Emilio

Columna: Prospectiva

Por: Emilio de Ygartua M.

“Estamos en una encrucijada histórica; debemos elegir entre avanzar hacia una nación más  inclusiva o retroceder a políticas divisivas”

Kamala Harris

Mañana martes 5 de noviembre es el día “D”, para los Estados Unidos y para el resto del planeta. Se realizan las elecciones presidenciales; la contienda entre Kamala Harris y Donald Trump se presenta extremadamente reñida. Las encuestas nacionales muestran una ligera ventaja para Harris, con una diferencia de aproximadamente un punto porcentual sobre Trump. Sin embargo, en los estados clave, conocidos como “swing states”, las diferencias son mínimas y, en muchos casos, dentro del margen de error.

En los últimos días se ha visualizado como una contienda de género: la mayoría de las mujeres piensa votar por Kamala; en contrario sensu, la mayoría de los hombres se ha decantado por el candidato republicano. Por ello, los últimos días, horas y minutos, ambos contendientes se han centrado en revertir esas tendencias. “Estamos en problemas”, de escuchó decir a la candidata demócrata que no se percató que el micrófono estaba abierto.

Los datos que le mostraron sus asesores le confirmaron que los hombre blancos estaban volcados a favor del neoyorquino y que, además, latinos de algunos estados de la Unión Americana, han mostrado su oposición a que sigan llegando más migrantes, lo que, aparentemente, los suma a los adeptos de Trump.

Como se sabe, los ciudadanos estadounidenses, dentro y fuera del país, pueden anticipar su voto ya sea por correo o de manera electrónica, método que no le gusta al candidato republicano que lo ha asociado a un no comprobado fraude en las elecciones que perdió con Biden en 2020. En las últimas horas este discurso ha vuelto a ser parte de la narrativa.

La participación anticipada ha sido notable, con más de 80 millones de votos emitidos por correo o en votación anticipada, lo que refleja un alto nivel de compromiso cívico. Este fenómeno podría influir en los resultados finales, especialmente en estados donde la votación anticipada es determinante.

La polarización política se ha intensificado, evidenciando divisiones claras entre diferentes grupos demográficos. Las encuestas indican que Harris cuenta con un mayor apoyo entre las mujeres y los votantes jóvenes, mientras que Trump mantiene una base sólida entre los hombres y votantes de mayor edad.

En cuanto a los temas que podrían inclinar mañana la balanza, la economía y los derechos humanos ocupan un lugar central en el debate electoral. Trump ha enfatizado su capacidad para manejar la economía, destacando su experiencia previa y prometiendo políticas que fomenten el crecimiento económico, no aumento de impuestos y un modelo muy conocido que parte de la idea de tener un Estado chico y un sector empresarial empoderado.

“La inflación está matando a nuestro país. Nos está matando absolutamente”

Donald Trump

Por su parte, Kamala Harris ha centrado su campaña en la defensa de los derechos humanos, la justicia social y la igualdad, proponiendo reformas en áreas como la salud, la educación y la justicia penal.  Ha defendido las estrategias de la administración de Joe Biden a sabiendas de que esta tiene clarooscuros que le están generando una pérdida de votos. La inflación es un elemento que ha pesado en los bolsillos de las clases medias y bajas acrecentando las fortunas de los grandes empresarios que, al tiempo han manifestado su respaldo verbal y monetario a favor de Trump.

Un golpe duro a la campaña de la californiana fue la decisión de Jeff Bezos, accionista principal del icónico Washington Post, sí, el diario que en los años setentas provocó la renuncia de Richard Nixon por el recordado Watergate Affaire. Este diario, desde la campaña de Jimmy Carter (1976), había apoyado a todos los candidatos demócratas.

¿Por qué esta decisión de Bezos, y un de los 5 hombres más ricos del mundo? La oficial, que no satisfizo a muchos de los directivos del diario que renunciaron de inmediato, es que se consideró necesario transitar a la neutralidad. Lo que se rumora en los pasillos de ese periódico y de la Casa Blanca, es que el también presidente ejecutivo de Amazon, no quería que se repitiera lo ocurrido durante la administración de Trump que le canceló un multimillonario proyecto. En pocas palabra, todo parece indicar que pulso una posible derrota de la demócrata y optó por hacerse a un lado y evitar que el hipotético ganador lo pusiera nuevamente en la mira.

“La polarización actual refleja una profunda división en la sociedad estadounidense que estas elecciones

podrían profundizar o comenzar a sanar”

The New York Times

Volviendo a las campañas que hoy llegan a su fin. La retórica de Trump sobre la migración ha sido objeto de controversia, con declaraciones que han sido calificadas de ofensivas y divisivas. Además, ha insinuado la posibilidad de fraude electoral, repitiendo afirmaciones similares a las de 2020, lo que ha generado preocupación sobre la confianza en el proceso electoral.

En este contexto, los siete estados bisagra jugarán un papel crucial en la determinación del resultado electoral. La efectividad de las campañas en movilizar a los votantes indecisos y asegurar una alta participación será determinante. La economía y los derechos humanos son temas centrales, pero la percepción de los votantes sobre la capacidad de cada candidato para liderar en estos ámbitos será el factor decisivo en esta elección tan disputada. Mañana por la noche lo sabremos y en México, tendremos ya una respuesta clara para nuestras noches de insomnio.

“A los que en estos momentos siguen buscando a sus seres queridos, España entera llora con todos vosotros. Nuestra prioridad absoluta es ayudarlos”

Pedro Sánchez

Las recientes tormentas ocurridas en España han provocado inundaciones catastróficas, especialmente en Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha, resultando en la muerte de al menos 205 personas y numerosos desaparecidos.   Estas regiones, que anteriormente enfrentaban sequías severas que afectaron la producción agrícola, ahora sufren daños significativos en viviendas e infraestructuras públicas debido a las lluvias torrenciales.

El cambio climático tiene un papel crucial en este escenario extremo. El aumento de las temperaturas en el Mediterráneo ha intensificado fenómenos meteorológicos como las DANAs (Depresiones Aisladas en Niveles Altos), incrementando la frecuencia y severidad de eventos climáticos extremos.

Ante esta emergencia, el gobierno español ha desplegado al ejército para asistir en las labores de rescate y recuperación. Además, se han destinado recursos significativos para apoyar a las personas damnificadas y restaurar la infraestructura afectada. El Consejo de Ministros ha declarado zonas gravemente afectadas por emergencias de protección civil en 14 comunidades autónomas, incluyendo las mencionadas, para facilitar la ayuda y reconstrucción.

“El agua iba a una velocidad demencial. Nos agarró el agua y en la rotonda de Paiporta los autos parados

se los llevó el agua”

Antonio, sobreviviente a las inundaciones

Este trágico evento subraya la urgencia de abordar el cambio climático y fortalecer las medidas de prevención y respuesta ante desastres naturales en España.La COP26, celebrada en Glasgow en 2021, marcó un hito en la lucha contra el cambio climático al adoptar el Pacto Climático de Glasgow.

Este acuerdo reafirmó el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C y exhortó a los países a presentar planes climáticos más ambiciosos para 2022. Además, se instó a las naciones desarrolladas a duplicar, como mínimo, su financiamiento para la adaptación al cambio climático en los países en desarrollo para 2025, en comparación con los niveles de 2019.

Sin embargo, la implementación efectiva de estos compromisos enfrenta desafíos significativos. La persistencia de posturas negacionistas, incluso entre líderes políticos influyentes, dificulta la adopción de medidas contundentes y consensuadas a nivel global.

Además, los países en desarrollo, que a menudo carecen de los recursos necesarios para enfrentar los efectos del cambio climático, dependen del apoyo financiero y tecnológico de las naciones industrializadas. Aunque se han realizado promesas de financiamiento, como la meta de movilizar 100 000 millones de dólares anuales para 2020, este objetivo aún no se ha alcanzado plenamente.

Para abordar estos desafíos, es esencial fortalecer la cooperación internacional y garantizar que los compromisos financieros se traduzcan en acciones concretas. Los países desarrollados deben cumplir y superar sus promesas de asistencia oficial para el desarrollo, asegurando que los fondos fluyan hacia los países más vulnerables. Además, es crucial reformar el sistema financiero internacional para que la financiación para el clima y el desarrollo sea más asequible y adecuada, y esté posicionada para combatir la escala de la crisis climática.

Si bien es cierto que la COP26 sentó las bases para una acción climática más ambiciosa, la efectividad de estos acuerdos depende siempre de la voluntad política, la cooperación internacional y el cumplimiento de los compromisos financieros por parte de las naciones desarrolladas lo que, es innegable, no ha caminado como se acordó.

En Colombia, en este momento, están reunidos ministros, ambientalistas e investigadores que buscan generar una agenda latinoamericana para llevarla a Bakú, Azerbayán Ahí se realizarla, entre el 11 y 22 de noviembre del año en curso la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024, conocida como COP29. Este evento abordará temas clave en respuesta a los recientes desastres climáticos en Acapulco, México; Carolina del Norte, Estados Unidos; y las regiones de Valencia y Andalucía en España.

¿Cuáles serán los principales temas de la agenda de la COP29?

Financiación climática: Se espera que los países acuerden un nuevo objetivo anual de financiación para ayudar a las naciones en desarrollo a enfrentar el cambio climático. Este tema es crucial, ya que muchos países en desarrollo requieren apoyo financiero para implementar medidas de mitigación y adaptación.

Adaptación y resiliencia: Dada la creciente frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, la COP29 enfatizará la necesidad de fortalecer las estrategias de adaptación y resiliencia, especialmente en comunidades vulnerables.

Pérdidas y daños: Se discutirá la implementación efectiva del Fondo de Pérdidas y Daños, destinado a compensar a los países que sufren impactos climáticos severos. La asignación de recursos y la operatividad de este fondo serán temas centrales.

Transición energética: La conferencia buscará acuerdos para acelerar la transición hacia fuentes de energía renovable y la reducción del uso de combustibles fósiles, con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.

Mercados de carbono: Se espera avanzar en la implementación del Artículo 6 del Acuerdo de París, que establece mecanismos para mercados de carbono más robustos y efectivos.

“La tormenta que desató el desastrefue absolutamente descomunal”

Mar Gómez, Meteoróloga del tiempo

Estos temas reflejan la urgencia de abordar el cambio climático de manera integral y coordinada, especialmente ante los recientes desastres naturales que han afectado a diversas regiones del mundo.

Se ha anticipado que la secretaria del Medio Ambiente, la ex canciller Alicia Bárcenas, especialista en la materia, al igual que la presidenta Claudia Sheinbaum, representará nuestro país en esa importante reuníon.

Como es sabido la hoy titular del Poder Ejecutivo federal ha delineado una agenda integral para enfrentar el cambio climático en México, enfocándose en la transición energética hacia fuentes limpias y sostenibles. Los pilares fundamentales de su estrategia incluyen:

Transición Energética y Energías Renovables: Incremento de Energías Limpias: Se propone que el 50% de la energía eléctrica del país provenga de fuentes renovables para 2030, mediante la construcción de plantas fotovoltaicas, eólicas, hidráulicas, geotérmicas y de hidrógeno verde.

Generación Distribuida: Fomento de la instalación de paneles solares en viviendas y comercios, especialmente en regiones con alto potencial solar, para reducir costos energéticos y emisiones de gases de efecto invernadero.

Fortalecimiento de Empresas Energéticas Estatales:

Pemex y CFE: Se busca consolidar a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresas públicas estratégicas, promoviendo la petroquímica nacional y la producción de fertilizantes, además de garantizar la capacidad de transmisión y distribución eléctrica.

Movilidad Sostenible: Electromovilidad: Impulso al desarrollo de sistemas de transporte público eléctricos y sostenibles en las principales ciudades del país, replicando modelos exitosos implementados en la Ciudad de México.

Gestión Sostenible del Agua:

Plan Nacional Hídrico: Implementación de un plan que incluye la tecnificación del riego agrícola, tratamiento de aguas para uso industrial y agrícola, y obras estratégicas para el abastecimiento de agua en zonas críticas, como el Valle de México.

Protección y Restauración Ambiental:

Reforestación y Conservación: Programas de protección y reforestación de bosques, así como la restauración de cuerpos de agua y limpieza de ríos en las cuencas más contaminadas del país.

Economía Circular y Gestión de Residuos:

Plantas de Reciclaje: Construcción de al menos 10 plantas de reciclaje de basura en las principales ciudades, promoviendo una economía circular y reduciendo la contaminación ambiental.

Políticas Públicas y Participación Ciudadana:

Legislación Ambiental: Reformas a la Ley de Aguas para regular y evitar abusos en las concesiones, y promoción de políticas que incentiven la participación comunitaria en la toma de decisiones ambientales.

Esta agenda refleja el compromiso de la presidenta Sheinbaum con un desarrollo sostenible que equilibre el crecimiento económico, el bienestar social y la protección del medio ambiente, posicionando a México como un referente en la lucha contra el cambio climático.

“Enfrentamos desafíos globales como el cambio climático y la desigualdad; México contribuirá activamente en la

búsqueda de soluciones colectivas”

 Claudia Sheinbaum

El Grupo de los 20 (G20) es un foro internacional que reúne a las principales economías del mundo, incluyendo 19 países y a la Unión Europea. Este grupo representa aproximadamente el 85% del Producto Interno Bruto (PIB) global y dos tercios de la población mundial. Su objetivo es coordinar políticas económicas y financieras internacionales, abordando temas como el comercio, el desarrollo sostenible, la salud, la agricultura, la energía, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción.

El 18 y 19 de noviembre próximo se realizará una reunión de este grupo en Brasil. La flamante presidenta de la República ha confirmado su asistencia, lo que ha sido interpretado como un giro en la política exterior de nuestro país. La Presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum a la cumbre del G20 en Brasil es significativa por varias razones:

Reafirmación del compromiso internacional: Tras un sexenio en el que la política exterior de México se centró en la premisa de que “la mejor política exterior es una buena política interior”, la participación activa en foros internacionales como el G20 señala una apertura y disposición a involucrarse en la agenda global.

Fortalecimiento de relaciones bilaterales y multilaterales: La cumbre ofrece una plataforma para dialogar con líderes mundiales, fortalecer alianzas existentes y explorar nuevas oportunidades de cooperación en áreas de interés mutuo.

Posicionamiento de México en temas clave: La presencia de la presidenta permite a México influir en discusiones sobre asuntos globales que afectan directamente al país, como el cambio climático, la migración y la economía digital.

En un contexto geopolítico complejo y polarizado, la agenda que la presidenta Sheinbaum podría llevar al G20 debería incluir:

Cambio climático y sostenibilidad: Promover compromisos más ambiciosos para la reducción de emisiones y la adopción de energías limpias, destacando las iniciativas de México en transición energética.

Migración y desarrollo: Abogar por políticas migratorias justas y humanitarias, abordando las causas raíz de la migración, como la pobreza y los efectos del cambio climático.

Cooperación económica y comercio internacional: Defender un comercio justo y equitativo, buscando equilibrar las relaciones comerciales con Estados Unidos y China, y promoviendo la diversificación de mercados.

La relación entre Estados Unidos y China es un tema central en la agenda global. México, como principal socio comercial de Estados Unidos y con una creciente presencia económica de China, debe mantener una postura equilibrada que le permita beneficiarse de ambas relaciones sin comprometer su soberanía ni sus intereses nacionales.

Respecto a las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 5 de noviembre de 2024, los posibles resultados podrían tener implicaciones para México:

Victoria de Kamala Harris: Podría significar una continuidad en políticas de cooperación y diálogo en temas como migración, comercio y cambio climático, alineándose con una agenda progresista y multilateral.

Victoria de Donald Trump: Podría reintroducir políticas más restrictivas en migración y comercio, lo que requeriría que México adopte estrategias diplomáticas y económicas para mitigar posibles impactos negativos.

En cualquier escenario, es esencial que México mantenga una diplomacia proactiva y constructiva, adaptándose a los cambios en el panorama internacional y defendiendo sus intereses en el marco de una cooperación global.

“El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba es una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos de nuestro pueblo”

Bruno Rodríguez Parrilla

Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba

Por enésima ocasión Estados Unidos frenó un resolutivo de la Asamblea General de la ONU que aprobó se terminará el bloqueo económico impuesto a Cuba luego del triunfo de su Revolución. El veto de EU se da en un momento en que el gobierno cubano vive la crisis más severa de los últimos años que ha incrementado la migración (se calculan 1.5 millones de cubanos que han salido del país), incrementado de la pobreza y agravado el déficit alimentario, en medio de una crisis energética que ha dejado sin luz durante largo tiempo a la Isla.

Es un crisis que ocurre en un entorno que evidencia aún más la crisis del modelo socialista cubano debilitado por la desintegración de la URSS. Las manifestaciones recurrentes, que tienen una clara respuesta autoritaria, muestran un descontento creciente. Sus aliados China, Rusia, Venezuela y Nicaragua han hecho muy poco para ayudar a La Habana.

México, siempre solidaria con la revolución cubana por lo que ello significó para América Latina, una vez más ha dispuesto un apoyo urgente: el envío de 400 mil barriles de petroleo para que la Isla pueda paliar esta grave crisis energética.

El bloqueo económico contra Cuba es la más larga guerra de la historia contemporánea. Una guerra sin cañonazos, una guerra sorda, que mata sin ruido”

Eduardo Galeano

En este contexto, vale la pena hacer una relatoría del conflicto Cuba-EU desde el triunfo de la Revolución (1959) hasta la fecha, y los esfuerzos de la ONU y otros países por poner fin al bloqueo y embargo que sin duda han sido un factor inherente a la crisis.

La estrategia estadounidense de ahorcar a la Isla, vigente durante seis década, hoy, más que nunca, sumando graves errores internos, parece que tendrá el éxito esperado, aunque ello haya significado pasar por encima  de los derechos humanos que Washington dice defender; y de principios básicos de la diplomacia como la soberanía nacional y la autodeterminación de los pueblos. El apotegma del presidente Benito Juárez García: “El derecho ajeno, es la paz”, está más que vigente en estos tiempos de la geopolítica disruptiva, invasiva e intromisoria.

Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba han estado marcadas por tensiones y conflictos desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. A continuación, Prospectiva comparte una cronología de los eventos más destacados y los esfuerzos internacionales para poner fin al embargo estadounidense:

1959-1962: Ruptura de relaciones y establecimiento del embargo.

1959: Tras el derrocamiento de Fulgencio Batista, Fidel Castro asume el poder en Cuba, implementando reformas agrarias y nacionalizando propiedades, muchas de ellas de ciudadanos y empresas estadounidenses.

1960: En respuesta a las nacionalizaciones, Estados Unidos impone un embargo parcial sobre las exportaciones a Cuba, excluyendo alimentos y medicinas.

1961: Se rompen las relaciones diplomáticas entre ambos países. En abril, la fallida invasión de Bahía de Cochinos, apoyada por la CIA, busca derrocar al gobierno de Castro.

1962: Se establece un embargo total sobre el comercio entre Estados Unidos y Cuba. En octubre, la Crisis de los Misiles coloca al mundo al borde de una guerra nuclear cuando la Unión Soviética instala misiles nucleares en Cuba.

Décadas de 1960 a 1980: Aislamiento y tensiones continuas. Durante este período, Cuba se alinea con la Unión Soviética, profundizando su modelo socialista. Estados Unidos mantiene y refuerza el embargo, buscando aislar económicamente a la isla.

Década de 1990: Fin de la Guerra Fría y esfuerzos diplomáticos.

1992: La Asamblea General de la ONU aprueba por primera vez una resolución que pide el fin del embargo estadounidense contra Cuba. Desde entonces, anualmente se ha votado una resolución similar, con creciente apoyo internacional.

1996: Se promulga la Ley Helms-Burton, que refuerza el embargo y busca penalizar a empresas extranjeras que realicen negocios con propiedades expropiadas en Cuba.

2000-2016: Intentos de acercamiento y retrocesos.

2000: El Congreso de Estados Unidos aprueba la exportación de alimentos y medicinas a Cuba bajo ciertas condiciones.

2009-2011: La administración de Barack Obama flexibiliza restricciones de viajes y remesas, permitiendo un mayor flujo de personas y recursos hacia la isla.

2014: Obama y Raúl Castro anuncian el restablecimiento de relaciones diplomáticas.

En 2015, se reabren las embajadas en Washington y La Habana.

2016: Obama visita Cuba, marcando la primera visita de un presidente estadounidense en funciones desde 1928.

2017-2020: Reversión de políticas y aumento de sanciones. La administración de Donald Trump revierte gran parte de las políticas de acercamiento, imponiendo nuevas sanciones y restricciones de viaje.

2021-2024: Continuidad de sanciones y crisis en Cuba. La administración de Joe Biden mantiene gran parte de las sanciones impuestas por Trump. En 2023, la Asamblea General de la ONU aprueba nuevamente una resolución que pide el fin del embargo, con 187 votos a favor y solo Estados Unidos e Israel en contra.

Esfuerzos internacionales para poner fin al embargo:

Desde 1992, la Asamblea General de la ONU ha aprobado anualmente resoluciones que instan a Estados Unidos a levantar el embargo. Estas resoluciones, aunque simbólicas, reflejan el amplio rechazo internacional al embargo.

Países como México, Canadá y miembros de la Unión Europea han expresado su oposición al embargo y han buscado fortalecer relaciones comerciales y diplomáticas con Cuba.Organizaciones internacionales y grupos de derechos humanos han argumentado que el embargo afecta negativamente al pueblo cubano, exacerbando las dificultades económicas y sociales en la isla.

A pesar de los esfuerzos internacionales y algunos intentos de acercamiento, el embargo económico de Estados Unidos contra Cuba permanece vigente, continuando como un punto central de tensión en las relaciones bilaterales. No obvio comentar que el presidente libertario, como se autocalifica el argentino Javier MIlei, émulo de Donald Trump y de Jair Bolsonaro, faro del ultraderechismo en América, despidió la semana pasada a su Canciller por haber votado a favor del fin del bloqueo y del embargo que por más de seis décadas sufre la Isla.

El otro voto en contra del fin al bloqueo fue de Israel, el aliado incondicional de Washington. Incondicional en tanto se le sigan suministrando armas y dinero para continuar su guerra expansionista en Oriente Cercano. Plan“justificado” por su lucha contra Hamas y Hezbolá. Plan que no se puede calificar de otra manera que como un genocidio autorizado por su aliado y consentido por gran parte de los miembros de la ONU, organismo totalmente rebasado y ninguneado en estos tiempos de la geopolítica invasiva y disruptiva, violatoria de todos los acuerdos internacionales hoy vigentes.

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