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La UE y varios países árabes expresaron este sábado su profunda preocupación ante el riesgo de una “escalada incontrolable” en Medio Oriente, luego de que Israel atacara instalaciones militares en Irán en represalia por un lanzamiento de misiles balísticos por parte de Teherán.
Mientras que la UE, a través de su portavoz Nabila Massrali, hizo un llamado a la “máxima moderación” para evitar un ciclo de violencia, los países árabes condenaron el ataque israelí y exigieron respeto por la soberanía iraní, advirtiendo sobre las graves consecuencias de un conflicto regional extendido.
El ataque israelí, realizado la madrugada de este sábado, dejó al menos dos soldados iraníes muertos, elevando considerablemente la tensión.
Nabila Massrali, portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), liderado por Josep Borrell, señaló en un comunicado que este “peligroso ciclo de ataques y represalias corre el riesgo de provocar una mayor expansión del conflicto regional”.
La UE reconoció el derecho de Israel a la autodefensa, pero insistió en la necesidad de que todas las partes involucradas actúen con moderación para evitar una escalada que podría tener consecuencias devastadoras.
Condena árabe
Varios países árabes de Medio Oriente condenaron enérgicamente la acción militar y exigieron a Israel que respete la soberanía de Irán. Arabia Saudí fue uno de los primeros en expresar su preocupación, manifestando que estos ataques constituyen una violación de las leyes internacionales y advirtiendo sobre las posibles repercusiones de un conflicto prolongado.
En su comunicado, el Ministerio de Exteriores saudí instó a todas las partes a actuar con moderación y solicitó a la comunidad internacional intervenir para frenar esta escalada.
Jordania, otro actor importante en la región, también se manifestó en contra del ataque. El Ministerio de Exteriores jordano expresó su “rechazo absoluto” a la ofensiva israelí y calificó la situación como una “peligrosa escalada” en violación del derecho internacional.
Además, una fuente del Ejército de Jordania confirmó a la televisión local que las Fuerzas Armadas del país están vigilando de cerca el conflicto y que están preparadas para actuar si la situación se agrava.
Emiratos Árabes Unidos (EAU), que estableció relaciones diplomáticas con Israel en 2020, también condenó el ataque y reafirmó la importancia de respetar la soberanía estatal como base para la resolución de conflictos.
En su declaración, el Ministerio de Exteriores de EAU subrayó la necesidad de recurrir a medios diplomáticos y evitar cualquier confrontación que agrave las tensiones.
Llamado a una tregua
Egipto, uno de los mediadores más activos entre Israel y Hamás, se unió al coro de voces que piden calma en la región. El Ministerio de Exteriores egipcio alertó sobre los peligros de una escalada que podría conducir a una confrontación de gran magnitud, afectando la seguridad tanto regional como internacional.
Egipto destacó que la raíz de esta violencia es el conflicto en Gaza y pidió un cese al fuego inmediato como única vía para reducir las tensiones.
Asimismo, el Ministerio de Exteriores de Omán recordó que los ataques de Israel “socavan los esfuerzos para reducir la tensión y promover la resolución pacífica de conflictos”. En sintonía con la postura de otros países árabes, Omán subrayó la necesidad de priorizar las vías diplomáticas y evitar que la situación se convierta en una crisis aún mayor.
Los aliados de Irán en la región también manifestaron su apoyo a la República Islámica. Siria y los hutíes de Yemen, principales aliados de Teherán, condenaron los ataques israelíes y destacaron el derecho legítimo de Irán a defender su soberanía.
En un comunicado, el Ministerio de Exteriores sirio acusó a Israel de despreciar las leyes internacionales y advirtió sobre las consecuencias de mantener una “guerra genocida” en Gaza y Líbano.
Por su parte, los hutíes de Yemen señalaron que los ataques israelíes son un intento de desviar la atención de las “brutales acciones” en contra del pueblo palestino en Gaza, agravando la tensión en una región ya sumamente volátil.
