Este domingo por la mañana, miles de estudiantes, trabajadores judiciales, jueces y magistrados se congregaron a las 9:00 horas en el Ángel de la Independencia para marchar hacia el Senado de la República en rechazo a la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual dijeron genera preocupación entre los ciudadanos por sus posibles implicaciones en la independencia del Poder Judicial.
Entre las consignas “Que viva el Poder Judicial”, “México despierta, somos tu defensa” y “México aguanta, los estudiantes se levantan”, los contingentes avanzaron pacíficamente por Paseo de la Reforma, con pancartas que expresaban la urgencia de preservar la imparcialidad judicial. “Somos estudiantes, no somos acarreados”, coreaban en medio de un ambiente de indignación y unidad.
La propuesta de reforma busca, entre otros puntos, que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular, una medida que, según sus defensores, acercaría el poder judicial a la ciudadanía y haría que los jueces sean más responsables ante el pueblo. Sin embargo, los críticos ven en esta propuesta una amenaza a la autonomía judicial y un riesgo de politización del sistema de justicia, lo que podría comprometer la imparcialidad de los jueces y socavar el Estado de derecho en México.
Preocupaciones sobre la independencia judicial
Una de las principales inquietudes de los asistentes es la posible elección de jueces y magistrados mediante voto popular, lo cual, según los manifestantes, podría poner en riesgo la preparación técnica y académica requerida para ejercer dichos cargos.
“Mi principal preocupación respecto a la reforma judicial es la elección de jueces y magistrados mediante voto popular, ya que con ello no garantiza que dichos funcionarios públicos se encuentren debidamente preparados y capacitados para ejercer su función. En mi opinión personal, como operadora jurídica y quien aspira a tener un cargo de Juez, ello echará por la borda todos mis estudios de la carrera judicial que hasta el momento he realizado y me obligará a estar más preocupada por las campañas que en mi preparación como Juez.”, explicó una abogada participante que prefirió mantenerse en el anonimato.
Esta opinión fue compartida por varios estudiantes de derecho que coincidieron en que la reforma representa un retroceso en la calidad de la justicia en México. “Lo que exigimos es que los jueces y magistrados sean evaluados por sus méritos y no elegidos como si fuera una tómbola”, comentó un estudiante del ITAM.
Una reforma vista como política
Además de los estudiantes, asociaciones de abogados se sumaron a la protesta. Un portavoz de una de estas asociaciones declaró que la reforma es percibida como un intento de politizar el sistema judicial y concentrar el poder en el Ejecutivo.
“En un Estado de derecho, el acceso a una justicia imparcial es crucial. Esta reforma, sin embargo, parece tener un enfoque político y no está destinada a mejorar nuestro sistema judicial”.
Los manifestantes subrayaron que el sistema judicial, especialmente en la Ciudad de México, ya enfrenta problemas como la falta de personal y presupuesto.
«Más que una reforma política, lo que necesitamos es mayor inversión en el sistema judicial, que se abran más juzgados y se contrate más personal para atender los casos», señaló otro manifestante.
La protesta como respuesta al Sexto Informe
La marcha coincidió con la presentación del Sexto Informe de Gobierno del presidente López Obrador, lo que muchos vieron como una oportunidad para mostrar el descontento por las políticas relacionadas con el Poder Judicial.
“El hecho de que esta protesta sea organizada por estudiantes y profesionales del derecho de todo el país, y no por el propio Poder Judicial, refleja el malestar generalizado por la reforma”, indicó otra abogada.
Durante la protesta, Alejandro Chacón, estudiante de la FES Aragón de la UNAM, señaló que “elegir jueces por voto popular puede sonar democrático, pero en realidad es peligroso. Los jueces deben ser elegidos por su capacidad y conocimientos, no por su popularidad. Si permitimos esto, corremos el riesgo de tener jueces que actúen conforme a intereses políticos, y no en defensa de la justicia”.
Impacto a largo plazo y movilización estudiantil
A pesar de la magnitud de la protesta, algunos manifestantes expresaron dudas sobre si influiría en el proceso legislativo en el Senado.
“Nos gustaría pensar que esto tendrá un impacto, pero el enfoque de esta reforma es claramente político”, dijo un manifestante, quien se identificó como estudiante de derecho por la UNAM. Sin embargo, los organizadores aseguraron que las movilizaciones continuarán si la reforma sigue adelante. “No vamos a dejar de luchar. Esta marcha es solo el comienzo”, declararon algunos.
Con esta manifestación, los estudiantes y profesionales del derecho dejaron en claro su rechazo a una reforma que, según ellos, amenaza con socavar la independencia judicial. Mientras la discusión continúa en el Senado, la oposición a la reforma crece, y los estudiantes, junto con asociaciones de abogados, dijeron estar dispuestos a seguir alzando la voz en defensa del sistema judicial del país.
Cabe recordar que dicha reforma fue aprobada en comisiones de la Cámara de Diputados el pasado 26 de agosto de 2024 con el respaldo de Morena y sus aliados. En días previos a la marcha de los estudiantes, miles de trabajadores del Poder Judicial de la Federación se habían manifestado en silencio, vistiendo de negro y llevando veladoras para simbolizar lo que consideran “la muerte del Poder Judicial” en caso de que la reforma sea aprobada.