Columna: Prospectiva

Por: Emilio de Ygartua M.

“Nuestro gobierno se guía por la ciencia, el conocimiento y la innovación para resolverlos problemas más urgentes”

Claudia Sheinbaum

Luego de tomar posesión como presidenta de México, Claudia Sheinbaum, enfrenta una serie de retos tanto políticos como sociales y económicos. Sus primeros 100 días de gobierno serán cruciales para sentar las bases de su administración y consolidar su liderazgo en un contexto de expectativas altas y desafíos complejos. ¿Cuáles son los principales retos y compromisos que deberá asumir?

Unidad política y gobernabilidad. La presidenta llega con el respaldo de un amplio sector, pero también enfrenta una oposición fuerte y dividida. Uno de sus primeros compromisos debe ser consolidar su liderazgo, tanto dentro de su partido como con otros actores políticos, para evitar conflictos que obstaculicen su capacidad de gobernar. Además, debe fortalecer la gobernabilidad al garantizar que las instituciones democráticas funcionen de manera eficaz, neutralizando las tensiones con sectores críticos.

Seguridad pública. La violencia y la inseguridad son de los principales problemas en México. Los índices de criminalidad, particularmente relacionados con el crimen organizado, exigen que la nueva administración presente un plan contundente para combatir la violencia, reforzar la justicia y asegurar la paz.

Claudia Sheinbaum debe comprometerse a mejorar la coordinación entre las fuerzas de seguridad y garantizar una estrategia que no dependa solo de la militarización, sino que contemple la prevención y el fortalecimiento de las policías locales.

Economía y empleo. La recuperación económica tras la pandemia y el contexto global actual serán retos clave. En sus primeros 100 días, Sheinbaum debe mostrar un compromiso con la reactivación económica, especialmente en sectores como el turismo y la industria, promoviendo la inversión y la creación de empleos. El desarrollo de proyectos de infraestructura y apoyo a pequeñas y medianas empresas será fundamental para estimular el crecimiento y reducir la desigualdad.

Reforma judicial. La justicia en México sigue siendo un tema complejo, con grandes niveles de impunidad y un sistema judicial que enfrenta problemas de corrupción y lentitud.

Sheinbaum tiene el reto de avanzar hacia una reforma integral del sistema judicial que garantice el acceso a la justicia, así como la independencia del poder judicial. Debe, además, atender las demandas de distintos grupos en cuanto a derechos humanos y justicia para víctimas de violencia y desapariciones.

Pobreza y desigualdad. Uno de los compromisos centrales de la flamante presidenta debe ser la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Aunque los programas sociales implementados por el gobierno anterior han tenido impacto, la pobreza sigue siendo un problema persistente. Se debe garantizar que los programas sociales se mantengan y se fortalezcan, ajustándolos para que sean más eficientes y lleguen a las comunidades más vulnerables, incluyendo zonas rurales e indígenas.

Medio ambiente y cambio climático.  En razón los retos globales del cambio climático, Sheinbaum deberá tomar medidas urgentes para proteger los recursos naturales y promover energías limpias. En sus primeros 100 días, podría comprometerse a acelerar la transición hacia energías renovables, mejorar la regulación ambiental y combatir la deforestación y degradación de ecosistemas, un tema crítico para el desarrollo sostenible de México.

Relaciones exteriores. Las relaciones con Estados Unidos, en particular en temas migratorios, serán un desafío constante. Sheinbaum debe articular una estrategia que garantice una política migratoria humanitaria y efectiva, al tiempo que fortalezca la cooperación bilateral en comercio, seguridad y otros temas clave.

Fortalecimiento del sistema de salud. Tras los impactos de la pandemia, fortalecer el sistema de salud es urgente. Sheinbaum debe comprometerse a mejorar la infraestructura hospitalaria, aumentar el acceso a servicios médicos de calidad y garantizar que la población tenga acceso a medicamentos y tratamientos adecuados, especialmente en áreas marginadas.

Educación. La educación sigue siendo un área prioritaria. Los compromisos en esta área deben incluir la mejora de la calidad educativa, el acceso equitativo a todos los niveles educativos y la actualización de los programas para que respondan a las necesidades de un México más competitivo y global.

Claudia Sheinbaum enfrenta importantes retos en el sector educativo de México, alineados con los principios de la Cuarta Transformación, que busca hacer de la educación un derecho universal, accesible y de calidad. A continuación, se detallan algunos de los principales desafíos:

Reducir la desigualdad educativa. Un reto central es reducir las profundas desigualdades en el acceso a la educación de calidad entre zonas urbanas y rurales, así como entre diferentes sectores socioeconómicos. Hay grandes diferencias en infraestructura, recursos y calidad docente entre las escuelas en zonas marginadas y aquellas en áreas más desarrolladas. Sheinbaum deberá enfocarse en cerrar estas brechas para garantizar igualdad de oportunidades para todos los estudiantes.

Mejorar la infraestructura educativa. Muchas escuelas, especialmente en comunidades rurales y áreas de alta marginación, carecen de infraestructura adecuada. Es esencial mejorar y modernizar las instalaciones educativas para asegurar que los estudiantes tengan espacios dignos para aprender, con acceso a tecnología, agua potable, electricidad, y servicios básicos.

Capacitación y valoración docente. La formación y profesionalización del magisterio es otro gran reto. Aunque se han implementado políticas de formación continua para los docentes, aún existen deficiencias en la capacitación, especialmente en el uso de nuevas tecnologías y metodologías pedagógicas. Además, es necesario dignificar la labor docente, asegurando salarios justos y mejores condiciones laborales para los maestros.

Fortalecer la educación indígena y bilingüe. México es un país pluricultural, y uno de los desafíos es garantizar que los niños de comunidades indígenas reciban educación en su lengua materna, además del español. Es importante implementar políticas que promuevan una educación bilingüe y culturalmente pertinente, que valore y preserve las lenguas y tradiciones indígenas.

Combate al rezago educativo y la deserción escolar. La deserción escolar, especialmente en los niveles medio superior y superior, sigue siendo un problema significativo. Factores como la pobreza, la falta de oportunidades y las barreras económicas hacen que muchos jóvenes abandonen sus estudios.

Claudia Sheinbaum deberá implementar políticas que incentiven la permanencia en la escuela, ofreciendo apoyos económicos, becas y programas que vinculen la educación con el mercado laboral.

Aumentar la cobertura en educación superior y posgrado. Aunque la cobertura en educación básica ha mejorado, el acceso a la educación superior sigue siendo limitado. El porcentaje de jóvenes que logran ingresar a la universidad es bajo en comparación con otras naciones. Además, como se ha mencionado antes, el porcentaje de quienes cursan estudios de posgrado es mínimo. Se deberá fomentar la creación de más espacios en universidades públicas, asegurar la calidad de la educación superior y fortalecer la investigación y la innovación en este nivel.

Integración de la tecnología y digitalización. La pandemia de COVID-19 reveló grandes brechas en el acceso a la tecnología y la conectividad digital, lo que afectó el aprendizaje de miles de estudiantes.

Es imperativo implementar políticas para que todos los estudiantes tengan acceso a internet y dispositivos electrónicos, además de capacitar a los docentes en el uso de herramientas digitales para la enseñanza.

Mejorar la calidad de la educación. No solo se trata de garantizar el acceso a la educación, sino también de mejorar su calidad. Debe asegurarse de que los contenidos educativos sean pertinentes, actualizados y alineados con las necesidades del país y el mundo actual. Esto incluye la actualización de los planes y programas de estudio, enfocándose en el desarrollo de habilidades críticas como la ciencia, la tecnología, las matemáticas, y las artes, además de fomentar una educación cívica y ética que forme ciudadanos responsables.

Fortalecer la educación técnica y vocacional. En línea con las necesidades del mercado laboral y el desarrollo económico, es necesario fortalecer la educación técnica y vocacional para que los jóvenes tengan opciones formativas que los capaciten en habilidades demandadas por la industria y el sector productivo, fomentando así el empleo juvenil y el emprendimiento.

Promover la inclusión y la equidad de género en la educación. Se deberá asegurar que las políticas educativas promuevan la inclusión de grupos vulnerables, como personas con discapacidades, y que se garantice la equidad de género en todos los niveles educativos. Es esencial fomentar una educación libre de violencia de género, que empodere a las niñas y mujeres, y que promueva la igualdad de oportunidades entre todos los estudiantes.

Estos retos demandan un enfoque coordinado entre gobierno, instituciones educativas, docentes, estudiantes y sociedad civil, para crear un sistema educativo más inclusivo, equitativo y de calidad, que responda a los desafíos actuales de México y prepare a las futuras generaciones para un mundo cada vez más complejo y globalizado.

Salud. Acceso universal a la salud.  Uno de los retos más importantes es garantizar que todos los mexicanos, sin importar su nivel socioeconómico, tengan acceso a servicios de salud gratuitos y de calidad. Aunque se ha avanzado con la implementación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) y luego el IMSS-Bienestar, aún existen brechas significativas, especialmente en zonas rurales y comunidades indígenas.

Mejorar la infraestructura hospitalaria. La infraestructura en salud sigue siendo un desafío. Muchos hospitales y clínicas en México necesitan modernización, equipamiento adecuado y un mayor número de camas hospitalarias. Sheinbaum deberá fortalecer la red hospitalaria, tanto en áreas urbanas como rurales, para garantizar una atención digna y oportuna.

Revertir el déficit de personal médico y de enfermería. México enfrenta un déficit considerable de personal médico, incluidos doctores, enfermeras y especialistas. Además, en algunas zonas del país, los profesionales de salud no están distribuidos equitativamente, lo que crea un mayor problema en áreas rurales y marginadas. Sheinbaum deberá priorizar la formación, contratación y distribución eficiente de este personal.

Abastecimiento de medicamentos. Otro reto crucial es asegurar el suministro de medicamentos de calidad en todos los centros de salud. La falta de medicamentos ha sido un problema recurrente en varias entidades, lo que genera descontento social y afecta gravemente a los pacientes más vulnerables.

Enfrentar las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). Las enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y obesidad siguen siendo uno de los mayores problemas de salud en México. Sheinbaum deberá implementar políticas preventivas y fortalecer las campañas de concientización para reducir los índices de estas enfermedades, además de mejorar la atención a quienes ya las padecen.

Atención post-pandemia y manejo de emergencias sanitarias. La pandemia de COVID-19 ha dejado secuelas importantes en el sistema de salud, como la necesidad de una mejor preparación para emergencias sanitarias. Claudia Sheinbaum deberá fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica y crear planes de acción más efectivos para posibles futuras pandemias o brotes.

Salud mental. La atención a la salud mental ha cobrado mayor relevancia en los últimos años, especialmente tras la pandemia. Uno de los grandes retos será integrar de manera más amplia y accesible servicios de atención psicológica y psiquiátrica dentro del sistema de salud pública.

Mejorar la atención a la salud materna e infantil. Reducir las tasas de mortalidad materna e infantil sigue siendo una prioridad. Se deberá trabajar en políticas que fortalezcan la atención a la salud reproductiva y perinatal, asegurando que todas las mujeres y niños tengan acceso a cuidados médicos durante el embarazo y el parto.

Estos desafíos exigen un enfoque integral que abarque no solo la mejora de la infraestructura y recursos humanos, sino también políticas preventivas, mayor inversión en tecnología médica y una gestión eficiente del presupuesto destinado al sector salud.

Continuidad y consolidación de proyectos emblemáticos. Debe garantizar la continuidad de los proyectos emblemáticos del gobierno de López Obrador, como el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, asegurando que estos se desarrollen de manera sostenible y con transparencia. Estos proyectos tienen implicaciones económicas, sociales y ambientales de gran magnitud.

En síntesis, Claudia Sheinbaum deberá comprometerse en sus primeros 100 días a dar señales claras de liderazgo, articulando soluciones a los problemas más urgentes del país, desde la seguridad y la justicia hasta el crecimiento económico inclusivo y la protección del medio ambiente. Esto requiere no solo acciones inmediatas, sino también el establecimiento de bases sólidas para el mediano y largo plazo.

“La cuarta transformación es un proyecto profundamente humanista, porque tiene como objetivo la justicia social y el bienestar de todos”

Claudia Sheinbaum

En el umbral de una nueva era para México, el humanismo se erige como el faro que guiará el «segundo piso» de la Cuarta Transformación bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum. ¿Cuáles serán los pilares fundamentales que sostendrán esta visión renovada?: Igualdad, justicia social y el respeto irrestricto a los derechos humanos. ¿Cuáles son las bases de este humanismo mexicano que aspira a forjar un futuro más equitativo, inclusivo y esperanzador para todos los ciudadanos?

Igualdad de Género: En el corazón del humanismo mexicano late con fuerza el principio de la igualdad de género. Esta nueva etapa de la Cuarta Transformación reconoce que no puede haber verdadero progreso sin la plena participación y empoderamiento de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.

Bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum se vislumbra un horizonte donde las mujeres no solo tengan voz, sino que sean arquitectas activas en la construcción del futuro de México. Esto implica implementar políticas audaces que desmantelan las barreras históricas y culturales que han obstaculizado el avance de las mujeres. ¿Cuáles son estas políticas?:

Igualdad Laboral. Impulso de leyes que garanticen la paridad salarial y oportunidades equitativas de ascenso en todos los sectores.

Protección Integral. Fortalecimiento de los mecanismos de prevención y atención a la violencia de género en todas sus formas.

Justicia de Género. Reforma del sistema judicial orientada a asegurar una perspectiva de género en todos los procesos legales.

Educación Igualitaria. Programas educativos que fomenten la igualdad desde la infancia y eliminen estereotipos de género.

Equidad en la Distribución de Recursos y Oportunidades. El humanismo mexicano reconoce que la verdadera riqueza de una nación reside en el bienestar de todos sus ciudadanos. En esta nueva etapa, se busca tejer un tapiz social donde cada hilo, sin importar su origen, tenga la misma importancia y oportunidad de brillar.

La equidad en la distribución de recursos y oportunidades no es solo un ideal, sino una necesidad imperante para el desarrollo armónico de México. Esto implica repensar nuestros sistemas educativos, de salud y laborales para que sean verdaderamente inclusivos y accesibles para todos.

Educación Transformadora. Implementación de programas educativos innovadores que no solo impartan conocimientos, sino que también desarrollen habilidades críticas y creativas, preparando a los jóvenes para los desafíos del siglo XXI. Esto incluye la expansión de la educación digital y la formación en nuevas tecnologías.

Salud Universal y de Calidad. Fortalecimiento del sistema de salud pública, asegurando que incluso las comunidades más remotas tengan acceso a atención médica de calidad. Se promoverá la medicina preventiva y se invertirá en investigación médica nacional.

Trabajo Digno para Todos. Creación de políticas laborales que fomenten el empleo formal, mejoren las condiciones de trabajo y promuevan la capacitación continua. Se impulsará el emprendimiento social y la economía solidaria como motores de desarrollo local.

Protección y Respeto a los Derechos de la Infancia. En el corazón del humanismo mexicano late con fuerza la convicción de que el futuro de la nación descansa en el bienestar de sus niños y niñas. La nueva etapa de la Cuarta Transformación se compromete a crear un entorno donde cada infante pueda desarrollar plenamente su potencial, libre de violencia, explotación y discriminación

Este compromiso se traduce en políticas integrales que abarcan desde la nutrición y la salud hasta la educación y la protección legal. Se busca forjar una sociedad donde la infancia sea verdaderamente sagrada, donde cada niño y niña sea valorado como un tesoro nacional.

Nutrición y Desarrollo Temprano. Implementación de programas de alimentación escolar y apoyo nutricional para madres embarazadas y lactantes, asegurando un desarrollo saludable desde la concepción.

Educación de Calidad e Inclusiva. Reforma educativa que garantice escuelas bien equipadas, maestros capacitados y un currículo que fomente la creatividad, el pensamiento crítico y los valores humanistas.

Protección Contra la Violencia. Tema complejo. Fortalecimiento de los sistemas de protección infantil, con énfasis en la prevención del abuso, la explotación y el trabajo infantil.

Participación y Ciudadanía. Creación de espacios y mecanismos para que los niños y adolescentes participen en las decisiones que afectan sus vidas, fomentando una ciudadanía activa desde temprana edad.

Justicia Social y Reducción de la Pobreza. La lucha contra la pobreza y la desigualdad se erige como uno de los pilares fundamentales del humanismo mexicano en esta nueva etapa. Reconocemos que la verdadera riqueza de una nación no se mide por la opulencia de unos pocos, sino por el bienestar de todos sus ciudadanos.

Ingreso Básico Universal. Implementación gradual de un programa de ingreso básico que garantice un piso mínimo de bienestar para todos los ciudadanos, permitiéndoles cubrir sus necesidades básicas y participar activamente en la economía.

Desarrollo Regional Equilibrado. Inversión estratégica en las regiones más marginadas del país, fomentando la creación de polos de desarrollo que generen empleos y oportunidades locales, frenando la migración forzada.

Economía Social y Solidaria. Promoción de cooperativas, empresas sociales y modelos de economía circular que prioricen el bienestar comunitario sobre la ganancia individual, creando redes de apoyo y resiliencia económica.

Acceso Universal a Servicios Básicos. Se debe garantizar el acceso a agua potable, saneamiento, electricidad e internet para todos los hogares mexicanos, reconociendo estos servicios como derechos fundamentales en el siglo XXI.

Protección y Respeto a los Derechos Humanos. En el corazón del humanismo mexicano late el compromiso inquebrantable con la protección y el respeto a los derechos humanos. Esta nueva etapa de la Cuarta Transformación busca elevar la dignidad humana como el principio rector de todas las políticas y acciones del Estado.

Se propone una visión holística de los derechos humanos que va más allá de la mera retórica, para convertirse en una realidad tangible en la vida cotidiana de cada mexicano. Esto implica no solo fortalecer los mecanismos de protección existentes, sino también cultivar una cultura de respeto y empatía en toda la sociedad.

Inclusión y no Discriminación. Implementación de políticas que garanticen la igualdad de oportunidades y el respeto a la diversidad en todos los ámbitos de la vida pública y privada.

Libertad de Expresión y Asociación. Fortalecimiento de las garantías para la libre expresión y el derecho a la protesta pacífica, reconociendo estas libertades como pilares fundamentales de una sociedad democrática.

Acceso a la Justicia. Reforma integral del sistema judicial para asegurar un acceso equitativo y eficiente a la justicia para todos los ciudadanos, con énfasis en la protección de los grupos más vulnerables.

Desarrollo Sostenible: Un Compromiso con el Futuro: El humanismo mexicano en esta nueva etapa reconoce que no puede haber verdadero progreso si este se logra a costa del medio ambiente. La visión de desarrollo sostenible que se propone busca armonizar el crecimiento económico con la protección de nuestros ecosistemas y recursos naturales.

Con Claudia Sheinbaum en la presidencia de la República, conocida por su compromiso con la sostenibilidad, se espera una transformación profunda en la manera en que México aborda el desarrollo. Esta visión no solo busca mitigar los efectos del cambio climático, sino también posicionar a México como un líder global en innovación verde y economía circular.

Transición Energética. Aceleración de la transición hacia energías renovables, con inversiones masivas en energía solar, eólica y geotérmica, creando empleos verdes y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.

Ciudades Sustentables. Se necesita un rediseño urbano que priorice el transporte público eléctrico, la creación de espacios verdes y la implementación de tecnologías inteligentes para optimizar el uso de recursos.

Economía Circular. La economía circular es hoy un componente obligatorio en los procesos diseñados para lograr un cambio en el sector energético. Fomento de modelos de producción y consumo que minimicen el desperdicio y maximicen el reciclaje y la reutilización, transformando la relación entre economía y ecología

Conservación de la Biodiversidad.  Protección y restauración de ecosistemas clave, reconociendo el valor intrínseco de la biodiversidad mexicana y su importancia para la resiliencia climática y el bienestar humano.

Educación Integral con Enfoque Humanista

La educación se erige como el cimiento sobre el cual se construirá el futuro de México. En esta nueva etapa del humanismo mexicano, se propone una revolución educativa que va más allá de la mera transmisión de conocimientos, para abrazar una formación integral que cultive no solo mentes brillantes, sino también corazones compasivos y espíritus críticos.

Esta visión educativa busca formar ciudadanos plenos, capaces de enfrentar los desafíos del siglo XXI con creatividad, empatía y un profundo sentido de responsabilidad social. Se trata de una educación que no solo prepara para el mercado laboral, sino que inspira a los estudiantes a ser agentes de cambio en sus comunidades.

Currículo Humanista. Integración de las artes, la filosofía y la ética en todos los niveles educativos, fomentando el pensamiento crítico y la sensibilidad estética. Se promoverá el estudio de la historia y la cultura mexicana desde una perspectiva crítica y pluralista.

Pedagogía de la Empatía. Implementación de metodologías educativas que fomenten la inteligencia emocional, la resolución pacífica de conflictos y la colaboración. Se introducirán prácticas de mindfulness y desarrollo personal en las aulas.

Educación para la Ciudadanía Global. Programas que promuevan la comprensión de los desafíos globales, la interculturalidad y la responsabilidad ambiental. Se fomentarán intercambios internacionales y proyectos de aprendizaje-servicio comunitario.

Participación Ciudadana y Democracia Activa. El humanismo mexicano en esta nueva etapa reconoce que una verdadera democracia no se limita al acto de votar, sino que requiere de una ciudadanía activa, informada y comprometida.

Claudia Sheinbaum propone una transformación profunda en la relación entre el gobierno y los ciudadanos, donde la participación se convierte en el eje central de la toma de decisiones.

Esta visión busca crear una democracia vibrante y participativa, donde cada mexicano se sienta no solo representado, sino también empoderado para ser un agente de cambio en su comunidad y en el país. Se trata de construir un México donde la voz de cada ciudadano cuente y donde el poder público esté verdaderamente al servicio del pueblo.

Presupuestos Participativos. Implementación de mecanismos que permitan a los ciudadanos decidir directamente sobre la asignación de una parte del presupuesto público, priorizando proyectos comunitarios y obras de infraestructura local.

Consultas Ciudadanas Digitales. Desarrollo de plataformas tecnológicas seguras que faciliten la participación ciudadana en la toma de decisiones sobre políticas públicas, desde el nivel municipal hasta el federal.

Formación Cívica Continua. Creación de programas de educación cívica para todas las edades, que fomenten el conocimiento de los derechos y responsabilidades ciudadanas, así como la comprensión del funcionamiento del gobierno y las instituciones democráticas.

Observatorios Ciudadanos. Fortalecimiento de mecanismos de vigilancia ciudadana sobre la gestión pública, promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas en todos los niveles de gobierno.

Consolidación de la Justicia Social. La construcción del «segundo piso» de la Cuarta Transformación tiene como uno de sus pilares fundamentales la consolidación de la justicia social.

Este concepto, lejos de ser una mera aspiración, se convierte en el eje rector de políticas públicas concretas y ambiciosas que buscan cerrar las brechas de desigualdad que han marcado la historia de México.

En esta nueva etapa, la justicia social se entiende como un compromiso integral que abarca todos los aspectos de la vida de los ciudadanos. Se trata de crear un México donde la equidad no sea la excepción, sino la norma, y donde cada individuo tenga la oportunidad real de desarrollar su potencial y contribuir al bienestar colectivo.

Reforma Fiscal Progresiva. Implementación de un sistema tributario que garantice que quienes más tienen contribuyan en mayor medida al bienestar colectivo, financiando programas sociales y servicios públicos de calidad.

Seguridad Social Universal. Extensión de la cobertura de seguridad social a todos los mexicanos, incluyendo trabajadores informales y del campo, garantizando acceso a servicios de salud, pensiones y protección ante riesgos laborales.

Política de Vivienda Inclusiva. Desarrollo de programas de vivienda asequible y sustentable, priorizando la regeneración urbana y la creación de comunidades integradas con acceso a servicios y espacios públicos de calidad.

Justicia Laboral Efectiva. Fortalecimiento de los mecanismos de protección de los derechos laborales, incluyendo la implementación efectiva de la reforma laboral y la promoción de la negociación colectiva.

Fortalecimiento de la Democracia Participativa. En el corazón del humanismo mexicano late la convicción de que una verdadera democracia es aquella donde la voz de cada ciudadano no solo se escucha, sino que también se traduce en acción. Esta nueva etapa de la Cuarta Transformación busca profundizar y expandir los mecanismos de participación ciudadana, transformando la relación entre el gobierno y la sociedad civil.

“Humanismo es atender a los más pobres, a los que históricamente han sido olvidados por los gobiernos neoliberales”

Claudia Sheinbaum

La nueva jefa del Poder Ejecutivo plantea un modelo de gobernanza que va más allá de la democracia representativa tradicional, para abrazar una democracia participativa y deliberativa. Este enfoque busca empoderar a los ciudadanos para que sean coautores de las políticas públicas que afectan sus vidas, fomentando una cultura de corresponsabilidad en la construcción del futuro de México.

Asambleas Ciudadanas. Implementación de asambleas ciudadanas a nivel local y nacional, donde se debatan temas cruciales y se formulen propuestas que serán consideradas por los órganos legislativos.

Democracia Digital. Desarrollo de plataformas tecnológicas que faciliten la participación ciudadana en tiempo real, permitiendo votaciones seguras y transparentes sobre iniciativas locales y nacionales.

Formación de Líderes Comunitarios. Creación de programas de capacitación y empoderamiento para líderes comunitarios, dotándolos de herramientas para ser agentes efectivos de cambio en sus localidades.

Innovación y Desarrollo Tecnológico con Enfoque Humanista. El humanismo mexicano en esta nueva etapa reconoce el papel crucial de la innovación y el desarrollo tecnológico en la construcción de un futuro próspero y equitativo. Sin embargo, se propone un enfoque que pone el bienestar humano y la sostenibilidad en el centro de estos avances, asegurando que la tecnología sea una herramienta para la inclusión y no una fuente de nuevas desigualdades.

Claudia Sheinbaum, conocida por su background científico, busca posicionar a México como un hub de innovación responsable y ética. Esta visión no solo busca

impulsar el desarrollo económico, sino también abordar los grandes desafíos sociales y ambientales a través de soluciones tecnológicas innovadoras.

Investigación Ética. Fomento de la investigación científica y tecnológica con un fuerte componente ético, priorizando proyectos que aborden necesidades sociales y ambientales urgentes.

Automatización Inclusiva. Desarrollo de políticas que aseguren que la automatización y la inteligencia artificial complementen, en lugar de reemplazar, el trabajo humano, promoviendo la reconversión laboral.

Conectividad Universal. Implementación de un programa nacional para garantizar el acceso a internet de alta velocidad en todo el territorio, cerrando la brecha digital y democratizando el acceso al conocimiento.

Biotecnología Sostenible. Impulso a la investigación en biotecnología con enfoque en la seguridad alimentaria, la salud pública y la conservación de la biodiversidad, respetando principios éticos rigurosos.

Cultura y Artes como Pilares del Humanismo. El humanismo mexicano reconoce que la cultura y las artes no son lujos, sino necesidades fundamentales para el desarrollo integral de los individuos y la sociedad. En esta nueva etapa de la Cuarta Transformación, se propone elevar el papel de la cultura como un eje transversal que nutre todos los aspectos de la vida pública y privada.

Bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum, se busca implementar una política cultural ambiciosa que no solo preserve y celebre la rica herencia cultural de México, sino que también fomente la creación contemporánea y el diálogo intercultural. Esta visión entiende la cultura como un poderoso motor de transformación social, capaz de fomentar la empatía, la creatividad y el pensamiento crítico.

Acceso Universal a la Cultura. Implementación de programas que garanticen el acceso gratuito o de bajo costo a museos, teatros y eventos culturales en todo el país. Creación de centros culturales comunitarios en zonas marginadas, ofreciendo talleres y actividades artísticas para todas las edades.

Fomento a la Creación Artística. Aumento significativo en becas y apoyos para artistas y creadores, con énfasis en jóvenes y comunidades indígenas. Creación de residencias artísticas y programas de intercambio cultural a nivel nacional e internacional.

Educación Artística Integral. Fortalecimiento de la educación artística en todos los niveles escolares, integrando las artes en el currículo general. Implementación de programas de formación continua para maestros en educación artística y cultural.Bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum, México se embarca en un viaje ambicioso hacia un futuro donde la dignidad humana, la justicia social y la sostenibilidad sean los ejes rectores de nuestra sociedad.

Este «segundo piso» de la Cuarta Transformación no debe ser solo una continuación, sino una evolución y profundización de los ideales que la inspiraron. Se trata de construir un México donde cada ciudadano no solo tenga sus necesidades básicas cubiertas, sino que también tenga la oportunidad de florecer en todo su potencial humano.

El camino por delante es desafiante. Requiere el compromiso y la participación activa de cada mexicano, pues el verdadero cambio no viene solo desde arriba, sino que se construye día a día en nuestras comunidades, en nuestras escuelas, en nuestros lugares de trabajo. El humanismo mexicano nos invita a todos a ser protagonistas de esta transformación, a soñar juntos y a trabajar incansablemente por un México más justo, más igualitario y más humano.