El Proyecto de exportación de gas natural licuado (GNL) llamado Saguaro –que atravesaría el Golfo de California, Sonora y Chihuahua, hasta llegar a Texas (EU)– tendría “un impacto devastador para las ballenas en el Golfo de California, en la vida marina en general, en las poblaciones costeras y, de manera crucial, en el clima del planeta”, alertaron organizaciones de la sociedad civil.
“Este proyecto responde a los intereses de la industria del gas fósil en EU, la cual busca acceder a mercados asiáticos para vender el excedente de gas que extrae por fracking de Texas”, señalan cerca de 30 organizaciones, entre ellas la Alianza Mexicana contra el Fracking, CERCA, CEMDA, Greenpeace México, MUSAA, TerraVida y Wildlands Network Mexico. Permitir el establecimiento de este proyecto, enfatizan, resultaría en un «daño irreversible para presentes y futuras generaciones”.
“El proyecto se convertirá en la instalación más importante para la exportación de GNL de la costa oeste de América del Norte, con una capacidad para procesar 15 millones de toneladas por año, y le dará a México el potencial para convertirse en el cuarto exportador de este producto a nivel mundial”, se lee en portal de la empresa Techint, una de las contratistas del proyecto.
“La ubicación del proyecto también proporciona una ruta de tránsito sin tráfico, con canales de navegación amplios capaces de acomodar los buques de GNL más grandes, un puerto naturalmente profundo que elimina la necesidad de dragado y un puerto dedicado que garantiza operaciones de atraque eficiente”, señala por su parte Mexico Pacific –otra de las contratistas encargada de la construcción de la terminal de licuefacción–, que asegura en su portal la importancia de la incidencia “ambiental” de sus proyectos.
PARAÍSO MARINO.
A través de una carta dirigida a la opinión pública y a los tomadores de decisiones, los firmantes “rechazamos la propuesta del proyecto de exportación de gas natural licuado (GNL) denominado Saguaro” ya que, enfatizan, el Golfo de California es reconocido mundialmente por su biodiversidad, es considerado por la UNESCO como patrimonio de la humanidad, el icónico oceanógrafo, Jacques Cousteau lo bautizó como el Acuario del Mundo.
“En esta zona habita un total de 12,105 especies de flora y fauna, sus tranquilas aguas, no solo para las ballenas sino para múltiples especies, son áreas de crianza”. La carta agrega que el 39% de los mamíferos marinos del mundo están presentes en el Golfo de California. La baja perturbación por la ausencia de grandes buques ha permitido conservar este paraíso marino, por lo que, la exportación de gas, con grandes buques de 300 metros de largo, terminaría con las condiciones que permiten la pacífica existencia de tantas especies.
FRACKING IN TEXAS.
El megaproyecto pretende la exportación de gas fósil desde Puerto Libertad, una pequeña comunidad de pescadores. El gas que llegaría es extraído con la contaminante técnica de fracking, en Texas, la cual utiliza millones de litros de agua en un solo pozo y contamina el subsuelo, el aire y la tierra en la que se inyecta agua a presión con químicos cancerígenos para fracturar las rocas en las que se encuentra atrapado el gas, advierten las ongs. “Para llevar el gas a la costa de Sonora, se plantea la construcción de infraestructura de 800 km de largo en nuestro país, atravesando sierras, comunidades, ríos, arroyos y zonas de importancia ecosistémica”.
Para recibir el gas y licuarlo, en Puerto Libertad se pretende construir una terminal de licuefacción, la cual, según la propia empresa mediría 400 hectáreas, un tamaño equivalente a 70 veces el Estadio Azteca. “Esta mega infraestructura estaría generando ruido y quemando gas metano en mecheros permanentemente, alterando las condiciones actuales de la comunidad de pescadores”.
Finalmente, explican las organizaciones, para llevar el gas licuado a Asia, enormes buques de 300 metros de largo, llegarían al puerto para transportar el gas. La frecuencia del tránsito de las embarcaciones y la ubicación de Puerto Libertad afectaría incluso el Santuario de la Vaquita Marina que se encuentra al norte pues convertirían el Golfo de California en una ruta de carga que perturbaría con ruido y riesgo de colisiones y derrames a los pacíficos gigantes marinos que hoy lo habitan.
“Una de las principales causas de muerte de las ballenas son las colisiones con grandes buques, el ruido que estos generan es ensordecedor para una especie que requiere del sonido para orientarse, encontrarse e incluso reproducirse. No hay proyecto que valga la desaparición de las ballenas de aguas mexicanas, mucho menos uno cuyo impacto sería agravar la crisis climática con las emisiones que provocaría la quema de ese gas, y que está planteado para el beneficio de empresas extranjeras y en detrimento de la población mexicana”.
DAÑO IRREVERSIBLE.
Las organizaciones advierten que la construcción de terminales de gas fósil, junto con el incremento del tráfico marítimo, no sólo representan una amenaza significativa para la biodiversidad del Golfo de California, sino que también pueden marcar el principio de un daño irreparable a este frágil ecosistema.
“Las autoridades de México deben hacer todo lo posible en sus cargos para revertir los permisos otorgados a la empresa Mexico Pacific Land Holdings S. de R.L. de C.V. y salvaguardar la vida de las comunidades y la biodiversidad de nuestro país. Permitir el establecimiento de este proyecto resultaría en un daño irreversible para presentes y futuras generaciones”.