Después de una serie de exitosos conciertos en Tokio, Taylor Swift ha emprendido un rápido viaje hacia Las Vegas, donde se llevará a cabo el Super Bowl. Su objetivo es estar presente para apoyar a su novio, el destacado jugador de la NFL Travis Kelce.
La intensa jornada de Swift inició tras su último concierto en el Tokyo Dome, donde miles de fanáticos la despidieron con entusiasmo. Ataviada con un traje azul de lentejuelas, la cantante se apresuró a abordar un jet privado en el aeropuerto de Haneda, generando especulaciones sobre su destino.