El escritor serbio Goran Petróvic falleció a los 62 años de edad y fue uno de los autores de ese país más reconocidos por su obra.
La editorial Sexto Piso dijo que Petrović dejó una huella imborrable en la historia de nuestra editorial y en los corazones de sus lectores, en México y el mundo, escribió el sello en redes sociales.
Vinculado con el realismo mágico, el narrador europeo fue miembro de la Academia Serbia de Ciencias y Artes, y ganador de los premios nacionales más relevantes de su país –entre ellos el NIN y el Ivo Andric–, sus obras han sido traducidas a una docena de lenguas.
Esta es una entrevista que le realizó Reyna Paz Avendaño en el pasado Hay Festival de Querétaro.
Al igual que el papel, el escritor recicla vidas y desde la antigüedad ésa ha sido su labor, expresa en entrevista Goran Petrović (Serbia, 1961) quien en su reciente novela “Papel con sello de agua” narra los conflictos que provocó la elaboración de un papel especial en Amalfi durante la Italia del Renacimiento, época en que la reina Giovanna, la cazadora de testículos, inició una campaña militar para tener el mejor papel y escribir ahí una carta a su amante.
–¿Por qué la movilización de un reino en busca de papel y sexo?
–En esta novela el elemento central es el papel. Me fascinó el hecho de que en esa época el papel, en el cual se escribiría la literatura más sublime, se hacía de viejos trapos (ropa), prácticamente de vidas ajenas, muchas veces de gente analfabeta.
Es la época en que desaparece el uso del pergamino; para dos hojas de pergamino se necesitaba un cordero, quiere decir que para un libro de 100 páginas se necesitaba un rebaño de 50 corderos. Eso sí, suena terrible, pero también es muy poético.
Algo parecido sucede con el papel, ¿quién garantiza que en diferentes reciclajes de papel, en el cuaderno que usas o el periódico que lees, no hay una gota o pizca de la historia de vida de una persona?
–¿Y el sexo?
–En este libro no se puede ver porque es el primero de cuatro. Me gusta investigar mucho sobre la época de la que escribo y quise que ese libro sonara como Boccaccio y eso abarca cierta lascivia porque en el Renacimiento fue la liberación del cuerpo.
–¿El origen de la escritura es el reciclado de vidas?
–Sí, por un lado, eso da miedo y asusta porque puede decirse que el escritor recicla vidas ajenas y también la suya. Por otro lado, considero que la civilización no ha encontrado mejor manera de transmitir de una generación a otras historias de las vidas humanas.
En la novela editada por Sexto Piso, el papel de Amalfi es controlado por el grupo Congrega dei Cartari, quienes piden que sólo se escriba algo sublime y a partir de eso deciden quién es merecedor de comprar sus hojas.
–¿La literatura ensucia?
–Es una pregunta que me hago a mí mismo y está ahí en la novela, ¿qué es lo que hacen los escritores?, ¿destruyen demasiado? Estuve en un taller donde se produce de manera antigua el papel, he observado ese proceso, obviamente le venden a los turistas ese papel y compré una hoja, la puse en un folder especial y escribí en ese folder: no tocar, excepto en caso de peligro.
–¿Le interesan las historias de quienes no son protagonistas, como la mujer que remeda las prendas de los ricos o los cocineros que sirven en las guerras?
–Claro, la misma reina es sólo es un punto alrededor del cual se teje y desteje todo eso, es un libro sobre el cual tanto los críticos como los lectores se preguntan ¿quién es el personaje principal? A mí me parece que es el que menos habla en el libro.
–Los diez escritores que acompañan a la reina, ¿porque no pueden escribir?
–Quise bromear un poco a costa de mi propio oficio. Los escritores por lo general son críticos hacia los políticos e historiadores, pero muy pocas veces a su propio trabajo. En la novela entretejí algunos de mis defectos entre esos diez escritores.
–¿El manuscrito y el pan se necesitan para vivir?
–Ambas cosas, efectivamente. Si sólo se tratara de satisfacer las necesidades básicas como comer y aplicarse sería pura supervivencia, por eso necesitamos algo más, entre otras cosas, necesitamos el arte… imagínense la vida sin música.
–¿Hay absurdos en el arte?, porque es obvio que los hay en la religión y la política.
–Por supuesto, sin el absurdo el arte no podría existir, incluso es absurdo cuando en el arte no hay absurdo.
–¿Sus otros libros seguirán en el Renacimiento?
–En total habrá cuatro novelas. “Ikonostas” es la que sigue, luego dos o tres libros del siglo XVIII, después el libro central será del siglo XX, luego correrán libros del tiempo contemporáneo.
–¿Qué investiga en México?
Me ha fascinado el destino de Maximiliano de Habsburgo, él no será personaje central de ningún libro, pero tal vez tomaré como tema una parte de su vida.