La Corte Internacional de Justicia (CIJ) no consideró este jueves la existencia de una “urgencia” o un “riesgo real e inminente” que requiera la emisión de las medidas cautelares solicitadas por México contra Ecuador en respuesta al asalto de su embajada en Quito, aunque enfatizó “la importancia fundamental” de respetar la Convención de Viena.
El tribunal rechazó emitir hoy medidas cautelares porque consideró que “las garantías dadas” por Ecuador ya “abarcan las preocupaciones expresadas por México”.
Quito esquiva el castigo de los jueces
Durante las audiencias sobre las medidas cautelares, a principios de mes, Quito se adelantó y anunció que ha dado ya “garantías” por escrito a México de que cumplirá con su deber de respetar y proteger a su personal y sedes diplomáticas, tal y como había solicitado el Gobierno mexicano a la CIJ, evitando así verse objeto de órdenes y acciones penales por parte de los jueces de la ONU.
Las garantías de Ecuador incluyen “compromisos de proporcionar plena protección y seguridad a las instalaciones, propiedades y archivos de la misión diplomático de México en Quito, así como permitir el desalojo de dicha misión y de las residencias privadas de los agentes diplomáticos mexicanos”, señaló este jueves el presidente de la CIJ, Nawaf Salam.
En base a esto, el máximo tribunal de la ONU decidió que “las circunstancias tal y como son presentadas ante la Corte no son tales como para requerir el ejercicio de su poder” de indicar medidas cautelares contra el Gobierno ecuatoriano tras asaltar la Embajada mexicana en Quito y detener a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa (2007-2017), el pasado 5 de abril.
“Actualmente no hay urgencia, en el sentido de que no existe un riesgo real e inminente de perjuicio irreparable a los derechos reclamados” por México, añadió Salam, quien leyó el fallo.
Noboa, satisfecho
El gobierno del presidenter de Ecuador, Daniel Noboa, acogió con beneplácito la decisión unánime de la CIJ de rechazar las medidas cautelares solicitadas por el Gobierno de México.
A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, manifestó que este fallo del tribunal internacional «confirma el carácter innecesario de la solicitud» realizada por el Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
«La solicitud de México se hizo sin tener en cuenta las repetidas seguridades de Ecuador de que brindaría plena protección y seguridad a los locales, bienes y archivos de la Embajada de México, y que permitiría a México retirar todas esas propiedades de los locales y residencias privadas de sus agentes diplomáticos. Ecuador mantiene su posición», reiteró la Cancillería ecuatoriana.
Asimismo, el Ejecutivo ecuatoriano valoró que «la Corte reconoció que se debe presumir la buena fe del Ecuador y dejó en claro que las presentes circunstancias no presentan ningún riesgo para los derechos de México bajo la Convención de Viena».
También recordó que la irrupción a la Embajada de México en Quito se hizo para evitar que Glas saliese «ilegalmente del país y escape de la Justicia».
«Desde entonces, el señor Glas ha regresado a prisión para continuar cumpliendo las sentencias condenatorias dictadas en su contra por la Corte Nacional de Justicia por la comisión de graves delitos de corrupción (asociación ilícita y cohecho)», enfatizó la Cancillería.
Glas llegó a la embajada mexicana el 17 de diciembre de 2023 para solicitar asilo, ya que rechaza los cargos y acusaciones en su contra y se declara un perseguido político y víctima de ‘lawfare’ (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos).
Para entonces, la Justicia ecuatoriana había rechazado su solicitud para terminar de cumplir en libertad condicional una pena de 8 años de cárcel por dos condenas por cohecho y asociación ilícita, de las que ya purgó en prisión alrededor de cinco años entre 2017 y 2022, cuando salió en libertad gracias a una polémica resolución judicial de medidas cautelares.
El Gobierno mexicano concedió el asilo a Glas el 5 de abril, en medio de una creciente crisis diplomática entre ambos países que llevó al Ejecutivo ecuatoriano a expulsar a la embajadora de México, Raquel Serur, por unas declaraciones de López Obrador donde relacionaba el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio con el triunfo en las urnas de Daniel Noboa.
Fue entonces cuando se produjo el asalto a la Embajada para capturar a Glas, lo que el Gobierno ecuatoriano justifica en que la Convención de Asilo Diplomático de Caracas impide conceder este beneficio a personas procesadas por delitos comunes o condenadas por tribunales ordinarios.
AMLO minimiza fallo
El presidente López Obrador trató esta mañana de restar importancia al fallo del tribunal de la ONU y declaró que “son medidas cautelares, todavía no termina el juicio, lo que se pedía en las medidas cautelares era que se protegiera la embajada. Yo pienso que sí (prosperará la demanda), nada más que va a llevar tiempo y es importante que quede el precedente para que nunca más se vuelva a violar el derecho internacional», declaró el mandatario.
Por el contrario, el consultor jurídico de la Cancillería mexicana, Alejandro Celorio, quien participó en la parte mexicana demandante, expresó a los medios que «el Gobierno de México se siente muy satisfecho por la orden emitida hoy», aunque no explicó cuél era el motivo de tal satisfacción, dado que no consiguió el objetivo de interponer la demanda.