Emilio

Columna: Prospectiva

Por: Emilio de Ygartua M.

“La Cuarta Transformación y el humanismo mexicano significa gobernar con ética, con profundo respeto por los derechos humanos y con la convicción de que el bienestar del pueblo es lo más importante”

Claudia Sheinbaum

Claudia Sheinbaum presentó una propuesta de lo que ha llamado “Humanismo Mexicano” cuyo objetivo es pavimentar la ruta para la edificación del segundo piso de la Cuarta Transformación, que prioriza el bienestar de las personas más vulnerables y ofrece garantizar una sociedad más equitativa. Este proyecto se basa en varios pilares fundamentales:

Justicia social. El humanismo que promueve Sheinbaum está enfocado en reducir la pobreza y la desigualdad. Busca cerrar las brechas sociales y económicas, enfocándose en aquellos sectores que históricamente han sido excluidos o marginados.

Equidad de género. Este es un eje central de su proyecto. La flamante presidenta prioriza la necesidad de crear una sociedad más equitativa para las mujeres, erradicando la violencia de género y promoviendo la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, desde lo laboral hasta lo educativo y lo político.

Desarrollo sostenible y bienestar comunitario. Su propuesta busca consolidar un modelo de desarrollo que respete el medio ambiente, mientras se enfocan en mejorar las condiciones de vida a nivel comunitario, siguiendo los principios de la justicia ambiental.

Fortalecimiento del Estado de bienestar. En línea con las políticas de la 4T, Sheinbaum apunta a consolidar un sistema robusto de protección social que incluya

salud universal, pensiones para adultos mayores, y programas sociales que aborden las necesidades de los niños y niñas, estudiantes, y grupos vulnerables.

Concreción del Proyecto de Humanismo. Este proyecto se concretará a través de una combinación de reformas legislativas y de la implementación de políticas públicas que fortalezcan el aparato del Estado en sectores clave.

En este sentido, las diez propuestas de reformas enviadas por la presidenta al Congreso juegan un papel crucial. Entre las más destacadas:

Reformas para fortalecer la equidad de género. Estas propuestas incluyen políticas para garantizar la paridad de género en cargos de decisión pública y privada, así como la protección legal efectiva contra el acoso y la violencia de género. También buscan asegurar que las mujeres tengan igualdad de acceso a recursos y oportunidades, tanto económicas como educativas.

Reformas para combatir la violencia de género. Claudia Sheinbaum ha puesto énfasis en reformar los marcos legales y las políticas públicas para fortalecer los mecanismos de protección para las mujeres que sufren violencia. Esto incluye mejorar la atención a las víctimas y endurecer las penas para agresores.
Apoyos económicos para adultos mayores, niños y niñas, y estudiantes universitarios. El proyecto también contempla aumentar los apoyos económicos que ya existen, como las pensiones para adultos mayores y los programas de becas para estudiantes universitarios, asegurando que todos tengan acceso a una educación gratuita y de calidad. Se busca implementar mayores transferencias monetarias a las familias de menores recursos y fomentar la inclusión de estudiantes en todos los niveles del sistema educativo.

Como se puede observar, el proyecto de humanismo de Claudia Sheinbaum está intrínsecamente ligado a las reformas que buscan consolidar un Estado de bienestar más inclusivo, con especial énfasis en la equidad de género y la justicia social.

“La Cuarta Transformación está basada en el humanismo mexicano, en la búsqueda de la justicia social, la igualdad y el bienestar del pueblo”

Claudia Sheinbaum

¿Cuáles son las bases ideológicas de esta propuesta de humanismo a la mexicana que nos presenta Claudia Sheinbaum? Su propuesta de “humanismo mexicano” se basa en una combinación de “principios ideológicos e históricos” que tienen sus raíces en movimientos sociales y filosóficos clave de México y el mundo.

Algunas de las bases ideológicas e históricas que sustentan este proyecto son:

Humanismo Clásico y Filosofía Social. El humanismo mexicano de Sheinbaum toma elementos del “humanismo clásico”, que pone al ser humano y su dignidad en el centro de las decisiones políticas y sociales. Sin embargo, lo adapta a un enfoque contemporáneo que busca la justicia social, los derechos humanos y la equidad.

Legado de la Revolución Mexicana. Uno de los fundamentos históricos del proyecto es el legado de la Revolución Mexicana (1910-1920), particularmente los principios de justicia social, derechos laborales y agrarios. Las demandas de los revolucionarios, como la reforma agraria y los derechos de los campesinos y trabajadores, han sido reinterpretadas en el contexto actual para abogar por una mayor equidad y la distribución justa de los recursos.

Cardenismo. El “cardenismo”, liderado por el presidente Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), es también una base ideológica importante. Durante su administración, Cárdenas promovió la nacionalización de los recursos naturales, la reforma agraria y la protección de los derechos laborales, lo que marcó un enfoque fuerte hacia la justicia social y la redistribución de la riqueza.

Sheinbaum retoma estos principios para enfocarse en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, pero adaptándolos a las necesidades actuales del país, como la protección del medio ambiente y los derechos de las mujeres.

Humanismo de la Izquierda Latinoamericana. El humanismo mexicano también está influenciado por el pensamiento de la izquierda latinoamericana del siglo XX y XXI, que ha promovido modelos de desarrollo enfocados en la inclusión social, la equidad y el empoderamiento de los sectores populares que han defendido políticas de redistribución, integración regional y soberanía popular.

Teología de la Liberación y el Cristianismo Social. Puede que en este punto haya discrepancia, pero me parece que la propuesta de humanismo mexicano parece estar vinculada, de manera indirecta, con ideas asociadas a la “teología de la liberación”, un movimiento que surgió en América Latina a finales del Siglo XX y que aboga por una interpretación del cristianismo enfocada en la liberación de los oprimidos y en la justicia social.

Aunque Sheinbaum es científica y no ha adoptado explícitamente este enfoque, su énfasis en los derechos de los más vulnerables y la superación de la pobreza se conecta con los ideales de un cristianismo social más igualitario.

Cuarta Transformación. El proyecto de la Cuarta Transformación, iniciado por Andrés Manuel López Obrador, es una base histórica y política directa para el humanismo mexicano. La 4T se ha propuesto como un proceso de transformación profunda del país, comparable a la Independencia, la Reforma y la Revolución, en el que se busca “La regeneración del Estado” y la lucha contra la corrupción. Sheinbaum busca con ello consolidar este proyecto, pero con un enfoque más marcado en los derechos humanos, la equidad de género y el fortalecimiento del Estado de bienestar.

Pensamiento Ambiental y Desarrollo Sostenible. Claudia Sheinbaum, incorpora el pensamiento del desarrollo sostenible y el humanismo ambiental. Esto se relaciona con la necesidad de equilibrar el crecimiento económico con la preservación del medio ambiente, protegiendo los recursos naturales para las futuras generaciones, tal como lo promovió en su gestión como jefa de Gobierno en la Ciudad de México.

Progresismo y Nuevos Movimientos Sociales. Por último, el “humanismo mexicano” de Claudia Sheinbaum responde a los nuevos movimientos sociales contemporáneos, como el feminismo, el ecologismo y los movimientos por los derechos indígenas.

Su propuesta busca integrar estos movimientos dentro de un marco político amplio, que impulse reformas estructurales para garantizar derechos plenos para todos los grupos históricamente marginados.

Concreción de estas bases en el proyecto. Estas bases ideológicas e históricas guían las políticas públicas de Sheinbaum. Están orientadas hacia la justicia social, la igualdad y la dignidad humana. A través de reformas que incluyen apoyos económicos para los sectores más vulnerables, políticas de equidad de género, y protección del medio ambiente, se busca llevar el humanismo a la práctica en la consolidación del Estado de bienestar y en la lucha por una sociedad más equitativa y justa.

En resumen, este enfoque es, en esencia, una reinterpretación moderna del humanismo clásico en el contexto mexicano, profundamente influenciado por los ideales de la Revolución Mexicana, el cardenismo, y la Cuarta Transformación. Continuidad, sin continuismo.

“Una mujer emprendedora debe ir tras lo que quiere y no disculparse por ello”

Sophia Amoruso

Tuve la oportunidad de realizar un diálogo para la comunidad de la Universidad Olmeca con Loida Primo, una brillante mujer, empresaria, influencer con miles de seguidores. Su libro, que espero pronto pueda presentar en nuestra entidad, «Gladiador o esclavo, ¿qué decides ser?» tiene como eje temático el desarrollo personal, el empoderamiento y la superación de los desafíos de la vida. A través de metáforas y analogías relacionadas con los gladiadores y esclavos de la antigüedad, la autora plantea una reflexión sobre las elecciones personales que cada individuo debe hacer en su vida diaria.

El mensaje principal que la autora busca transmitir es que todos enfrentamos adversidades y decisiones difíciles, pero lo que define nuestro destino es si optamos por ser «gladiadores», quienes luchan activamente por sus metas y libertad, o «esclavos», quienes se resignan a las circunstancias y permiten que otros dicten su vida. En este sentido, el libro promueve la autonomía, la resiliencia y la importancia de asumir el control de la propia vida.

El tono del libro es motivacional, alentando a los lectores a adoptar una mentalidad de lucha y determinación para superar los obstáculos y alcanzar sus sueños. En «Gladiador o esclavo, ¿qué decides ser?” Loida Primo busca transmitir un mensaje de empoderamiento personal, especialmente enfocado en las mujeres, en un contexto social que aún presenta desafíos como la misoginia y la desigualdad de género. El libro pone énfasis en el emprendimiento como una herramienta esencial para que las mujeres tomen control de sus vidas y rompan con los roles tradicionales que las limitan.

Primo utiliza la metáfora del gladiador como símbolo de la lucha activa y la valentía, sugiriendo que, en estos tiempos, las mujeres deben asumir ese papel y enfrentar los retos de un mundo misógino con determinación. El emprendimiento es presentado como una vía fundamental para el empoderamiento porque permite a las mujeres alcanzar independencia económica, autonomía y la capacidad de tomar decisiones sobre su propio destino.

Al incluir el emprendimiento como un eje central, Primo subraya la importancia de que las mujeres no solo tengan acceso a la educación y las oportunidades laborales, sino que también sean capaces de crear sus propios espacios de poder e influencia. En un mundo donde todavía existen barreras sistémicas y culturales que dificultan la igualdad de género, el emprendimiento se convierte en un camino viable y poderoso para desafiar estas limitaciones.

El mensaje clave es que las mujeres tienen el potencial y la capacidad de ser «gladiadoras» en lugar de «esclavas» de las circunstancias, y que el emprendimiento es una herramienta crucial para liberarse de la opresión y lograr el empoderamiento en tiempos difíciles.

Empoderar a las mujeres en un entorno donde sus derechos aún no son plenamente reconocidos y la equidad de género no se ejecuta de manera efectiva presenta varios retos fundamentales. Estos desafíos surgen a nivel social, económico, cultural y político, y la persistencia de la misoginia y las desigualdades estructurales sigue limitando el avance de las mujeres.

¿Cuáles son para ella los principales retos y las acciones necesarias para impulsar el empoderamiento femenino de manera formal y efectiva?

Persistencia de estereotipos y misoginia. Las normas culturales profundamente arraigadas y los estereotipos de género continúan afectando la manera en que se percibe y se trata a las mujeres en muchos países. La misoginia y las actitudes patriarcales perpetúan estas desigualdades y frenan la participación equitativa en la vida política, económica y social.

Se requiere una transformación cultural que aborde estos prejuicios desde la infancia. Las campañas de sensibilización pública, educación en igualdad de género desde los primeros niveles educativos, y la inclusión de hombres como aliados en la lucha contra el sexismo pueden reducir las barreras culturales.

Desigualdad económica y brecha salarial. A pesar de los avances en la educación, las mujeres siguen ganando menos que los hombres por trabajos equivalentes. Esto refleja una falta de equidad estructural que continúa marginando a las mujeres en el mercado laboral.

Las políticas gubernamentales y corporativas deben implementar medidas de transparencia salarial y legislación efectiva que garantice la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor. Además, es necesario promover la inclusión de más mujeres en sectores dominados por hombres y en puestos de liderazgo.

Falta de acceso a oportunidades y liderazgo. Aunque más mujeres acceden a la educación superior, su presencia en puestos de liderazgo sigue siendo limitada. Las mujeres enfrentan barreras tanto visibles como invisibles, como la falta de redes de apoyo y la responsabilidad desproporcionada en el trabajo doméstico y de cuidado.

Los gobiernos y las organizaciones deben implementar programas de mentoría, cuotas de representación, y políticas de conciliación trabajo-familia que permitan a las mujeres acceder a roles de liderazgo sin sacrificar su bienestar personal.

Violencia de género y derechos humanos. La violencia de género sigue siendo una de las principales barreras para el empoderamiento femenino. En muchos lugares, las leyes que protegen a las mujeres de la violencia no se aplican o no existen, lo que impide que las mujeres ejerzan sus derechos humanos de manera plena.

Es urgente reforzar la legislación contra la violencia de género, garantizar su implementación, y asegurar que las víctimas de violencia tengan acceso a la justicia y a servicios de apoyo. El fortalecimiento de instituciones que defiendan los derechos de las mujeres también es crucial.

Acceso limitado a recursos y poder económico. Las mujeres, especialmente en contextos rurales o marginados, enfrentan barreras para acceder a recursos financieros, tierras y otros medios de producción. Esto limita su capacidad para iniciar negocios, acumular riqueza y participar plenamente en la economía.

Los gobiernos y las instituciones financieras deben crear políticas que faciliten el acceso a recursos económicos para las mujeres, incluyendo crédito, formación empresarial y apoyo en la propiedad de tierras. Esto también implica fortalecer iniciativas de microfinanciamiento que promuevan la autonomía económica de las mujeres.

Implementación efectiva de leyes de equidad de género. Si bien la equidad de género está consagrada en muchas leyes, su implementación es débil o inexistente en la práctica.

Las instituciones carecen de mecanismos de rendición de cuentas y las políticas a menudo no se traducen en cambios reales. Resulta necesario establecer mecanismos de monitoreo y rendición de cuentas más rigurosos para garantizar la aplicación de leyes de equidad de género. Los gobiernos deben invertir en la capacitación de jueces, policías y otros actores del sistema de justicia para que reconozcan y actúen sobre cuestiones de género de manera efectiva.

Participación política limitada. A pesar de que cada vez más mujeres se están involucrando en la política, su representación sigue siendo desproporcionadamente baja en muchos contextos. Además, las mujeres en política a menudo enfrentan discriminación, acoso y violencia. El establecimiento de cuotas de género y la implementación de políticas que protejan a las mujeres políticas de la violencia de género pueden ayudar a aumentar la participación femenina en la toma de decisiones y garantizar que las perspectivas de las mujeres se escuchen a nivel gubernamental.

Educación en igualdad de género. Aunque las tasas de alfabetización femenina han aumentado, la educación en igualdad de género sigue siendo insuficiente en muchos sistemas educativos. Sin una base sólida en temas de equidad desde la juventud, las desigualdades de género se perpetúan.

Los sistemas educativos deben integrar la educación en equidad de género de manera transversal, incluyendo el enfoque en derechos humanos, el respeto mutuo y la igualdad de oportunidades, para que las nuevas generaciones crezcan con una visión igualitaria.

Para impulsar el empoderamiento femenino en un entorno global marcado por la inequidad y la misoginia, es crucial que las políticas, las leyes y las instituciones no solo existan en el papel, sino que se apliquen de manera efectiva. Esto requiere un enfoque integral que involucre cambios culturales, reformas estructurales y el compromiso activo de todos los sectores de la sociedad, incluyendo la educación, la economía y la política.

El empoderamiento formal de las mujeres debe ser un proceso dinámico, inclusivo y adaptado a las realidades de cada comunidad, siempre bajo la premisa de igualdad de oportunidades y derechos.

“Negar a las personas sus derechos humanos es desafiar su propia humanidad”

Nelson Mandela

La historia de los derechos humanos tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones, con un aporte fundamental en marco de la Revolución francesa de 1789, pero su formalización y reconocimiento como un conjunto universal de principios comenzó a consolidarse en el siglo XX, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial.

La creación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue un hito fundamental que estableció un marco global para garantizar la dignidad y los derechos de todas las personas, independientemente de su origen, género, o condición social. Este documento influyó de manera decisiva en la construcción de sistemas legales y sociales enfocados en la protección de derechos fundamentales como la libertad, la igualdad, y la no discriminación.

En México, los derechos humanos han sido reconocidos a lo largo de su historia, desde la promulgación de la Constitución de 1917, que introdujo derechos sociales avanzados para su época, hasta las reformas constitucionales de 2011, que reforzaron el respeto a los derechos humanos y su obligatoriedad en todos los niveles del gobierno. Sin embargo, el país sigue enfrentando importantes retos en la defensa y promoción de estos derechos, especialmente en temas como la equidad de género, la violencia contra las mujeres, la seguridad de los niños y adultos mayores, y la justicia social.

En Tabasco, los derechos humanos son de especial relevancia debido a los altos índices de pobreza, violencia de género y desigualdades sociales que afectan a su población. La importancia de fomentar una cultura de respeto y protección de los derechos humanos se vuelve aún más urgente en este contexto, donde mujeres, niños y adultos mayores son particularmente vulnerables. La equidad de género es un tema central, ya que persisten barreras que dificultan la plena participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, y la violencia doméstica sigue siendo un problema serio.

Las universidades tenemos un rol fundamental en la formación de ciudadanos conscientes, respetuosos y vigilantes del cumplimiento de los derechos humanos. Las instituciones educativas, especialmente las de nivel superior, debemos ser espacio donde se promueva el estudio, el respeto y la aplicación de los derechos humanos en todas sus formas, con especial énfasis en temas como la equidad de género, la seguridad de las mujeres, y la protección de grupos vulnerables como los adultos mayores e infantes.

El fomento del aprecio y respeto por los derechos humanos en las universidades es esencial porque éstas son el lugar donde se forman los futuros líderes, profesionales y ciudadanos. Es crucial que las universidades inculquemos valores éticos y morales sólidos, y los derechos humanos deben ser un valor inconmovible en sus programas educativos. Trabajar a favor de una ciudadanía respetuosa implica no solo educar en torno a los derechos fundamentales, sino también crear espacios de reflexión, debate y acción que promuevan la justicia, la equidad y el respeto por las diferencias.

El compromiso con la equidad de género y la seguridad de las mujeres debe ser un pilar en la labor educativa de las universidades, ya que la violencia de género es uno de los problemas más graves a nivel global, y las universidades tienen la responsabilidad de contribuir activamente a su erradicación. Esto incluye no solo educar sobre los derechos de las mujeres, sino también generar un ambiente seguro y libre de violencia dentro de sus propios espacios.

Formar una ciudadanía vigilante implica educar a los estudiantes no solo para conocer sus propios derechos, sino también para actuar como defensores de los derechos de los demás. Esto es especialmente importante en un contexto como el mexicano, donde aún existen graves violaciones a los derechos humanos. Las universidades deben fomentar el activismo, el voluntariado y la participación cívica para que los estudiantes se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades.
Los derechos humanos deben ser un valor inconmovible en las universidades porque son la base de una sociedad justa, equitativa y democrática. Solo a través de la educación y la concienciación se puede construir una ciudadanía que defienda y promueva estos derechos, trabajando por la equidad de género, la seguridad de los grupos más vulnerables y la construcción de un futuro donde todos los seres humanos puedan vivir con dignidad y respeto.

Por todo lo anterior, es más que importante y, en muchos sentidos, obligado que una institución de educación superior, como la Universidad Olmeca, que desde su fundación hace más de tres décadas ha estado alineada a la defensa y difusión de los derechos humanos, signe un convenio con la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) porque ambas entidades comparten un propósito común: la promoción, defensa y garantía de los derechos humanos; firma que ocurrió el pasado miércoles nueve del mes en curso en la Sala de Juicios Orales de esta institución de educación superior.

La educación superior juega un papel crucial en la formación de ciudadanos comprometidos con el respeto de estos derechos, mientras que la CEDH se encarga de proteger y promover esos derechos en el ámbito estatal. Esta vinculación habrá de generar un impacto profundo en la sociedad, formando a futuros profesionales y ciudadanos informados y responsables en la defensa de los derechos humanos.

¿Cuáles son las razones fundamentales para la firma de este convenio de colaboración?

Fomento de una Cultura de Derechos Humanos. La universidad es el espacio ideal para inculcar el respeto y la defensa de los derechos humanos. A través de un convenio con la CEDH, se puede integrar la enseñanza de los derechos humanos en los programas educativos, asegurando que los estudiantes no solo conozcan sus derechos, sino que también comprendan la importancia de defender los derechos de los demás

Capacitación y Formación Especializada. La CEDH puede ofrecer talleres, cursos y programas de formación continua a estudiantes, docentes y personal administrativo sobre temas específicos relacionados con los derechos humanos, como la equidad de género, la no discriminación, los derechos de los pueblos indígenas y la protección de grupos vulnerables (mujeres, niños, adultos mayores, personas con discapacidad).

Promoción de la Investigación Académica en Derechos Humanos. Este convenio contribuirá al desarrollo de investigaciones conjuntas sobre problemáticas locales o nacionales en materia de derechos humanos. Las universidades tenemos la capacidad de generar conocimiento valioso a través de sus recursos académicos y de investigación, lo que fortalecería el trabajo de la CEDH.

Generación de Políticas Públicas Basadas en Evidencia. Las universidades, en colaboración con la CEDH, debemos participar en la elaboración y propuesta de políticas públicas que busquen mejorar el respeto y garantía de los derechos humanos en el ámbito local. Estas políticas podrían abordar temas como la violencia de género, los derechos laborales, el acceso a la educación y salud, entre otros.

Defensa y Vigilancia del Cumplimiento de los Derechos Humanos. Los estudiantes y académicos de la Universidad Olmeca pueden contribuir activamente como observadores de derechos humanos, denunciando violaciones y asesorando a víctimas. Esta labor fortalecería el trabajo de la CEDH y fomentaría una ciudadanía más participativa y vigilante.

Promoción de la Equidad de Género y la Inclusión Social. Este convenio permitirá el diseño de programas específicos enfocados en la protección de los derechos de las mujeres, los niños, los adultos mayores y otros grupos en situación de vulnerabilidad. Estos programas pueden incluir campañas de sensibilización, acciones para prevenir la violencia de género, y la creación de espacios seguros en el ámbito académico.

En razón de lo anterior es que se han construido las bases principales de este convenio de colaboración:

Educación en Derechos Humanos. Se propone la elaboración de programas conjuntos de formación y sensibilización en derechos humanos, que incluyen la creación de cátedras, diplomados, talleres y seminarios, tanto para estudiantes como para el personal académico y administrativo. Estos programas abarcarán temas clave como la equidad de género, la inclusión, el respeto por la diversidad, y los derechos de grupos vulnerables.

Capacitación Permanente. El acuerdo contempla la capacitación regular y actualizada sobre derechos humanos, impartida por expertos de la CEDH, para garantizar que la comunidad universitaria esté al tanto de las últimas normativas, estándares y mejores prácticas.

Fomento de la Investigación en Derechos Humanos. Establecer mecanismos de colaboración para impulsar investigaciones académicas en temas prioritarios de derechos humanos en la región o a nivel nacional. Esto incluye la elaboración de diagnósticos, estudios de caso y la evaluación de políticas públicas relacionadas con los derechos fundamentales.

Participación Estudiantil en Defensa de los Derechos Humanos. Crear programas de participación donde los estudiantes puedan actuar como promotores y defensores de los derechos humanos, ya sea a través de actividades de servicio social, prácticas profesionales o como voluntarios en las campañas de la CEDH.

Creación de Unidades de Atención y Denuncia. El convenio incluye la instalación de una unidad de atención dentro de la universidad para recibir quejas o denuncias relacionadas con violaciones a los derechos humanos, en especial en temas de violencia de género, acoso escolar o laboral, discriminación y otras situaciones que afecten a la comunidad universitaria.

Campañas de Sensibilización y Difusión. La colaboración contempla la realización de campañas de sensibilización y difusión dirigidas a toda la comunidad universitaria, promoviendo el respeto y la importancia de los derechos humanos, y visibilizando la necesidad de erradicar la violencia, la discriminación y la desigualdad.

Inclusión de la Perspectiva de Género e Inclusión Social. El convenio garantiza que todas las acciones emprendidas en nuestra casa de estudios incluyan una perspectiva de género e inclusión social, promoviendo la equidad y trabajando activamente para eliminar las barreras que enfrentan las mujeres, los niños, las personas mayores, y otros grupos vulnerables dentro del ámbito académico y en la sociedad en general.

La firma de este convenio con la Comisión Estatal de Derechos Humanos no solo es un compromiso ético, es, sobre todo, una obligación moral para nuestra Universidad. Este tipo de colaboración asegura que nuestra institución ratifica su compromiso histórico de continuar asumiendo un papel activo en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y respetuosa de los derechos humanos.

“El desarrollo no puede suceder sin una expansión de las capacidades tecnológicas. La tecnología permite mejorar la calidad de vida y brindar acceso a recursos y conocimientos globales”

Amartya Sen

Foxconn, el gigante tecnológico taiwanés, ha anunciado la construcción de la mayor planta de producción mundial de superchips en México, específicamente para Nvidia. Estos chips, conocidos como GB200, son clave para los servidores que impulsan aplicaciones avanzadas de inteligencia artificial (IA) y el nuevo desarrollo de Nvidia dentro de su plataforma Blackwell. Esta planta, que puede instalarse en Nuevo León o en Jalisco y que se espera inicie su producción en 2027, será parte de un esfuerzo estratégico para aprovechar el auge global en el mercado de IA y aumentar la producción de chips destinados a servidores de alto rendimiento, necesarios para manejar grandes volúmenes de datos generados por IA y sistemas avanzados
Esta nueva instalación se suma a la sólida presencia de Foxconn en México, donde ya ha invertido considerablemente. Con esta expansión, la empresa busca capitalizar la creciente demanda de chips que alimentan tecnologías avanzadas, como servidores de IA, y se espera que la planta en México impulse significativamente el crecimiento de Foxconn en este sector. Además, se anticipa que este proyecto refuerce la posición de México como un actor clave en la manufactura de alta tecnología, particularmente en el campo de los semiconductores y la inteligencia artificial.

La instalación de una planta de semiconductores en México tiene importantes implicaciones tanto desde el punto de vista tecnológico como geopolítico.
Ventajas tecnológicas:

Diversificación y fortalecimiento de la cadena de suministro global. La creación de una planta de semiconductores en México fortalece la cadena de suministro al descentralizar la producción de chips, que actualmente depende en gran medida de Asia, específicamente de Taiwán y Corea del Sur. Esto hace que la cadena de suministro sea más resistente ante crisis geopolíticas o desastres naturales en esas regiones.

Avance en la manufactura de alta tecnología. Para México, el hecho de albergar una instalación de esta magnitud representa un salto en el sector tecnológico, ya que los semiconductores son componentes clave en prácticamente todas las industrias tecnológicas avanzadas, desde la inteligencia artificial hasta los vehículos eléctricos. Esto posiciona a México como un jugador clave en la industria global de semiconductores, atrayendo inversiones adicionales en investigación y desarrollo, así como mano de obra especializada.

Generación de empleos altamente cualificados. Este tipo de infraestructura demanda una fuerza laboral capacitada en ingeniería, manufactura avanzada y otras áreas tecnológicas, lo que podría impulsar el desarrollo educativo y técnico en México, elevando el nivel de la industria tecnológica nacional.

Implicaciones geopolíticas:

Competencia tecnológica global. La ubicación de una planta de semiconductores en México, impulsada por Foxconn (empresa taiwanesa) y en colaboración con Nvidia (una firma estadounidense), puede considerarse una respuesta directa a la creciente preocupación de Estados Unidos por la dependencia de China en la manufactura de tecnologías avanzadas. Estados Unidos ha implementado restricciones a China para evitar que acceda a tecnología clave para IA y supercomputación, lo que hace que las instalaciones en países como México adquieran mayor importancia estratégica para los aliados de EE.UU.

México como punto clave en la relación EE.UU.-China. México, al acoger a empresas taiwanesas como Foxconn y mantener una relación cercana con Estados Unidos bajo el marco del T-MEC, podría verse en una situación geopolítica delicada. La creciente presencia china en México a través de inversiones y comercio ha sido un tema de preocupación para EE.UU., que busca reducir la influencia china en su «patio trasero».

Si bien México podría beneficiarse de inversiones tanto de EE.UU. como de China, esto podría generar tensiones en la relación trilateral, especialmente si Washington percibe una mayor inclinación hacia los intereses chinos en la región. México tendrá que equilibrar su participación en las cadenas de suministro tecnológicas globales con las demandas geopolíticas de Estados Unidos, que está en medio de una disputa tecnológica y comercial con China.

En este sentido, la expansión de Foxconn en México puede acelerar las tensiones si China busca contrarrestar la influencia taiwanesa y estadounidense en el país

En síntesis, la instalación de esta planta trae grandes beneficios tecnológicos y económicos a México, pero también lo posiciona en un escenario geopolítico complejo, en el que las dinámicas entre EE.UU., China y Taiwán serán cruciales en los próximos años.

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