El lunes, los productores de limón en Michoacán decidieron detener sus actividades en protesta por los bajos precios de compra del cítrico. Además, denuncian un incremento en las extorsiones presuntamente perpetradas por al menos tres cárteles del narcotráfico. La situación ha generado preocupación en el sector, que enfrenta una doble presión: la crisis económica y la inseguridad creciente en la región.
