Del auge al ocaso: la lucha por revitalizar las agroindustrias

El sector agroindustrial de Tabasco, que llegó a ser fue un referente nacional, enfrenta un futuro incierto. Especialistas debaten sobre la viabilidad de recuperar las empresas emblemáticas, mientras se alertan sobre el impacto en la economía rural.

Francisco Uribe

Villahermosa

A dos décadas del cierre de las primeras agroindustrias de las cinco que Tabasco llegó a manejar para agregar valor a la producción del campo, especialistas del sector agropecuario ven difícil la posibilidad de un eventual rescate, ya que se requiere una gran inversión. Coinciden en que, aunque otros creen que es necesario, el rescate no es técnicamente viable ni rentable.

El sector agroindustrial tabasqueño, en tiempos de bonanza, estuvo conformado por la procesadora de pimienta, la planta de hule de Buergos, Oleaginosas del Sureste, Incatabsa, Frigorífico y Ultralácteos.

El expresidente del Sistema Producto Cacao y el exlíder de la Unión Ganadera Regional de Tabasco, Vicente Gutiérrez Cacep y Adán Merodio Hernández, respectivamente, señalaron que se debe dar un impulso al campo, pero a través de otra visión.

Sin embargo, el economista y experto en el tema agropecuario, Rigoberto Ovando Juárez, manifestó que, dentro del nuevo plan de apoyo al campo por parte del gobierno federal, debería considerarse la recuperación de la vocación productiva del estado de Tabasco, rescatando toda su agroindustria, que desde la década de los años 90 se ha dejado en el abandono y ha enfrentado múltiples problemas.

Consideró que lo prioritario será el rescate de esas agroindustrias que en algún momento fueron el ejemplo a seguir a nivel nacional, como la industria del cacao, copra, Frigorífico y la empacadora, además de Ultralácteos, plataneros y, en menor escala, pimenteros, arroceros y cultivos perennes.

«Cabe recordar que en Tabasco se tenía el liderazgo en el sector agroindustrial, tanto en cacao como en ganadería, y en menor escala en la actividad coprera, pimentera, platanera y otros cultivos propios de nuestra región», reiteró el abogado que dirige el proyecto denominado Justicia Agraria en Tabasco.

Quedaron en el olvido

En los años 90, quebraron las procesadoras de pimienta y de hule hevea: la primera en Ciudad Industrial de Villahermosa y la segunda en la comunidad de Buergos, Macuspana.

En 2019, Oleaginosas del Sureste se declaró en quiebra técnica debido a los malos manejos de sus líderes y la caída de los precios de la copra. Inicialmente, esta agroindustria comenzó sus actividades en una superficie de 9 hectáreas y contaba con capacidad de extracción mecánica para 40 mil toneladas anuales de copra, así como un espacio de refinación e hidrogenación para 14 mil toneladas de aceite.

También llegó a contar con una planta de extracción de solventes para 60 mil toneladas de frijol de soya, una planta electrolítica para 340 mil metros cúbicos de hidrógeno, almacenes, construcción de oficinas, cinco tráileres, dos camiones, la fábrica Jabones del Sureste y producción de aceite.

En 2012, cerró definitivamente sus puertas Ultralácteos, propiedad de la Unión Ganadera Regional de Tabasco (UGRT), tras 25 años de operación. Contaba con uno de los equipos más modernos para envasar 6 mil litros por hora, es decir, 48 mil cajas de un litro en una jornada laboral de ocho horas; sin embargo, cerró por falta de rentabilidad.

A la danza de quiebras le siguió el Frigorífico y Empacadora de Tabasco, que tenía capacidad para sacrificar mil 300 novillos diariamente para abastecer el mercado local y el centro del país. Fundada en 1936, esta organización terminó maquilando 150 reses diarias, hasta desaparecer por la baja rentabilidad.

Al cierre de esta, la Unión Ganadera intentó vender las 32 hectáreas de terrenos donde se encuentran las instalaciones de la Empacadora y Frigorífico, para construir el World Trade Center, lo que levantó una ola de protestas de los más de 15 mil socios.

En la actualidad, la Industrializadora de Cacao, situada en el municipio de Cárdenas, se encuentra al borde del colapso, siendo otra empresa víctima de la corrupción de sus dirigentes.

Como antecedente, en las décadas de los 60 y 70, Tabasco producía más del 80 por ciento del cacao nacional, alcanzando más de 30 mil toneladas anuales en más de 60 mil hectáreas. Sin embargo, debido a los malos manejos de los productores, el envejecimiento de las plantaciones, la falta de inversión en tecnologías agrícolas y plagas como la moniliasis y la escoba de bruja, la superficie sembrada se ha visto devastada.

Se debilitaron

Esta es la línea del tiempo que terminó por extinguir las factorías:

1991

Cierra la procesadora de pimienta ubicada en Ciudad Industrial

1992

La procesadora de hule de Buergos, en Macuspana cerró sus puertas

2012

Quiebra Ultralácteos

2018

Frigorífico cesa operaciones

2024

A punto de bajar totalmente sus cortinas Incatabsa

Fuente: Productores, economistas, Inegi

El rescate de las agroindustrias es fundamental para reactivar la economía rural y mejorar la calidad de vida de los productores y trabajadores del sector”

Rigoberto Ovando Juárez

Economista

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