Como si formaran parte de un circo itinerante, ellas y ellos promocionan sus servicios de plaza en plaza. No hay estado en el país exento de esta ruleta sexual: sus anuncios no se limitan a las grandes urbes, alcanzan ciudades medianas y pequeñas, casi invisibles en el mapa geográfico e inimaginables: Jiutepec, Morelos; Apizaco, Tlaxcala; Tamasopo, San Luis Potosí; San Pedro Mixtepec, Oaxaca; Huixtla, Chiapas…
Basta una revisión a las diversas páginas web donde se publicitan perfiles, fotografías y cuotas para corroborar los datos recientes compartidos por la Subdirección de Gobierno, Gestión Territorial y Lucha contra la Trata de Personas del Ministerio del Interior de Colombia: México es ya el principal destino de los y las colombianas víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual.
Según el informe final 2023 emitido por la dependencia de aquel país -la cual está a cargo del Observatorio en torno a este delito-, las denuncias por trata pasaron de 104 en el año 2020 a 264 en 2023, un incremento mayor al 150 por ciento. Conforme al documento, gran parte de las víctimas son reclutadas bajo engaños por redes internacionales y la mayoría son trasladas a México, donde son iniciadas en el negocio ilícito, para luego continuar con la explotación en Europa o Asia.
El tema ha resurgido después de tres episodios de alto impacto en el primer mes del año: el más reciente, apenas el 26 de enero, cuando la Guardia Nacional y la policía de investigación de la Fiscalía de Quintana Roo encontraron a cuatro colombianas en un establecimiento con fachada de spa, ubicado en el centro de Playa del Carmen; ahí, eran forzadas a prostituirse.
El segundo, el 14 de enero, cuando el consulado de Colombia en Cancún denunció ante la Fiscalía de Tabasco la desaparición de un grupo de mujeres colombianas: al final, ocho fueron localizadas en un motel del municipio tabasqueño de Centro. La versión inicial apuntó hacia un secuestro orquestado por un cártel de la delincuencia organizada -incluso se filtraron audios solicitando ayuda a familiares-, aunque algunas de ellas negaron la retención antes de ser repatriadas a su país.
Del tercero se supo el 15 de enero, cuando la Fiscalía de Quintana Roo informó del rescate de 25 mujeres obligadas al trabajo sexual en un bar del municipio Othón P. Blanco; la mayoría eran colombianas.
LA OFERTA. Los tres eventos referidos ocurrieron en el sur de la República… Y la realidad no miente: una búsqueda realizada por Crónica en una de las páginas de mayor auge en el mercado sexual de México (mileróticos) contiene 2 mil 180 perfiles de colombianas “disponibles” en el último año, el 40 por ciento en los estados del sureste: de manera sorprendente, la entidad con más ofertas es Yucatán, seguida de Quintana Roo, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Campeche.
Colombia es, por mucho, el país con más escorts extranjeras publicitadas. El segundo sitio lo ocupa Venezuala, con mil 200 perfiles en el mismo lapso.
Después del sureste, la zona donde más se concentra esta actividad es el centro del país, en especial la Ciudad de México y el Edomex, con alrededor del 25 por ciento. Pero, ya decíamos, no hay entidad libre del comercio de colombianas…
Su paso itinerante, de pueblo en pueblo, se refleja en frases como: “Últimos días en tu ciudad… Pocos días por estos rumbos… Por primera vez en tu estado… De visita por esta región… Estoy llegando de gira… Regreso pronto por aquí”…
En las plataformas por Internet, el origen colombiano parece ser una etiqueta de atracción a clientes: “Directo desde Colombia, ya disponible… La modelo más sensual de todo Colombia ya en la capital mexicana… Chica VIP exclusiva desde Colombia… Recién llegada a México, soy colombiana, oferta por ser mis primeros días en este ambiente… Si quieres una chica extranjera, de Colombia es la mejor opción… Regálate una gran despedida, ya viajo de regreso a Colombia”…
Algunos de los anuncios tienen versión en inglés. Además de pagos en efectivo se aceptan transferencias bancarias, lo cual denota ya una red financiera manejada por estas mafias.
En la búsqueda, se identificaron cobros en un rango de 800 pesos a 3 mil 500 pesos por encuentro. Y casos en los cuales se presumían edades de 18 y 19 años, como un plus. El grupo de edad más vulnerable son las mujeres de 18 a 26 años, indica el reporte del Ministerio del Interior, aunque en el documento de 2023 se relata por primera vez el caso de dos víctimas de 11 años. Las denuncias de adolescentes y jóvenes entre los 12 y los 17 años pasaron de 8 en 2022 a 38 en 2023.
Casi en ninguno de los perfiles web se especifica la ciudad colombiana de origen, aunque de acuerdo con la información del Observatorio antitrata de ese país, los cuatro puntos principales de reclutamiento son: Medellín, Pereyra, Cali y Cucuta.
MERCADO. La pasarela de personas de origen colombiano no se limita a mujeres, también incluye a hombres, cuyos perfiles están enfocados a clientes del mismo género: en la página revisada, se contabilizaron en el último año 330 perfiles con estas características.
El año pasado, de cada 10 casos, 8 involucraron a mujeres y 2 a hombres.
Según las autoridades colombianas, el delito de trata con fines de explotación sexual es uno de los de mayor subregistro, más cuando intervienen mafias internacionales.
Sin embargo, se han podido identificar rasgos del modo de operación: la forma más recurrente de captación es por Internet (mediante las múltiples redes sociales) y está focalizada a personas con necesidad económica. El gancho es una oferta de trabajo, con una propuesta salarial atractiva.
En general, la información proporcionada sobre la labor a realizar es muy vaga. En ciertos casos las víctimas han referido un enrolamiento inicial para cuidar ancianos o niños; además de pagarles el viaje, les prometen vivienda y el financiamiento de estudios.
Ya en México, su primera parada y principal destino, reciben tratos crueles y degradantes, y las envuelven en el uso de sustancias adictivas para doblegarlas y forzarlas al servicio sexual.