Líbano sufrió este lunes su jornada más sangrienta en años, luego de que Israel hiciera realidad su amenaza de declarar la guerra total a Hezbolá, de igual manera que hizo contra Hamás en la Franja de Gaza.
En pocas horas, una oleada de bombardeos israelíes en el sur de Líbano y en el norte, junto a la frontera con Siria, dejó un saldo provisional de 185 muertos, entre ellos un número indeterminado de mujeres y niños, y 727 heridos, según el Ministerio de Salud Pública libanés.
Se trata del mayor ataque israelí contra Líbano desde que Hezbolá empezó a bombardear el norte de Israel el 8 de octubre de 2023, en solidaridad con sus aliados de Hamás en la Franja de Gaza, bombardeada diariamente por Israel desde un día antes, tras el peor ataque terrorista de la milicia palestina en suelo israelí.
Órdenes de evacuación masivas
Con apenas dos horas de aviso, el ejército israelí instó a los civiles libaneses que residen junto a posiciones de Hezbolá, a que abandonaran sus hogares “de inmediato”. La ruta de la costa mediterránea libanesa se colapsó con la salida de cientos de familias desde el sur del país hacia la capital, Beirut.
Tras la primera oleada de bombardeos, el Ejército israelí volvió a pedir una segunda orden de evacuación masiva, esta vez a los residentes del Valle de la Bekaa, en el este de Líbano, por lo que se teme una inminente segunda oleada de ataques, con el consiguiente incremento de víctimas.
“Si están ubicados en un edificio que pueda ser usado por Hezbolá, tienen que salir del pueblo y no volver hasta que reciban otro mensaje”, se escucha en la llamada de las Fuerzas Armadas de Israel que han recibido los residentes en sus teléfonos, en árabe y desde un número libanés. Han sido hasta 80 mil llamadas, según la compañía de telecomunicaciones Ogero. Es la misma estrategia que las tropas han impuesto sobre la población de la franja de Gaza desde el comienzo de la guerra hace casi un año.
“Lo que se ve son armas de Hezbolá explotando”
El portavoz del Ejército, Daniel Hagari, dijo en una rueda de prensa que «lo que se ve ahora en el sur del Líbano son las armas de Hezbolá explotando dentro de las casas”.
“En cada casa que atacamos hoy había cohetes, drones y misiles, que estaban destinados a matar civiles israelíes», declaró Hagari.
Movilización total de ambulancias
La Cruz Roja libanesa anunció este lunes la movilización de «todas las estaciones de ambulancias del Líbano» para poder atender a las víctimas.
«La Cruz Roja libanesa ha movilizado todas las estaciones de ambulancias a lo largo del país para ayudar a atender el creciente número de víctimas en el sur. Nuestros voluntarios están colaborando en las tareas de rescate y evacuación», informó la organización humanitaria en su cuenta oficial de X.
Asimismo, el Gobierno libanés ha ordenado la apertura de escuelas e institutos en diferentes puntos del país para hacer frente al «proceso de desplazamiento masivo» de residentes del sur del Líbano, mientras que añadió que se abrirán otros centros de acogida «cuando sea necesario».
Los enfrentamientos entre el Estado judío y Hezbolá entraron en una nueva etapa de intensidad desde la semana pasada, cuando explotaron simultáneamente miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de la formación libanesa y varios de sus altos mandos fueron asesinados cerca de Beirut.
Los incidentes causaron unos 80 muertos y 3 mil heridos en el Líbano y dieron paso a varias campañas de bombardeos masivos por parte de Israel.
El domingo, pocas horas antes del bombardeo masivo, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que Líbano podría convertirse en la nueva Gaza.