El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, confirmó que su Gobierno enviará minas antipersona a Ucrania para contribuir en la defensa frente a la invasión rusa, un giro que el jefe del Pentágono ha atribuido al cambio de tácticas militares por parte de Rusia.
Austin explicó durante una visita a Laos que las fuerzas rusas están priorizando los avances a pie para luego abrir camino a otros vehículos, al contrario de lo que venían haciendo desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, informa la CNN.
Por ello, ha apuntado que las tropas ucranianas necesitan elementos que puedan «ayudar a ralentizar» estos movimientos rusos, en un contexto político que viene marcado por el inminente cambio de inquilino en la Casa Blanca con la llegada en enero del magnate Donald Trump.
Austin se ha adelantado a las críticas por la incorporación de este tipo de armamento para afirmar que Estados Unidos puede incluso controlar cuándo se activan y que la parte ucraniana deberá además registrar dónde las coloca, con vistas a garantizar su futura eliminación.
La Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres ha publicado este miércoles un informe en el que recoge que de las más de 5,700 víctimas registradas en 2023 por este tipo de armamento, un 84% eran civiles.
El secretario de Defensa norteamericano afirmó que pese a los aparentes avances rusos en el frente de Ucrania el presidente Vladimir Putin no ha logrado «ninguno de los objetivos estratégicos» que se planteó hace mil días cuando decidió dar la orden de invadir el país vecino.
Ucrania, según Austin, ha demostrado que es capaz de defenderse si dispone tanto de voluntad como de «recursos». «Los agresores del mundo han entendido ahora que no es tan fácil como se piensa y que todo tiene un coste», ha advertido.
Nuevo paquete de ayuda
El compromiso sobre las minas llega parejo de un nuevo paquete de ayuda militar, valorado en esta ocasión en 275 millones de dólares. El lote anunciado por la Administración de Joe Biden incluye munición para lanzaderas HIMARS, con un radio de alcance de 80 kilómetros, armas antitanque y proyectiles de artillería de 105 y 155 milímetros.
Además, incorpora más drones, una herramienta que ha resultado vital en el frente del combate y que las fuerzas ucranianas han utilizado también en sus ataques sobre territorio de Rusia.
Estados Unidos, a falta de ver los posibles cambios que pueda introducir en enero el republicano Trump, se mantiene como el principal suministrador de armamento de Ucrania y, según cifras oficiales, su ayuda ronda ya los 60,400 millones de dólares desde el inicio de la invasión rusa.