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La explotación infantil para trabajos ilegales como producción de drogas o pornografía infantil no tienen freno y estos delitos van en aumento al no haber políticas públicas efectivas para combatir a grupos del crimen organizado que son los principales generadores de estos ilícitos, alertó el Departamento del Trabajo de Estados Unidos al presentar informe “2024: Lista de bienes producidos por trabajo infantil o trabajo forzado’ y ‘2023: Hallazgos de las peores formas de trabajo infantil’.
El reporte de la dependencia estadounidense subraya que «muchos niños están involucrados en cosechar cultivos que se usan para la producción de sustancias-amapolas para opio y heroína en Afganistán y México».
El informe destaca que grupos del crimen organizado en México han recurrido al secuestro de familias, inclyuendo menores, para trabajar en la producción de drogas y en su posterior distribución y venta.
El reporte resalta que entre el 20 y el 40 por ciento de los menores trabajan en industrias como la construcción en México, Colombia, Sudán del Sur y Sri Lanka.
Asimismo, subraya que hay explotación infantil en la elaboración de pornografía, ropa, artículos de piel, accesorios, ganadería y en la cosecha de tabaco, café, frijoles, chiles, pepinos, berenjenas, melones, cebollas, y tomate.
El Departamento del Trabajo de EU publica su informe y hace un comparativo del reporte de octubre del año pasado donde se destacó que 3.7 millones de menores en México de entre los 5 a 17 años trabajaron en 2022, el 13.1 por ciento de esta cifra la población infantil y un 1,7 % más que en 2019, según datos del presentado Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El órgano autónomo indicó en sus datos que 2 millones de menores trabajan en actividades peligrosas, lo que incluye a 1.1 millones en sectores como agricultura, construcción, minería, industria química, entre otros, lo que viola la ley internacional del trabajo.
El Departamento del Trabajo reconoció que México, en cumplimiento con el T-MEC, prohibió las importaciones de productos hechos con trabajo infantil forzado, lo que es un avance en las acciones para erradicar la explotación de menores.
