%, su nivel más bajo desde octubre de 2021.
A inicios de enero, el banco central (Banxico) dijo en la minuta de su última decisión de política monetaria, de mediados de diciembre, que el panorama inflacionario seguía implicando retos y veía necesario mantener “por cierto tiempo” su tasa clave de referencia en el máximo histórico del 11.25% en que se ubica desde abril.
Sólo en los primeros 15 días de diciembre, los precios aumentaron un 0.49%, mientras que el índice subyacente arrojó una tasa del 0.25%, dijo el Inegi.
Los rubros que más incrementos sufrieron en la quincena fueron las frutas y verduras, educación, y alimentos, bebidas y tabaco, mientras que productos energéticos y pecuarios fueron los que más bajaron.
“Los precios de los alimentos, una brecha positiva en la producción y el mercado laboral y un crecimiento salarial de dos dígitos son fuentes de riesgo alcista para la inflación en el corto plazo”, dijo el economista de Goldman Sachs Alberto Ramos, en una nota de análisis.
“Este contexto, combinado con crecientes presiones inflacionarias no subyacentes y servicios altos y rígidos, requiere prudencia en la calibración de la política monetaria”, añadió.