La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, adelantó la que será una de sus primeras iniciativas legislativas para proteger a un sector que ha crecido exponencialmente en el país: los repartidores de plataformas digitales como Uber, Didi y Rappi.
En su discurso inaugural del Zócalo, que incluyó 100 puntos clave de su gobierno, Sheinbaum destacó que enviará una ley al Congreso para hacer obligatoria la seguridad social para los repartidores de apps un paso hacia la formalización laboral de miles de trabajadores que actualmente operan bajo un esquema de independencia sin prestaciones.
La problemática actual de los repartidores de plataformas
El trabajo de repartidor en aplicaciones digitales ha crecido significativamente en México en los últimos años. Según un estudio de la firma Buendía & Márquez, alrededor de 2.5 millones de personas en el país generan ingresos a través de plataformas digitales, ya sea ofreciendo servicios de movilidad o entregas. Sin embargo, la gran mayoría de estos trabajadores no son considerados empleados formales por las empresas, sino “socios” que carecen de contratos que les garanticen derechos laborales básicos como el acceso al IMSS o a otras prestaciones de seguridad social.
Durante una conferencia el 29 de agosto, previo a su toma de protesta, la presidenta Sheinbaum destacó que estos trabajadores, quienes dependen en gran medida de sus ganancias diarias, se encuentran en un estado de vulnerabilidad. A menudo, enfrentan jornadas largas sin un esquema que les asegure protección en caso de accidentes o enfermedades.
La presidenta señaló al respecto lo siguiente en aquella ocasión: “Lo que tiene que ver con la informalidad de los repartidores es algo muy importante, porque ni siquiera tienen contrato; son ‘socios’ de las grandes trasnacionales. Necesitamos que en este trabajo que ha crecido mucho en nuestro país, particularmente en las grandes ciudades, tengan derechos estos trabajadores”.
¿Cómo será la ley Sheinbaum para los repartidores?
La propuesta de Sheinbaum tiene como objetivo hacer obligatoria la afiliación al IMSS para todos los repartidores de aplicaciones, asegurando que tengan acceso a la seguridad social, al igual que otros trabajadores.
Por el momento, el equipo de la presidenta de México no ha brindado más detalles sobre esta ley. Pero se sabe que se encuentra entre las prioridades, pues fue enlistada como uno de sus 100 compromisos de gobierno:
59. Este mes enviaremos la ley para garantizar la obligatoriedad de la seguridad social para las y los trabajadores repartidores de aplicaciones telefónicas.
¿Cuál es la postura de las aplicaciones?
La Alianza In México, una asociación que representa a las plataformas digitales como Didi, Uber y Rappi, ha mostrado disposición para colaborar en la creación de este nuevo esquema, expresando su compromiso en construir un modelo que proteja a los trabajadores y al mismo tiempo preserve la independencia que muchos de ellos valoran.
En julio pasado, la Alianza In México informó a través de un comunicado que sostuvieron un encuentro con el equipo de campaña de la entonces presidenta electa.
“Las empresas que forman parte de Alianza In México reafirman su voluntad de contribuir a la construcción de un modelo de seguridad social para quienes utilizan la tecnología para generar ganancias repartiendo, convencidas de que es posible construir un modelo que brinde más protecciones y que preserve la flexibilidad e independencia, que es altamente valorada por las personas repartidoras”, se informó a través de un comunicado.
Sobre esta Ley Sheinbaum para los repartidores, las expectativas son altas, tanto del gobierno como de las aplicaciones. “La oportunidad que se tiene por delante en México no tiene precedente: ser un ejemplo a nivel internacional del trabajo colaborativo para el diseño regulatorio de la seguridad social en plataformas, que ponga a las personas repartidoras y su prosperidad en el centro de este esfuerzo”, manifestó Alianza In México en dicho comunicado.
¿Qué opinan los repartidores y usuarios de las plataformas?
Uno de los mayores retos para la implementación de esta ley es encontrar un balance entre la flexibilidad que los repartidores valoran y la necesidad de proporcionarles seguridad social. Un estudio realizado por Buendía & Márquez reveló que el 86% de los repartidores prefieren mantener el modelo actual de trabajo independiente debido a la autonomía que les ofrece para elegir sus horarios y días de trabajo.
Muchos de ellos no dependen exclusivamente de las aplicaciones, y cerca del 70% no han abandonado sus trabajos previos al comenzar a repartir a través de estas plataformas.
Sin embargo, la realidad es que esta flexibilidad también viene acompañada de inestabilidad. Sin contratos ni derechos laborales, estos trabajadores se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad en caso de accidentes o problemas de salud, ya que no tienen acceso a prestaciones de seguridad social como otros trabajadores formales.
La iniciativa de Sheinbaum tiene el potencial de impactar no solo a los millones de repartidores que trabajan actualmente, sino también de influir en la forma en que otras naciones abordan este creciente sector de la economía.