Emilio

Desafío urgente en la era digital

A través de engaños, halagos y tácticas manipuladoras, los agresores establecen una relación de confianza con los jóvenes, a menudo a través de plataformas en línea. Este proceso puede ser sutil y prolongado, y su objetivo final es preparar al menor para el abuso sexual.

Cesia Ocaña

Villahermosa

En la era digital, los adolescentes están más conectados que nunca. Mientras que internet y las redes sociales ofrecen oportunidades valiosas para el aprendizaje y la socialización, también exponen a los jóvenes a riesgos significativos. Uno de los más alarmantes es el grooming, una práctica depredadora que afecta a una parte vulnerable de nuestra sociedad: los adolescentes.

El psicólogo Ernesto Alonso López Jiménez, nos explica más sobre esta práctica que cada día va más preocupa a la sociedad.

¿Qué tan preparados están los padres de familia afrontar con sus hijos este tema?

Los peligros de esta práctica pueden variar en gran medida. Uno de los principales riesgos que podríamos enfrentar es la rapidez con la que avanza la tecnología en estos tiempos. La facilidad con la que accedemos a ella y, sobre todo, el hecho de que permitimos que nuestros niños accedan a estas tecnologías desde temprana edad, son preocupantes.

Como padres de familia, no siempre estamos bien informados, o debido a nuestras ocupaciones diarias, no tomamos el tiempo para buscar y adquirir más conocimiento sobre estas prácticas. Las personas que desafortunadamente se dedican a esta actividad son ingeniosas; utilizan tácticas para ganarse la confianza de los niños y adolescentes con el único fin de explotarlos sexualmente. Para algunos padres, este tema sigue siendo desconocido. Incluso el término «grooming» puede ser ignorado si no estamos constantemente actualizándonos sobre estos conceptos, lo que dificulta nuestra capacidad para prevenirlo. Como adultos responsables, podemos apoyarnos en controles parentales en los dispositivos de nuestros hijos y en aplicaciones para monitorear el uso del internet. Además, es fundamental estar actualizados sobre nuevas tácticas y tecnologías utilizadas por estos perpetradores.

¿Cómo podemos enseñarles a nuestros adolescentes la diferencia entre grooming y grooming online?

Primero debemos entender que la diferencia entre grooming y grooming online es crucial para su seguridad y bienestar. Ambos conceptos se centran en la manipulación y explotación, pero se realizan en contextos distintos. De manera textual, se definen de la siguiente manera:

Grooming (en general): Es el proceso mediante el cual un adulto establece una relación de confianza con un menor para prepararlo para un abuso futuro. Esto puede incluir manipulación emocional, atención excesiva y promesas de recompensas.

Grooming Online: Es el grooming realizado a través de plataformas digitales. Aquí, el groomer utiliza internet, redes sociales, juegos en línea y otras herramientas digitales para contactar al menor, a menudo manteniendo su identidad oculta o falsa.

En el primer caso, la persona que lleva a cabo esta práctica utiliza un acercamiento gradual. Se enfoca en crear un vínculo con el menor y poco a poco lo aísla de su círculo de apoyo. El adulto se muestra demasiado interesado en la vida de la víctima y procura pasar tiempo con ella fuera de la vista de otros adultos.

En el segundo caso, el groomer utiliza perfiles falsos, chats en línea y mensajes privados, y se gana la confianza de la víctima haciéndose pasar incluso por alguien de su misma edad. El «amigo» en línea insiste en pasar tiempo con ella chateando, compartiendo información personal y pidiendo o compartiendo fotos privadas.

Es fundamental enseñar a nuestros niños la importancia de proteger su información personal en línea y no compartir datos sensibles, como direcciones, números de teléfono y fotos íntimas, con personas que no conocen en la vida real.

¿Cómo detectamos los comportamientos que son focos rojos de esta práctica en nuestros niños?

Identificar estas señales en los niños puede ser desafiante, pero estar atentos a ciertos comportamientos y cambios puede ayudar a los padres a detectar posibles problemas. Algunos indicadores incluyen:

Ocultamiento de la actividad en línea, como mensajes o aplicaciones que usa.

Un aumento significativo en la actividad en línea, especialmente en plataformas donde no solía estar activo. Cambio de redes sociales y nuevas “amistades” con perfiles desconocidos o mensajes de personas que no se conocen.

¿Conoces algún caso reciente en Tabasco que haya podido evitar el abuso físico de un menor?

Como profesional y padre de familia, no tengo información específica sobre algún caso reciente en el estado de Tabasco. Sin embargo, es importante destacar que una intervención temprana puede prevenir en gran medida el abuso físico de menores y jóvenes. Esto se puede lograr a través de programas educativos para padres, maestros y la comunidad en general, la denuncia oportuna de comportamientos sospechosos por parte de familiares, amigos o profesionales que trabajan con menores, y la intervención oportuna de autoridades y profesionales capacitados. La colaboración entre padres, escuelas y la sociedad en general es crucial para investigar y prevenir estas actividades.

Reforzar la responsabilidad

Es importante enseñar a nuestros niños que para usar el internet deben ser precavidos y responsables.

Hablar de manera responsable con nuestros hijos sobre los riesgos que implica el uso del internet, explicando claramente términos como grooming, ciberacoso y la exposición a contenido inapropiado.

Explicar la importancia de mantener siempre la privacidad en línea, proteger la información personal y el riesgo que implica compartir datos personales o de otros miembros de la familia con desconocidos.

Ciberacoso en escuelas.

El ciberacoso es una problemática seria y preocupante que afecta a estudiantes de todas las edades y estatus social. Implica el uso de tecnología, como mensajes de texto, redes sociales y aplicaciones de mensajería, para acosar, intimidar, chantajear o amenazar.

Entre las prácticas más comunes se encuentran el envío de mensajes hirientes, la creación y difusión de rumores o chismes, y la publicación de contenido que daña la integridad del individuo. También se pueden crear perfiles falsos para dañar la reputación de alguien o excluirlos de grupos en línea o redes sociales.

Para prevenir el ciberacoso, los adultos deben fomentar una cultura de respeto y empatía en los niños y jóvenes, promoviendo la comprensión y la inclusión. Es fundamental reforzar la importancia del respeto y la amabilidad, tanto en línea como fuera de ella. Además, es crucial escuchar a los niños y jóvenes; no debemos ignorar ninguna señal, por pequeña que parezca. De nosotros, los adultos, depende que ellos se conviertan en seres humanos responsables, respetuosos, íntegros y con valores.

“Uno de los puntos principales para prevenirlo es que los padres se informen sobre qué es el grooming y sean capaces de hablarlo abiertamente con sus hijos. Esto les permitirá sentirse en confianza para comunicar cualquier situación o peligro que detecten en las plataformas que utilizan”

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