La Secretaría de Salud advirtió los riesgos para la salud humana: van desde náuseas y mareos hasta convulsiones e incluso la muerte, y los efectos a largo plazo, como cáncer, defectos congénitos y lesiones en el sistema nervioso.
Francisco Uribe
Registra Tabasco un total de 36 casos de intoxicación por el uso de plaguicidas, es decir, dos más que los que se tuvo en los primeros ocho meses del año pasado, de acuerdo a estadísticas del Boletín Epidemiológico correspondiente a la semana número 33.
La Secretaría de Salud advirtió que entre los riesgos para la salud humana que ocasionan los plaguicidas van desde náuseas y mareos hasta convulsiones e incluso la muerte, y los efectos a largo plazo, como cáncer, defectos congénitos y lesiones en el sistema nervioso.
Solo el año pasado, se presentaron 12 defunciones por intoxicación con plaguicidas en diferentes municipios de la entidad.
Hace algunos años, el Colegio de la Frontera Sur realizó un estudio en Tabasco denominado: Determinación de plaguicidas en muestras de suelo y productos alimenticios de huertos familiares en la zona Ríos.
La investigación arrojó que Tabasco ocupa el onceavo lugar en el consumo de plaguicidas en México.
En concordancia, los resultados de la investigación demuestran que el uso de plaguicidas sigue siendo alto.
El Colegio determinó que el uso de plaguicidas es generalizado en los tres paisajes productivos en la región de Los Ríos, donde más de 86% de los productores utilizan herbicidas y más de 96% insecticidas, no habiendo diferencias significativas.
Como parte del muestreo entre 87 familias que tienen huertos familiares en los municipios de la región de Los Ríos, se encontró que estas utilizaron en total 60 productos comerciales de plaguicidas, de los cuales 28 corresponden a herbicidas, 29 a insecticidas, dos a fungicidas y uno a un raticida.
Los herbicidas utilizados por el mayor número de productores son: Velfosato y Paraquat, mientras que los insecticidas que más empleado corresponden a los nombres de Arrivo, Glisofato y Foley.
Investigadores, estiman que el 80 por ciento de las 38 mil 600 hectáreas que comprende la superficie cañera en la entidad, emplea fungicidas y pesticidas.
Altamente peligrosos
El 31 de diciembre de 2020, el gobierno federal publicó el Decreto para suspender el uso, adquisición, distribución, promoción e importación del glifosato por alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas que permitan mantener la producción y resulten seguras para la salud humana, la riqueza biocultural del país y el ambiente, sin embargo, hasta el momento no se ha logrado erradicar su comercialización.
De acuerdo con investigadores tabasqueños, tanto el paraquat como el glifosato dañan la salud de las personas y el medio ambiente.
Los efectos negativos no se limitan a las personas que están en contacto directo, sino también al resto de la población: estudios científicos han documentado contaminación por glifosato en agua embotellada, agua potable, cervezas y hasta tortillas.
Su efectividad en el control de malezas en diversos cultivos ha posicionado al glifosato como el herbicida más vendido en el mundo. A pesar de que la Agencia para la Investigación contra el Cáncer (de la OMS) lo cataloga como “probablemente cancerígeno en humanos” desde 2015, solo 17 países lo han prohibido o regulado y México no es uno de éstos.
Glifosato
Es un herbicida de amplio espectro no selectivo y sistémico: cualquier planta puede absorberlo a través de sus tejidos. Puede ser tóxico para seres humanos y otros animales tanto por inhalación como por consumo de productos que hayan sido expuestos a altas cantidades de estas sustancias.
Estadísticas
36 casos de intoxicación por plaguicidas en Tabasco
12 defunciones durante el 2023
Fuente: DGE, Colegio de la Frontera Sur, investigadores