La alcaldesa electa en Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, reveló que Juan «N», uno de los presuntos agresores durante su atentado, fue torturado por la Fiscalía capitalina para que aceptara la responsabilidad del crimen, por lo que presentaron un amparo ante las múltiples intimidaciones que sufrió durante el proceso.
De acuerdo con Rojo, Juan «N» señaló que la Fiscalía le sembró droga al momento de su detención, además de que fue torturado hasta fabricar la declaración en la que dijo los pormenores del atentado. De no aceptar, se le imputaría el delito de narcomenudeo y su padre también sería encarcelado.
En ese sentido, Alessandra aseguró que la Fiscalía redactó la declaración y le ordenó a Juan «N» que la leyera durante su audiencia, al no poseer con los datos de prueba sólidos para formularle una acusación que lo señalara de dispararle a su vehículo.
La imprecisión de las evidencias, señaló, tienen que ver con el arma presuntamente utilizada, la cual no coincide con la que le aseguraron las autoridades a Juan «N», así como los cascos que portaban los motociclistas.
En semanas previas, el titular de la Fiscalía, Ulises Lara, confirmó que Juan «N» fue contratado por una persona para retirar propaganda política de Morena de las calles y como parte del trabajo, también se encontraba el amedrentar a Rojo sin hacerle daño; «la persona contratada no sólo removía publicidad de Morena, si no de todos los partidos políticos, pero el fiscal, o intento de fiscal, omitió este detalle en su declaración pública» para inclinar de forma fraudulenta el caso y el uso proselitista de su declaración, dijo la alcaldesa electa.
«Esa persona que removía publicidad de todos los partidos, en las fotos que mostró la Fiscalía, tiene tatuajes en los brazos, sin embargo, los presuntos agresores que tienen detenidos, no tienen un solo tatuaje. Se les cayó el teatro, se prestaron para hacerle creer a la ciudadanía que los atraparon en tiempo récord».
Enérgica, cuestionó a Catalina Monreal por haber declarado que el atentado fue un montaje de Alessandra con la finalidad de obtener votos y reprochó que revictimizar a una mujer sí es violencia política de género y no llamar a alguien por su apellido, como se le acusó a Rojo por decirle Monreal a su exadversaria en la contienda por la alcaldía Cuauhtémoc. «No me hagan pensar mal y que están coludidos», mencionó.
El pronunciamiento de Rojo fue en el Senado de la República, sitio donde la excandidata Xóchitl Gálvez y representantes del Frente Amplio por México como Jorge Romero, Mauricio Tabe, Andrés Atayde y Jesús Zambrano condenaron las acciones de Morena y de la familia Monreal de exigir un reconteo ilegal de votos en Cuauhtémoc.
Otra revelación importante fue que el Instituto Electoral capitalino le negó a Alessandra mencionar el apellido Monreal, por aparentemente ser agresiva al referirse a Catalina; «el plan de la candidata derrotada y del grupo político cuyo apellido me han prohibido utilizar, pero que rima con desleal e inmoral, ha sido anular la elección, a cualquier costo, para ello prepararon un plan político, mediático y de extorsión a las autoridades, que se basa en decir sin alguna prueba que hicimos un fraude, pedir un recuento total de la elección».
«Planear que es agresión llamar a alguien por su nombre, responder a los ataques del padre de la candidata los ataques sobre mi persona, es violencia de género y atreverse a señalar sin moral, escrúpulos y revictimizándome, que el ataque que sufrí en campaña es un montaje».
Con dicho plan, acusó, la familia Monreal la denunciaría por violencia política en razón de género con la finalidad de anular la elección, sumado a que Rojo de la Vega nunca pueda participar en una contienda por algún cargo de elección popular.