Estas prácticas dañan tanto a estudiantes como a sus familias, y está estrechamente relacionado con el abandono escolar. Las autoridades llaman a implementar políticas públicas más efectivas para combatir esta creciente problemática.
Francisco Uribe
Villahermosa
El bullying, la forma más representativa de la violencia escolar, no respeta fronteras. Este fenómeno, que afecta tanto a Tabasco como al resto de México y el mundo, se ha convertido en un grave problema social e incluso de salud pública. Las historias de acoso se repiten a diario en cualquier rincón del planeta, a pesar de los llamados de las autoridades a los padres de familia para vigilar a sus hijos. Es por ello que resulta fundamental reflexionar sobre este problema, especialmente en el marco del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, que se conmemora este 7 de noviembre de 2024.
En Tabasco, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Educación, el bullying se ha consolidado como una de las principales causas de deserción escolar. Más de 10 mil estudiantes abandonaron las aulas el año pasado, en los niveles de primaria, secundaria y preparatoria.
Así lo señala la Asociación Estatal de Padres de Familia, presidida por Ismael Jiménez Xicoténcatl, quien indicó que el bullying también afecta la asistencia escolar. Actualmente, existen 90 carpetas de investigación abiertas por casos de acoso escolar en el ciclo 2023-2024.
Con preocupación, el líder de dicha asociación hizo un llamado a las autoridades para que implementen políticas públicas efectivas que combatan la deserción escolar y garanticen el acceso a una educación de calidad para los niños y jóvenes tabasqueños.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha instruido a las escuelas de nivel básico, desde preescolar hasta secundaria, a implementar programas que prevengan el bullying y promuevan entornos de paz en las aulas.
Según el acuerdo emitido por la SEP, las Autoridades Educativas Locales (AEL) deben cumplir con los lineamientos establecidos por el gobierno federal, y, con base en estos, promover sus propios protocolos para erradicar la violencia.
Los protocolos locales deben alinearse con lo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 7 de diciembre de 2023, y se espera que se adapten a las necesidades específicas de cada estado o municipio. Para ello, se requiere destinar los recursos presupuestales, administrativos y humanos necesarios.
Dentro de los protocolos, se identifican cuatro tipos de acoso escolar: físico, socioemocional, verbal y ciberacoso. El objetivo es prevenir estos comportamientos entre alumnos, maestros, padres de familia y tutores, promoviendo una cultura de paz y convivencia sana en la comunidad escolar.
Los directivos y el personal docente tienen la responsabilidad de implementar acciones para erradicar la violencia en las escuelas, garantizando un entorno seguro y fomentando actividades preventivas.
Preocupación
El obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, también se ha involucrado en este tema debido a la creciente preocupación en la sociedad tabasqueña. Sin embargo, el prelado señaló que, en lugar de buscar culpables, tanto el gobierno como la sociedad deben centrarse en encontrar soluciones.
«Hay violencia interior que se manifiesta también dentro de la familia, y eso se traslada a la escuela. Creo que todos somos responsables de buscar soluciones y no culpables», expresó el obispo.
El psicoterapeuta Julio Sarracino Pérez definió este problema como una conducta de intimidación, aislamiento, amenazas e insultos hacia una víctima, subrayando que, en muchos casos, el victimario también es una víctima.
El especialista explicó que uno de los signos para detectar que un niño o niña está siendo víctima de bullying es cuando presenta síntomas como «una extraña aversión a asistir a clases, trastornos de la alimentación, alteraciones del sueño, o problemas de enuresis o encopresis (dificultad para controlar la orina o las heces) a pesar de que el niño ya tiene más de cinco años».
Sarracino agregó que, según estudios, el 90% de los alumnos de sexto grado de primaria y secundaria ha sufrido alguna humillación, insulto o acoso, y que cuatro de cada diez niños entre los seis y los doce años han sido víctimas de agresiones físicas por parte de un compañero.
El especialista lamentó que esta práctica, tanto a nivel estatal, nacional como mundial, esté deteriorando los valores que deberían fomentarse en los hogares. «No es que los valores se hayan perdido; los valores siguen estando allí, pero cada vez los adultos practicamos menos esos valores y queremos transmitirlos a nuestros hijos solo con palabras. No es así, es a través del ejemplo», añadió.
¿Qué es el bullying?
El bullying es el abuso, maltrato y persecución, tanto físico como psicológico, que una persona o grupo de personas ejerce sobre otra de manera continua, sistemática e intencionada. Algunas de sus características son el abuso de poder y la repetición de los actos de violencia.
Caja de datos
ABC de la prevención
Comunicación:
Hablar con los niños y adolescentes de forma regular, escucharlos y mantener abiertas las líneas de comunicación.
Fomentar la empatía:
Enseñarles a ponerse en el lugar del otro y a tratar a los demás con respeto.
Resolver conflictos de manera constructiva:
Enseñarles que las diferencias se resuelven hablando y que la violencia solo empeora la situación.
No juzgar:
No juzgar a los demás por su apariencia o condición social.
Apoyar a los compañeros
Apoyar a aquellos compañeros que se sientan solos en clase.
Detectar el bullying
Los maestros deben observar constantemente el comportamiento de los alumnos dentro y fuera del salón para identificar casos de bullying.
Educar a los padres
Educar a padres, educadores y empleadores sobre cómo detectar y abordar el ciberacoso.
Promover la tolerancia
Fuente: SE, Asociación de Padres de Familia, especialistas
Cifras
90 casos denunciados entre el 2022-2024