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Los grandes y pequeños sucesos que construyen la historia dejan huellas en los espacios de la vida social. El tiempo desvanecerá esos rastros si no fuese por los indicios, las señas materiales de lo que una vez ocurrió. A veces, esas señales son pequeñas, no ocupan sino unos pocos centímetros cuadrados en un muro; conviven con los rótulos que enuncian o recuerdan esos sucesos.
Precisamente, en una vivienda cercana al parque Los Pajaritos, sobre la calle Zaragoza, prende una legendaria placa recordando un trágico suceso ocurrido la madrugada del 29 de agosto de 1915, hace 109 años.
«En este lugar, cobarde y villanamente fue asesinado, el ilustre general constitucionalista, don Pedro C. Colorado. Maldición eterna a los autores de este crimen», se lee en la placa de concreto, que fue colocada el 28 de agosto de 1916, un año después del acontecimiento que cimbró la vida política y social de Tabasco.
Pedro Cornelio Colorado Calles nació en 1876.
El General Pedro C. Colorado se integró a las fuerzas maderistas y se levantó en armas en 1910, junto con Ignacio Gutiérrez Gómez para fortalecer los combates del Candelero y de San Felipe Río Nuevo. Al triunfo de Francisco I. Madero, Pedro C. Colorado se retiró a las actividades del campo, pero después del asesinato de éste, fue de los primeros en tomar nuevamente las armas.
Tomó posesión como gobernador el 29 de agosto a las las 5 de la tarde. En la madrugada casi para el día 30 de agosto de 1915, sobre la calle Zaragoza esquina con Loma de Encarnación, hoy “Parque de los Pajaritos”, lo emboscó el Tte. Crnl. Gil Morales que al enterarse que el Gobernador iría a Atasta en un tranvía. El General Isidro Cortés.
