Sasha Montenegro, actriz de origen yugoslavo que se naturalizó mexicana, estuvo en el ojo público durante décadas no sólo por su carrera en el cine durante la época dorada del cine mexicano, sino también por su relación con el expresidente de México, José López Portillo.
La relación que ambos compartieron se formalizó mediante el matrimonio, estableciendo lazos legales y financieros entre ellos en 1995, días después de que falleciera la primera esposa de éste, Carmen Romano.
Sin embargo, tras el fallecimiento de López Portillo en 2004, Montenegro se convirtió en beneficiaria de una pensión como parte de los derechos adquiridos por su vínculo matrimonial con el exmandatario.
Antes de que fuera aprobada la reforma de Andrés Manuel López Obrador para eliminar las pensiones a los expresidentes, la ley mexicana establecía que las viudas de los exmandatarios tenían derecho a recibir una pensión tras el fallecimiento de éstos. No obstante, el tema fue fuente de controversia y debate en la sociedad mexicana hasta que en el 2018, a través de un decreto presidencial, éstos recursos fueron redestinados y comenzaron a irse a programas sociales.
Cuánto recibió Sasha Montenegro
El 28 de julio de 2022 el nombre de Alexandra Acimovic Popovic, mejor conocida como Sasha Montenegro, salió a relucir en la habitual conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando el mandatario ventiló la exorbitante cantidad que recibía de la pensión de su fallecido esposo.
En la llamada “mañanera”, el líder de la Cuarta Transformación ventiló que Sasha Montenegro recibía una pensión equivalente al 50% de lo que le correspondía de un sueldo de Secretario de Estado, esto era lo equivalente a un millón 688 mil 736 pesos mexicanos.
Considerando que López Portillo murió en 2004, la viuda del expresidente recibió aproximadamente 28 millones 708 mil 512 pesos hasta el 2022, cuando dejó de recibir el dinero oficialmente.
El matrimonio entre Sasha Montenegro y José López Portillo, aunque consolidado legalmente, no estuvo exento de polémicas y conflictos. En el transcurso de su unión, surgieron varios desafíos y eventualidades que atrajeron el interés público y mediático, especialmente después del fallecimiento de López Portillo.
Uno de los aspectos más destacados de la relación post-mortem entre Montenegro y el legado de López Portillo fue el proceso judicial al que Montenegro se enfrentó. Este proceso estuvo centrado en disputas legales sobre los derechos y beneficios que le correspondían tras la muerte del exmandatario, en especial en lo que respecta a la pensión de viudedad y a los bienes del ex presidente.
Las batallas legales no solo implicaron a Montenegro y a los herederos directos de López Portillo, Nebila y Alejandro, sus hijos, sino que también resonaron en la esfera pública, generando debates sobre los derechos y los beneficios post-mortem de las esposas de los exmandatarios.