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Por: María Fernanda Cámara Morales
Estimada lectora, este asunto es de fundamental relevancia para ti:
En los últimos meses, TikTok y otras plataformas de redes sociales han visto el resurgimiento de un fenómeno conocido como las tradwives o «esposas tradicionales». Estas mujeres, que promueven un estilo de vida centrado en el hogar, dedicadas a complacer a sus esposos y a mantener una casa en perfecto estado, han captado la atención de miles de personas, generando un debate encendido sobre el rol de la mujer en la sociedad moderna. Pero, ¿es realmente esta una elección libre o un espejismo cuidadosamente construido en las redes sociales?
Iniciemos por entender que este concepto se utiliza para describir a una mujer que adopta un rol tradicional en el hogar, generalmente asociado con las expectativas de género de épocas pasadas que valoran la sumisión en lugar de buscar una carrera profesional fuera del hogar.
Las imágenes que se nos presentan en Instagram y TikTok de mujeres que se quedan en casa para cocinar desde cero, luciendo impecables con maquillaje y joyas, en cocinas impolutas, están muy lejos de la realidad. Pues según el mismo concepto, las verdaderas mujeres que viven en roles de género tradicionales no monetizan cada movimiento de su vida diaria, ni cuentan con un ejército de seguidores aplaudiendo su «dedicación». Así que no, Roro no es una tradwife, solo le gusta cocinar y tiene un excelente manejo del marketing digital para que sus videos tengan más de 1 millón de vistas generando una expectativa irreal.
Aquellas mujeres, las que se levantan cada día para cocinar sin descanso, limpiar, cuidar de sus hijos y mantener a flote un hogar, no están compartiendo sus recetas de mantequilla casera hecha desde 0 en internet, pues no tendrían ni siquiera tiempo de ello.
La tendencia de las tradwives en redes sociales es un reflejo distorsionado de los debates actuales. Lo que debería ser una celebración de la libertad de elección para todas las mujeres, se ha convertido en una controversia donde ciertos sectores buscan imponer un único modelo de vida deseable para las mujeres: el rol tradicional de esposa y madre vs el rol de la mujer trabajadora oficinista. Cuando realmente el feminismo no busca ni buscaría imponer una decisión sobre la otra, únicamente brindaría un abanico de oportunidades que no deben ser limitadas ni juzgadas.
Este fenómeno es particularmente preocupante porque muchos hombres han adoptado esta narrativa para justificar la perpetuación de roles de género tradicionales, minimizando y, en algunos casos, despreciando a aquellas mujeres que eligen otros caminos.
El feminismo, en su esencia, se trata de la libertad de elegir. Ser feminista no significa que todas las mujeres deban rechazar el hogar, sino que cada una debe tener la opción de decidir su propio camino, ya sea como amas de casa, profesionales, artistas o cualquier otra cosa que deseen ser. Siempre y cuando estas mujeres realmente vivan en situaciones de igualdad aseguradas.
Es fundamental recordar que aquellas mujeres que realmente viven en situaciones de extremos roles de género, las que no tienen la libertad de elección, no son las que vemos en las pantallas de nuestros teléfonos. Son aquellas que siguen atrapadas en dinámicas de poder desiguales, sin la posibilidad de elegir un camino diferente. Y son aquellas a las que más les es urgente un sistema nacional de cuidados funcional ya que suelen no tener los tiempos y espacios para el descanso y priorizar su vida personal individual, mucho menos para ser creadoras de contenido en tik tok.
Por ellas, y por todas las mujeres, debemos seguir luchando para que la verdadera libertad de elección sea una realidad para todas donde se tenga un piso parejo.
El espejismo de las trad wives en redes sociales no debe distraernos de la verdadera lucha: garantizar que todas las mujeres, sin importar su contexto, puedan tomar sus propias decisiones y vivir la vida que desean, sin estar limitadas por expectativas de género obsoletas.
