Emilio

Columna: Prospectiva

Por: Emilio de Ygartua M.

“Estas elecciones son sobre la oportunidad y la dignidad de todos los estadounidenses. No solo debemos votar, sino que debemos votar para proteger lo que hace grande a nuestra nación: su diversidad, su justicia, y su promesa de igualdad para todos”

Kamala Harris

Con dos semanas restantes para las elecciones en Estados Unidos, el escenario más factible parece ser una competencia muy cerrada, especialmente en los estados bisagra o «swing states», como Pensilvania, Georgia, Arizona y Wisconsin. Estos estados, que históricamente han decidido elecciones presidenciales, serán claves en un contexto de empate técnico. En tales escenarios, las campañas se centran intensamente en movilizar al electorado, lo que incluye esfuerzos para asegurar una alta participación de votantes indecisos y reforzar el «voto duro».

La negativa de Donald Trump a participar en un segundo o tercer debate ha tenido implicaciones mixtas. Por un lado, esto podría consolidar su base de votantes leales, quienes suelen desconfiar de los medios de comunicación tradicionales y ven su ausencia como un desafío a las reglas del establishment. Sin embargo, también abre oportunidades para Kamala Harris, quien puede usar este vacío para presentarse como más accesible y comprometida con un discurso directo hacia los votantes moderados e independientes. La ausencia de Trump en los debates reduce la posibilidad de enfrentamientos directos, lo que le resta visibilidad en momentos cruciales del ciclo electoral, algo que podría jugar en su contra con los votantes indecisos.

En cuanto a Kamala Harris y el Partido Demócrata, su enfoque ha sido no solo capitalizar la ausencia de Trump, sino también utilizar a figuras clave como Barack Obama, quien sigue siendo una voz altamente influyente entre los votantes jóvenes y afroamericanos. Obama ha estado jugando un papel estratégico, apareciendo en mítines en los estados bisagra, y utilizando su popularidad para atraer a votantes moderados que puedan estar indecisos o que se hayan desencantado con el sistema político. Además, Harris está tratando de fortalecer la narrativa de que una administración demócrata será más inclusiva y enfocada en la estabilidad institucional, apelando a la fatiga que muchos sienten tras los años de divisiones políticas.

Las estrategias menos visibles que el Partido Demócrata podría estar implementando incluyen un fuerte enfoque en el uso de datos y tecnología para movilizar votantes, especialmente a través de redes sociales y plataformas digitales, donde los equipos de campaña pueden dirigir mensajes precisos a grupos demográficos específicos. Es probable que estén trabajando intensamente en el «ground game», es decir, la movilización puerta a puerta en los estados bisagra, una táctica que ha sido tradicionalmente muy efectiva en elecciones cerradas.
La negativa de Trump a participar en más debates podría fortalecer su base, pero también ha dado a Harris y a los demócratas espacio para ampliar su alcance entre los indecisos, utilizando figuras como Obama para consolidar su apoyo en estados clave.

Por las características del proceso electoral del vecino del norte es inadecuado centrarse en encuestas para anticipar un resultado porque no es el voto ciudadano el que decide, sino un Colegio Electoral. A Kamala le puede ocurrir lo mismo que a Hillary Clinton en el 2016. Ella obtuvo 3 millones más de votos ciudadanos, pero los 19 votos electorales de Florida inclinaron la balanza a favor del republicano, quien, por cierto, si de apoyos del sector financiero se tratara, ya tendría el triunfo en la bolsa ya que los grandes inversores consideran que, con su victoria, como en el 2016, sus ganancias crecerían exponencialmente.

Vale la pena referirnos al artículo de Enrique Quintana, publicado en El Financiero el viernes pasado. El director editorial de ese diario señaló que la depreciación que ha sufrido el peso en las últimas sesiones no se deben a la reforma al poder judicial, “que ya están descontadas por los mercados”, sino a la narrativa del candidato republicano que anticipa que de volver a la Casa Blanca decretará aranceles del 100 o 200 por ciento a los autos chinos fabricados en nuestro país, al tiempo que sigue con su discurso antiinmigrantes que cada día es más radical para gusto de sus bases radicales de derecha.

No es el “Plan C” lo que ha provocado la volatilidad, ni tampoco lo que un exgobernador tabasqueño y su amigo X manifestaron al unísono en redes sociales. La reunión de Claudia Sheinbaum con empresarios que hablaron de una inversión en México en el 2025 de 25 mil millones de dólares, es muestra evidente de el sector productivo está recuperando la confianza y, cuando menos, escucha el planteamiento de la presidenta que les aseguró que la reforma al poder judicial garantizará el Estado de derecho que con razón demanda ese sector.

Esta confianza se evidencia luego de que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard se reuniera con empresarios para trazar una ruta para fortalecer el nearshoring y convertir al país en referente de inversiones. México puede ser líder global en semiconductores, le plantearon empresarios a quien fuera canciller en la administración anterior.

No obvio comentar que el conflicto en oriente cercano también tendrá repercusiones en el proceso electoral, generando en algunos sectores inconformidad con la administración Biden, que lastimará a Kamala, por el abierto apoyo de ambos a Israel y una postura no clara sobre los derechos de Palestina a ser reconocida como Estados, en tanto que Trump puede ser favorecido por el alargamiento de este conflicto y el de Rusia-Ucrania, temas que el republicano ha utilizado para descalificar al gobierno demócrata.

La reciente muerte del líder de Hamas, Yahya Sinwar, en un ataque israelí en Gaza ha intensificado la situación en la región, especialmente en Gaza y Cisjordania. La eliminación de Sinwar, un importante líder militar de Hamas, se percibe como un golpe severo para la organización, que ahora enfrenta desafíos en su estructura de mando.

A corto plazo, se espera que Hamas intente enmarcar su muerte como un sacrificio heroico para galvanizar apoyo, pero también se prevé una confusión interna y dificultades para encontrar un nuevo liderazgo cohesivo
Simultáneamente, la intervención de Israel en el sur del Líbano, donde está combatiendo a Hezbollah, ha generado una mayor polarización en el Oriente Cercano.

Hezbollah ha intensificado los ataques transfronterizos, lanzando proyectiles y drones contra Israel, lo que ha llevado a una escalada militar. Israel, por su parte, ha continuado con ataques aéreos en Líbano, tratando de debilitar las capacidades de Hezbollah. Este conflicto entre Israel y Hezbollah corre el riesgo de expandirse, ya que ambos grupos tienen apoyo directo de Irán, lo que añade una dimensión regional más amplia a la situación

La muerte de líderes como Sinwar y los ataques a Hezbollah también han fortalecido políticamente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien está bajo presión por las fallas en la seguridad que permitieron los ataques de Hamas el 7 de octubre. En este contexto, la polarización aumenta no solo entre Israel y sus enemigos directos, sino también dentro de Israel, donde la postura de mano dura de Netanyahu busca consolidar el apoyo de la derecha
Este escenario en Gaza y Líbano representa una creciente complejidad, con la posibilidad de que la violencia se extienda a otras partes de la región, mientras las negociaciones de paz parecen estar lejos debido a la intensificación de las hostilidades.

“La corrupción es hija de la desigualdad, de la falta de oportunidades”

José Mujica

La corrupción debe ser vista como el enemigo del bienestar y desarrollo de una sociedad porque destruye la confianza pública en las instituciones, desvía recursos destinados al desarrollo social y económico, y genera desigualdad. La corrupción limita el acceso a servicios esenciales como la educación, la salud y la justicia, afectando especialmente a las poblaciones más vulnerables. También impide que las sociedades crezcan de manera justa y sostenible, ya que promueve el enriquecimiento de unos pocos a expensas del bienestar colectivo. En el largo plazo, la corrupción perpetúa la pobreza, socava la democracia y dificulta la construcción de un estado de derecho sólido.

En razón de lo anterior es que la Universidad Olmeca, que recién cumplió 33 años, firmó el viernes próximo pasado un convenio de colaboración con la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción- Tabasco. La secretaria técnica de este organismo, Dra. Maday Merino Damián, destacó que este acuerdo permitirá fortalecer la investigación en la materia en el propósito de esta secretaria ejecutiva de construir puentes con las instituciones de educación superior que deriven en políticas públicas fundadas en la participación del gobierno, la academia, el empresariado y el sector social.

Desde la óptica de la ciudadanización, la ética de la honestidad puede ser promovida mediante la participación activa de los ciudadanos en la vigilancia y rendición de cuentas de los actos gubernamentales. La formación de ciudadanos comprometidos y conscientes de su papel en la lucha contra la corrupción es clave para construir una cultura de transparencia.

Esto puede impulsarse a través de la educación cívica, la creación de mecanismos de denuncia accesibles y la implementación de políticas de gobierno abierto que permitan a la ciudadanía monitorear y exigir responsabilidades. La ciudadanización también incluye fomentar una ética de la responsabilidad en las acciones cotidianas, promoviendo una cultura donde se valore la integridad personal y profesional como un activo fundamental.

Para la Universidad Olmeca, la firma de este convenio con un organismo público que combate la corrupción y fomenta la ética y la honestidad es vital, ya refuerza nuestro compromiso con la formación de profesionales éticos y responsables. Al tener entre sus valores fundamentales la ética profesional, la universidad tiene la responsabilidad de inculcar estos principios en sus estudiantes, preparándolos para que contribuyan al desarrollo de una sociedad más justa y transparente.

Además, la colaboración con un organismo dedicado a combatir la corrupción puede fortalecer el rol de la universidad como un actor clave en la transformación social, al ofrecer programas educativos y de concientización que promuevan la ética y la responsabilidad social como principios básicos en el ámbito profesional.

“La esperanza no es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido independientemente de como resulte”

Vaclav Havel

La semana pasada, a iniciativa del diario español, “El País”, se reunieron políticos, investigadores sociales y expertos en geopolítica para analizar el escenario mundial y plantear propuestas con la vista puesta en el futuro. Se habló de «la geopolítica de la esperanza» que se plantea como una perspectiva que busca contrarrestar las tendencias actuales de polarización, xenofobia y populismo, fundamentada en la construcción de un futuro basado en valores humanistas, solidaridad y cooperación global.

Los principales componentes de esta geopolítica pueden describirse de la siguiente manera:

Humanismo y liberalismo social. En contraste con la creciente polarización, la geopolítica de la esperanza promueve una visión humanista centrada en la dignidad y los derechos humanos. Busca garantizar que las políticas nacionales e internacionales pongan en el centro el bienestar de las personas, priorizando el acceso a oportunidades equitativas y el desarrollo sostenible. Esto se alinea con un liberalismo social que combina la libertad individual con una responsabilidad colectiva para reducir desigualdades.

Solidaridad global frente al nacionalismo retrógrado. Mientras que el nacionalismo y el populismo han ganado terreno en muchos países, esta geopolítica propone la solidaridad internacional, especialmente en temas como la migración, el cambio climático y el comercio. En lugar de cerrarse en un «espejo retrovisor» que mira hacia un pasado idealizado, se enfoca en crear un futuro inclusivo, donde la cooperación y el entendimiento mutuo sean clave para superar desafíos comunes.

Políticas migratorias inclusivas y justas. La geopolítica de la esperanza rechaza el odio hacia los migrantes y aboga por políticas migratorias más inclusivas, reconociendo la interdependencia global. Al promover la integración en lugar de la exclusión, estas políticas buscan crear sociedades más cohesionadas y resilientes ante el cambio demográfico.

Economía del bien común y sostenibilidad. Frente a un modelo económico que solo mide el éxito en términos monetarios, la geopolítica de la esperanza introduce “la economía del bien común”, que prioriza el bienestar social y ecológico sobre el crecimiento económico a toda costa. En este marco, la economía circular y las políticas climáticas justas son fundamentales para garantizar un desarrollo sostenible y equitativo.

Lucha contra el cambio climático como eje de cooperación internacional. El cambio climático es un desafío global que no reconoce fronteras. En este sentido, la geopolítica de la esperanza impulsa una agenda ecológica centrada en la acción climática colectiva, fomentando alianzas internacionales que busquen mitigar los efectos del calentamiento global y promuevan una transición energética justa para todos los países, no solo para las potencias económicas.

Desarrollo de una nueva narrativa sobre el éxito y los valores sociales. Este enfoque busca desmantelar la narrativa predominante que mide el éxito exclusivamente en términos monetarios y materialistas. Se enfoca en crear una nueva visión que valore el bienestar social, la felicidad y el respeto por los derechos humanos como verdaderas métricas de progreso. Esto también implica una reevaluación de los valores de una sociedad líquida, que ha perdido el sentido de comunidad y de propósito compartido.

¿Cuáles son los elementos disruptivos frente a la polarización que priva en el planeta ante el avance de posturas antagónicas: derecha e izquierdas radicales que fomentan políticas públicas populistas? La geopolítica de la esperanza puede ser disruptiva porque propone una nueva narrativa frente a la polarización y la creciente hostilidad en muchos países.

En lugar de continuar el ciclo de confrontación entre populismos de derecha e izquierda, esta visión fomenta un diálogo basado en el entendimiento mutuo, en la necesidad de abordar problemas globales con soluciones cooperativas y en la creación de sistemas políticos más participativos y equitativos.

Además, este enfoque pone un énfasis crucial en la educación, el acceso a oportunidades y la creación de un entorno donde las personas puedan prosperar independientemente de su origen. Esto es especialmente importante en una era marcada por el odio a los migrantes, el cambio climático y el aumento de las desigualdades, incluso en los países desarrollados.

Al construir un futuro basado en principios de equidad, justicia social y sostenibilidad, la geopolítica de la esperanza ofrece una alternativa poderosa y necesaria a los impulsos regresivos del nacionalismo, el populismo y el odio creciente hacia el «otro». También se alinea con la necesidad de revitalizar los valores democráticos en un mundo que está viendo su fragmentación.

“El acceso a la atención de la salud, incluida la dental, es un derecho humano básico, no un privilegio para unos pocos”

Paul Farmer

La semana pasada, la Universidad Olmeca firmó un convenio con el Colegio Tabasqueño de Cirujanos Dentistas que tiene enorme relevancia para esta institución de educación superior líder en el área de Ciencias de la Salud y, en particular, en la carrera de Cirujano Dentista.

Fortalecimiento académico y profesional. El convenio permitirá a la Universidad Olmeca acceder a conocimientos especializados y actualizaciones constantes sobre las mejores prácticas en odontología. La colaboración con profesionales y expertos del Colegio Tabasqueño de Cirujanos Dentistas garantiza que el plan de estudios de la carrera de Cirujano Dentista esté alineado con los avances más recientes en la disciplina.

Vinculación con el sector profesional. A través de esta alianza, los estudiantes de Odontología de la Universidad Olmeca tendrán mayores oportunidades de vinculación profesional. Esto incluye la realización de prácticas clínicas, acceso a seminarios y congresos especializados, y oportunidades de networking con cirujanos dentistas de prestigio, lo que fortalecerá la empleabilidad de los egresados de nuestra institución, visualizados con más competencias profesionales.

Innovación y actualización en la formación. El convenio facilitará la creación de programas de formación continua y diplomados que permitan a los estudiantes y docentes mantenerse al día con los avances tecnológicos y científicos en odontología. El acceso a investigaciones y nuevas metodologías contribuirá al desarrollo de una práctica odontológica innovadora.

Certificación y acreditación. Trabajar junto a este prestigiado Colegio facilitará la obtención de certificaciones o acreditaciones que avalen la calidad educativa de la Universidad Olmeca en el campo de la odontología.

¿Cómo estar a la vanguardia en Odontología? Para que la Universidad Olmeca se mantenga a la vanguardia en el campo de Odontología, está fortaleciendo estrategias claves:

Tecnología e innovación. Incorporación de las últimas tecnologías odontológicas en la clínica universitaria, como impresoras 3D, radiología digital y software de diseño de sonrisa digital, así como técnicas avanzadas en cirugía dental, implantología y ortodoncia. La inversión en equipos de última generación permitiría a los estudiantes formarse en un entorno de alta tecnología.

Investigación científica. Esta alianza alentará la investigación en odontología, especialmente en áreas emergentes como la biotecnología aplicada a la salud oral, la regeneración ósea y tisular, y las terapias mínimamente invasivas.

Formación integral y multidisciplinaria. Este convenio garantiza una formación que no solo abarque el conocimiento técnico, además, fortalecerá en nuestros educandos habilidades de gestión, ética profesional y trabajo interdisciplinario. Esto permitirá a los cirujanos dentistas egresados de nuestra institución adaptarse a diversas situaciones dentro de un sistema de salud en constante evolución.

Sostenibilidad y responsabilidad social. Estamos fomentando a nuestros estudiantes una conciencia sobre el impacto ambiental de la odontología y las prácticas sostenibles, como la reducción de desechos y el uso de materiales ecoamigables. Nuestro plan de estudios incluye el fomento al emprendimiento y el conocimiento de la economía circular.

Finalmente, es necesario enfatizar que la firma de este convenio  fortalece los programas de atención comunitaria que se ofrecen  en nuestra clínica odontológica a sectores vulnerables como parte del compromiso social de la Universidad Olmeca.

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