La huelga general convocada en Israel para presionar al gobierno para que negocie con Hamás la liberación de rehenes, fracasó, luego de que un juez ordenara la vuelta al trabajo, tras considerarla “política”.
Convocada al calor de la indignación nacional, tras el asesinato a sangre fría de seis rehenes israelíes a manos de los terroristas de Hamas, el Tribunal Laboral de Israel dio la razón al fiscal del Estado contra el parecer de la central sindical Histadrut de que se trata de un paro político y no causado por un «conflicto laboral colectivo».
El juzgado de Tel Aviv ordenó poner fin al paro a las 14:30 hora local, tras media jornada de una huelga nacional simbólica, pero con seguimiento desigual, a la que se han sumado bancos, algunas universidades y algunos servicios de correos y transporte, entre otros sectores. En ciudades progresistas como Tel Aviv y Haifa, el seguimiento de la huelga fue mayor, mientras que en la conservadora Jerusalén, las calles mostraban bastante normalidad, con solo algunos comercios y bancos cerrados.
Un importante termómetro fue el aeropuerto internacional Ben Gurión de Tel Aviv, que recoge la inmensa mayoría de entradas y salidas por vía aérea. Tras horas de presiones durante el domingo, el paro acabó limitado a dos horas (de 8.00 a 10.00) y solo para los despegues, sin impedir los aterrizajes.
«Vivimos en un Estado de Derecho y respetamos la decisión del tribunal. Por ello, instruyo a todos a volver al trabajo a las 14:30 horas», anunció Arnon Bar-David, líder de Histadrut, que representa a 800,000 trabajadores en Israel.
«Es importante enfatizar que la huelga de solidaridad (con los familiares de los rehenes que la solicitaron) ha sido una medida importante y la respaldo», dijo el líder del mayor sindicato del país.
“La huelga es una vergüenza”: Netanyahu
El fallo judicial y el desigual seguimiento de la huelga son pequeños premios de consolación para el acorralado Netanyahu, quien arremetió contra el sindicato y contra quienes la siguieron o se manifestaron en las calles para exigirle que sea más flexible en las negociaciones de alto el fuego con Hamás, a cambio de la liberación de los rehenes.
“Es una vergüenza. Es como decirle a [el dirigente de Hamás, Yahia] Sinwar: ‘Has matado a seis personas, nosotros te apoyamos”, declaró Netanyahu durante una reunión de su Gabinete ultraderechista.
Por su parte, el ministro de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, mostró su satisfacción en X, al celebrar que «el tribunal aceptó nuestra posición y determinó que la huelga de la Histadrut era política e ilegal». Smotrich considera el cualquier alto el fuego con Hamás como un » acuerdo de rendición».