Era un lomito sin hogar, hasta que llegó al Festival Internacional de Cine de Morelia, en donde cautivó a todos con sus travesuras, y también logró encontrar una familia.
Este perrito apareció en la inauguración del evento, en donde cometió la travesura más grande de su vida: orinar la alfombra roja en donde desfilarían personajes famosos del cine mexicano.
Después, este perrito se coló en las proyecciones de las películas y logró entrar a las salas en donde pudo tomar una siesta y recibir caricias de las personas que estaban disfrutando las funciones.
En redes oficiales del festival compartieron que ahora tiene hogar ya que ha sido adoptado.