Joe Biden expresó su apoyo a Kamala Harris

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el domingo que se retira de su batalla por la reelección con Donald Trump, en una decisión histórica que sumerge la ya turbulenta carrera por la Casa Blanca de 2024 en un territorio desconocido.

“Si bien ha sido mi intención buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y el país es que renuncie y me concentre únicamente en cumplir con mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”, dijo Biden en una carta publicada en X.

Luego del comunicado, apoyó directamente la candidatura de su segunda, Kamala Harris: “Compañeros demócratas, he decidido no aceptar la nominación y concentrar todas mis energías en mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato. Mi primera decisión como candidato del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas, es hora de unirnos y vencer a Trump. Hagámoslo”.

Más tarde, los Clinton respaldaron a Harris en una declaración publicada en X: “Estamos honrados en acompañar al presidente en su respaldo a la vicepresidenta”.

De acuerdo a The New York Times, ya ha comenzado a circular una carta entre los delegados de la Convención Nacional Demócratal (DNC) expresando su apoyo a Kamala Harris: “Creemos que nuestra candidata más fuerte para la presidencia, la que mejor puede ofrecer una visión clara y unificadora para el futuro de los Estados Unidos, es la vicepresidenta Kamala Harris. Instamos respetuosamente a los delegados de la Convención Nacional Demócrata de 2024, y a todos los votantes en noviembre, a que apoyen a Kamala Harris para la presidencia de los Estados Unidos”.

De esta manera, Harris es la primera en la fila para el puesto, lo que evitaría la necesidad de lanzar rápidamente una “mini primaria” para elegir un nuevo candidato antes de la convención del partido en agosto.

Harris recorrió el sábado el circuito de recaudación de fondos de campaña en la ventosa Provincetown, Massachusetts, y recibió el visto bueno de la destacada senadora demócrata del estado, Elizabeth Warren, quien dijo antes de la visita que si Biden se hiciera a un lado, su vicepresidente está “lista para dar un paso al frente”.

En el evento, que según los organizadores recaudó 2 millones de dólares y al que asistieron 1.000 invitados, Harris no mencionó los pedidos de que Biden abandone la carrera o de que ella lo reemplace, sino que repitió una de sus líneas de campaña habituales: “Vamos a ganar esta elección”..

“¿Creemos en la libertad? ¿Creemos en la igualdad? ¿Creemos en la promesa de Estados Unidos? ¿Estamos dispuestos a luchar por ella?”, exclamó ante una multitud que la vitoreaba. “Cuando luchamos, ganamos”.

Pero la designación de Harris como candidata presidencial, lo que sería un momento histórico para el partido al elegir a la primera mujer, persona negra y persona de ascendencia del sur de Asia, no es del todo segura. Los funcionarios de los más altos rangos, incluida la presidenta emérita Nancy Pelosi, prefieren un proceso abierto, ya que algunos creen que fortalecería a cualquier candidato demócrata para enfrentarse al republicano Donald Trump.

“Si creen que hay consenso entre la gente que quiere que Joe Biden se vaya… de que apoyarán a Kamala, la vicepresidenta Harris, están equivocados”, dijo esta semana la representante Alexandria Ocasio-Cortez en una publicación en las redes sociales que fue ampliamente discutida.

Con las deliberaciones que se han hecho públicas, los demócratas están prolongando un momento extraordinario de incertidumbre y agitación. Biden tiene ante sí importantes opciones este fin de semana que podrían marcar el rumbo del país y de su partido mientras la nación se encamina hacia las elecciones de noviembre.

Está creando una marcada yuxtaposición con los republicanos, quienes, después de años de luchas internas amargas y caóticas por Trump, están energizados y abrazan la toma de control de extrema derecha del Partido Republicano por parte del ex presidente, a pesar de su condena penal en un caso de dinero para comprar su silencio y una acusación penal federal pendiente por intentar revocar las elecciones de 2020 antes del ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Biden, a pesar de una semana de paradas de campaña, entrevistas e insistencia en que es el mejor candidato para enfrentarse a Trump en una revancha, no había podido calmar el alboroto. Los demócratas escépticos dudaban de que pudiera conservar la Casa Blanca después de su flojo desempeño en el debate del mes pasado, y temían que se lleve consigo las esperanzas de control del Congreso por parte del partido.

El sábado, el representante Mark Takano, el demócrata de mayor rango en el Comité de Asuntos de Veteranos de la Cámara de Representantes, agregó su nombre a la lista de casi tres docenas de demócratas en el Congreso que dicen que es hora de que Biden abandone la carrera. Pidió a Biden que “le pase la antorcha” a Harris.

Se espera que más legisladores se pronuncien en los próximos días. Los donantes han expresado su preocupación.

“No hay alegría en reconocer que no debería ser nuestro candidato en noviembre”, dijo el representante demócrata Morgan McGarvey de Kentucky, uno de los demócratas que instó a Biden a abandonar la carrera.

Desde su casa en la playa de Delaware, Biden, de 81 años, se encuentra aislado tras anunciar que se contagió de COVID-19, pero también políticamente con un pequeño círculo de familiares y asesores cercanos. El médico de la Casa Blanca, Kevin O’Connor, dijo el sábado que los síntomas de Biden estaban mejorando, pero que seguía sufriendo tos seca y ronquera. El sábado recibió informes separados sobre cuestiones de seguridad nacional y doméstica, dijo la Casa Blanca.

El equipo del presidente insistió en que está listo para regresar a la campaña la próxima semana para contrarrestar lo que llamó una “visión oscura” presentada por Trump.

“Juntos, como partido y como país, podemos y lo derrotaremos en las urnas”, dijo Biden en un comunicado el viernes.

Pero fuera del enclave de Rehoboth, el debate y las pasiones se están intensificando.

Muy pocos de los legisladores demócratas que estuvieron presionando para que Biden se vaya han mencionado a Harris en sus declaraciones, y algunos han dicho que están a favor de un proceso de nominación abierto que otorgaría el respaldo del partido a un nuevo candidato.

Una persona familiarizada con el pensamiento de Pelosi dijo que, si bien es amiga y admiradora de la vicepresidenta, cree que cualquier persona que quiera ser presidente se beneficiará más con un proceso de este tipo, ya que cree que quien surja como candidato se verá fortalecido para ganar las elecciones. La persona habló bajo condición de anonimato para caracterizar el proceso de pensamiento de Pelosi.

La representante Zoe Lofgren de California, una aliada de Pelosi que le había pedido a Biden que se haga a un lado, dijo el viernes en MSNBC que tiene sentido algún tipo de “mini primarias” que incluyan a Harris.

Los senadores demócratas Jon Tester de Montana y Peter Welch de Vermont pidieron que Biden abandonara la carrera y dijeron que estarían a favor de un proceso de nominación abierto en la convención.

“Que sea abierto fortalecería a quien sea el nominado final”, dijo Welch en una entrevista con The Associated Press.

Otros demócratas dicen que sería políticamente impensable pasar a otra persona que no sea Harris, y logísticamente inviable teniendo en cuenta que se está planeando una votación de nominación virtual para principios del próximo mes, antes de que se abra la convención demócrata en Chicago el 19 de agosto.

La representante de Minnesota Betty McCollum, quien había pedido a Biden que se haga a un lado, apoyó explícitamente a Harris como reemplazo.

“Para darles a los demócratas un camino sólido y viable para ganar la Casa Blanca, pido al presidente Biden que libere a sus delegados y empodere a la vicepresidenta Harris para que se presente y se convierta en la candidata demócrata a la presidencia”, había dicho McCollum en su declaración.

Biden se había vuelto cada vez más insostenible para el partido y sus líderes, a un mes de la Convención Nacional Demócrata que debería ser un momento unificador para nominar a su presidente en ejercicio para enfrentar a Trump. En cambio, el partido se encuentra en una encrucijada nunca vista en generaciones

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