“De implementarse (el cobro de 42 dólares a cada turista que llegue a destinos nacionales en cruceros), esta medida colocaría a los puertos turísticos mexicanos entre los más caros del mundo, afectado severamente la competitividad del país frente a los destinos del Caribe”, advirtió la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (Amanac), que rechazó los cambios que se hicieron a la ley sobre este ramo y propuesta en la Cámara de Diputados.
A través de un comunicado, la Amanac hizo un llamado al Senado de la República para no avalar la reforma que prevé que dos tercios de los ingresos de la tasa de migrantes se entreguen a la Secretaría de la Defensa Nacional, en lugar de destinar esos recursos para mejoras de los puertos mexicanos.
La Amanac subraya que el cobro de ese impuesto aumentará el costo de desembarque de los cruceristas hasta en 213%, en comparación con otros puertos de América Latina, situación que apartará a México del mercado turístico global y haría menos competitivo el turismo en el Caribe mexicano.
Los pasajeros de cruceros que llegaban a puertos mexicanos estaban exentos del pago de una cuota denominada “derecho de no migrantes”, ya que duermen a bordo de los buques y algunos ni siquiera bajan del barco durante las escalas en puerto. Según la reforma que presentó la Cámara de Diputados, se le cobraría una tasa de 42 dólares a cada pasajero de los cruceros.
La reforma a la Ley Federal de Derechos prevé la eliminación de la “exención del pago del derecho por la expedición del documento migratorio para los pasajeros extranjeros que ingresan al territorio nacional, con fines turísticos, por vía marítima a bordo de buques de crucero”, aunque sea por unas horas y no pisen territorio mexicano.