Sacude simulacro de sismo memoria colectiva en Tabasco

En Villahermosa, corazón de las actividades sociales, políticas y económicas de la entidad, la movilización permeó de forma masiva hacia estacionamientos, calles, avenidas y lugares públicos que fueron ubicados como zonas de resguardo para hacer frente al hipotético sismo de 7.5 grados en la escala Richter, con epicentro en el puerto de Acapulco, Guerrero, que una vez más sacudió la memora colectiva.

Nadie olvida que hace casi cuatro décadas, el 19 de septiembre de 1985, la naturaleza nos hizo sentir en carne propia su fuerza devastadora, con el sismo de 8.1 grados que demolió a la Ciudad de México. Nadie olvida que hace 7 años, el 19 de septiembre de 2017, otro temblor de 8.2 grados, el de mayor magnitud en todo un siglo de historia nacional, causó severos estragos en el centro del país.

Estos desastres se mantienen vivos en la conciencia popular. Estas tragedias nos llaman año con año a la reflexión. Los sismos nos han enseñado la importancia de consolidar nuestra cultura de protección civil. Su impacto demoledor nos advierte que, aunque son eventos que no se pueden predecir, lo que sí podemos hacer es estar preparados.

Es el penúltimo jueves del mes patrio, y la Plaza de Armas, el icónico zócalo que une a los tres poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, se convierte en cuestión de segundos en el área de protección para trabajadores y público en general que se han integrado a la actividad convocada por las autoridades federales y estatales de protección civil.

Las Brigadas de Evaluación y Desalojo, y de Rescate y Salvamento, activan a raja tabla los protocolos y de forma rápida, pero ordenada, guían el despliegue ciudadano hacia los anillos de seguridad. Las sirenas no dejan de sonar, pero los líderes de los brigadistas y rescatistas dictan instrucciones firmes y precisas para mantener la calma.

“Estamos preparados”; “ya ubicamos nuestro punto de reunión”; “hay que guardar el orden”, “hay que acatar las recomendaciones”, se escucha en el cuchicheo. Los participantes se hacen recomendaciones unos a otros, durante el simulacro que, en por parte del Poder Ejecutivo, es encabezado por el secretario de Gobierno, José Antonio de la Vega Asmitia.

El ejercicio de sensibilización y todas las labores de auxilio y protección a la población que lo envuelven, se llevan a cabo en cuestión de minutos. No hace falta más. Es lo necesario para actuar ante un imprevisto escenario de emergencia. Es lo esencial para marcar la diferencia entre la vida o la muerte. De allí, su valor, de allí su trascendencia.

Las autoridades de Protección Civil informaron que en la edición 2024 del Simulacro Nacional participaron en Tabasco 1 mil 193 inmuebles, y alrededor de 117 mil ciudadanos, entre trabajadores de instituciones públicas federales, estatales y municipales; así como de empresas privadas, y público en general.

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