17 hectáreas fueron arrasadas por un incendio en la ranchería Boquerón, Primera sección. Ahí, las especies que vivían en el ‘Bioparque Saraguatos’ perecieron. Novedades de Tabasco constató las condiciones en las que se encuentra el sitio tras 15 días de haber sucedido el siniestro.
Joel Rubio
Villahermosa
Durante 15 días pobladores de la zona de Boquerón trabajaron arduamente para sofocar el fuego que acabó con la vida de al menos una decena de monos saraguatos y cientos de organismos en la Unidad de Manejo Ambiental UMA ‘Bioparque Saraguatos’ donde la mayor parte fue arrasado por el fuego; Novedades de Tabasco se internó en esta área para constatar las afectaciones.
El predio que ha funcionado por más de 20 años, ubicado a 15 minutos de Villahermosa en la comunidad de Boquerón Primera sección, fue arrasado por el fuego sin que hasta el momento se haya encontrado el responsable.
Joel García Martínez, encargado y vecino de la UMA, acompañó el recorrido para constatar la devastación en el bioparque: árboles frutales, maderables quedaron reducidos a cenizas. En el corazón del predio, donde antes había una explanada convertida en poza de agua, se observó un lugar árido, lleno de ceniza y carbón donde los restos de quelonios, culebras y algunos cuerpos de monos en estado de descomposición son el único retrato. A esta imagen, se sumó el sitio donde los monos que murieron víctima de intoxicación por humo y calor fueron enterrados.
Daño ambiental
Ana Gabriela de los Santos, agroecóloga y la psicóloga Angélica Paz quienes trabajan en la reforestación de la UMA, señalan que ya no se podrá recuperar el ecosistema al menos durante 10 años ya que se incineraron árboles centenarios y falleció un sinnúmero de organismos en la zona que muy difícil se podrá recuperar.
FRASE:
“Estamos trabajando en la reforestación de las partes que quedaron en cenizas y vamos a estudiar qué tipo de árboles vamos a sembrar para volver a encaminar al terreno como área selvática, para que mucha fauna que anda alrededor de la ciudad pueda encontrar en este lugar un refugio para ellos. Murieron muchos animales como ardillas, quelonios, serpientes y los monos saraguatos”
Ana Gabriela de los Santos
Agroecóloga
cifras:
20 años de existencia tiene el bioparque