El riesgo de un segundo frente de guerra de Israel se disparó este lunes tras anunciar tanto el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como el de Defensa, Yoav Gallant, a representantes de Estados Unidos sobre la “creciente necesidad de realizar una acción militar» contra Hezbolá en Líbano, desde donde la milicia chií pro iraní ataca casi a diario.
«No será posible devolver a nuestros residentes sin un cambio fundamental en la situación de seguridad en el norte», enfatizó Netanyahu en una reunión con el enviado especial del presidente Joe Biden, Amos Hochstein, en Tel Aviv.
“Israel hará lo necesario”
Israel «aprecia y respeta» el apoyo de Estados Unidos, pero al final «hará lo necesario» para mantener su seguridad y devolver a los residentes del norte a sus hogares, añadió el mandatario, en referencia a los cerca de 60 mil israelíes que siguen evacuados de sus casas por el fuego cruzado.
Con palabras muy similares, el titular de Defensa, Gallant, también advirtió este lunes a Hochstein que la única manera de recuperar la normalidad en el norte es «a través de la acción militar”, según un comunicado oficial de Defensa, en un mensaje claro para apaciguar los rumores de que Netanyahu estaría planeando cesar a Gallant si este se opone a una nueva guerra en el norte.
Israel lleva enfrascado en un intenso intercambio de fuego con Hezbolá -con el lanzamiento diario de cohetes por ambas partes en la divisoria- desde el 8 de octubre, cuando el grupo libanés pro iraní anunció una escalada en solidaridad con Hamás y la guerra en Gaza.
Ya anoche, Gallant le dijo a su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, que la posibilidad de lograr un acuerdo diplomático «se está agotando» mientras Hezbolá continúe vinculándose a Hamás y se niegue a poner fin al conflicto fronterizo.
Reparto de fusiles a civiles
Además, el Ministerio de Defensa de Israel anunció este lunes el reparto de unos 9 mil rifles de asalto entre los equipos civiles de defensa de las comunidades del norte, compuestos por soldados reservistas de la zona que no han sido evacuados, a diferencia del resto de la población.
Tras un gasto de unos 15 millones de dólares, unos 9 mil rifles ‘Arad’ de fabricación israelí serán repartidos entre 97 «equipos de respuesta rápida» en varias comunidades fronterizas del norte. Además, también se está llevando a cabo una segunda fase de rearme en los Altos del Golán sirios ocupados, dijo el Ministerio, a fin de equipar a otros 120 equipos civiles.
Los «equipos de respuesta rápida», como los denomina Israel, son unidades civiles que actúan en coordinación con el Ejército en varias comunidades, incluidos algunos asentamientos ilegales en Cisjordania ocupada.
Durante los ataques de Hamás del 7 de octubre, en los que murieron unas 1,200 personas y 251 fueron secuestradas, varios miembros de estos equipos, menos armados que ahora, murieron junto a sus vecinos. Desde entonces, Israel extendió este modelo al norte, donde una nueva guerra con Hezbolá cada día parece más plausible.