La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), a través de su Comisión de Autorización Sanitaria (CAS) autorizó el medicamento huérfano para tratamiento de virus de hepatitis C (VHC) crónica genotipos 1, 2, 3, 4 o 5, con o sin cirrosis compensada.
Este medicamento podrá ser utilizado en niños de 3 años en adelante, que hayan sido tratados con un esquema inhibidor de proteasa NS3/4A o inhibidor NS5A, pero no con ambos productos.
Esta autorización contribuye significativamente al Programa de eliminación de la Hepatitis en México, que lidera el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el sida (Censida) desde 2019, y se enfoca en la población de niños y niñas, que desde la perspectiva de derechos humanos, siempre es prioritaria.
Datos publicados en la Gaceta Médica de México refieren que, en nuestro país, la prevalencia de pacientes con infección por VHC es aproximadamente de dos por ciento de la población, mientras que en infantes es de 0.1 por ciento a 2 por ciento, siendo la vía perinatal y transfusión las principales causas de contagio.
La baja prevalencia de esta infección en población infantil es un factor que incide en la escasa disponibilidad de medicamentos, lo que impacta de manera negativa en el acceso a tratamientos específicos.
La autorización que expide Cofepris permitirá mejorar la calidad de vida de niñas y niños diagnosticados con VHC, ya que dicho tratamiento tiene una presentación de granulado, lo que facilitará el correcto suministro y evitará errores en la medicación.
Al garantizar el acceso a medicamentos huérfanos y otros insumos para la salud, México, a través de su autoridad sanitaria, contribuye al objetivo de la eliminación de hepatitis para 2030, en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), como señala la Guía de hepatitis virales para establecimientos de la salud 2022.
De acuerdo con la Ley General de Salud, los medicamentos huérfanos son aquellos que están destinados a prevención, diagnóstico o tratamiento de enfermedades raras, las cuales tienen prevalencia de no más de cinco personas por cada 10 mil.