Ante los retos climáticos actuales, es importante cambiar nuestra forma de consumo, sobre todo en esta temporada en que incrementan las compras de todo tipo de artículos y en consecuencia se dispara la generación de desechos.
Redacción/Villahermosa
En esta celebración de Navidad, ya sea en la decoración, la preparación de la cena o envolver los regalos, ahora más que nunca es necesario hacer cambios sostenibles para proteger al planeta durante esta festividad.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta nuestro país, es desvincular el crecimiento económico de la degradación ambiental, y promover al mismo tiempo, un desarrollo sostenible que favorezca mejores condiciones de bienestar en los mexicanos.
Además, en esta temporada, que abarca las posadas, la Nochebuena, el Año Nuevo y se extiende incluso al Día de los Reyes Magos, se estima que aumenta hasta en 30 por ciento la generación de basura y residuos sólidos, ocasionando un grave problema de contaminación.
Por ello, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ofrece algunas recomendaciones para realizar un consumo sustentable y disfrutar esta celebración con una perspectiva ecológica, responsable y con la menor generación de deshechos posible.
Los pequeños cambios pueden marcar la diferencia a la hora de reducir nuestra huella ambiental.
ÁRBOL DE NAVIDAD
¿Artificial o natural? De acuerdo con sitios especializados, los árboles de navidad naturales son mucho más sostenibles que los artificiales. De hecho, un estudio concluyó que sería necesario usar tu árbol artificial durante 20 años para que fuera más ecológico.
A este respecto, la Comisión Nacional Forestal (Conafor), sugiere derribar mitos sobre la tala de árboles de navidad en las plantaciones legales y supervisadas, que representan historias de mucho trabajo de comunidades forestales y esfuerzo de varias familias.
Las superficies dedicadas a esta actividad tienen ciclos productivos sustentables, es decir, que se mantienen con cobertura forestal todo el tiempo, ya que se aprovecha el árbol y al siguiente año se planta uno nuevo, conservando el suelo y el ecosistema. Además, pueden ser utilizados para producir abono orgánico o sustrato para producir más árboles.
Si deseas comprar un árbol de navidad natural, consulta el Directorio de Árboles de Navidad de la Conafor y ubica el más cercano a tu localidad. Una vez terminada la temporada, llévalo a un centro de acopio para su reciclaje.
También puedes optar por opciones alternativas de árboles de navidad disponibles en internet, desde árboles con pedazos de madera, una silueta en la pared hasta una rama de árbol con luces y esferas, el punto es disminuir los desechos y dejarte llevar por tu imaginación.
DECORACIÓN Y CREATIVIDAD
Si eres de los que tienen una caja llena de decoraciones navideñas que reutilizas cada año, felicidades, significa que aprovechas al máximo lo que tienes y no desechas los adornos navideños de cada año.
Pero, en caso de que decidas renovar o complementar algunas decoraciones, puedes optar por adornos hechos a mano, una forma ecológica de aprovechar lo natural para darle el toque festivo que hacía falta, por ejemplo, utilizar semillas, palomitas de maíz, ramas naturales que caen de los árboles, etc.
Ahora bien, si lo tuyo no son las manualidades, busca alternativas en tu comunidad, siempre hay alguien que aprovecha sus habilidades y brinda opciones parecidas a lo que buscas, de paso fomentas el consumo local.
Terminadas las festividades busca la forma de resguardar las decoraciones lo mejor posible para que no se estropeen y puedas reutilizarlas el siguiente año.
ENVOLTURAS ECOLÓGICAS
Existen diferentes formas de envolver regalos sin generar residuos, una de ellas es reutilizar papel, bolsas de regalo o el embalaje para proteger los artículos que hayas recibido en algún momento. Si no lo hacías, que mejor momento para guardar los regalos o los que recibas por paquetería y armar tu pequeña papelería para regalos que brindes posteriormente.
Otra forma, es utilizar algún pedazo de tela que tengas disponible, pudiera ser una opción rustica y original de agradar a algún amigo o familiar.
Si de plano prefieres comprar papel, prefiere aquel que no tenga imágenes y no utilice tinta, brillos o plástico en su decoración, así evitarás contaminar ríos y océanos con éstos materiales.
Si lo piensas bien, la idea de envolver regalos es generar el factor sorpresa en la persona que lo recibe, así que puedes darle rienda suelta a tu imaginación, desde que el regalo aparezca de pronto en un lugar hasta el clásico “cierra los ojos” verás que el efecto será el mismo.
LUCES Y FOCOS LED
Algo que caracteriza esta temporada son los brillos que las luces brindan, debemos reconocer que nos llaman la atención o hasta emoción decorar el hogar y el árbol de navidad con destellos luminosos, por ello una recomendación es que utilices series con focos LED, toda vez que consumen menos energía, duran más y lucen igual de bien.
Las luces LED consumen aproximadamente un 75% menos de energía que las incandescentes y también duran 25 veces más. Eso significa que ahorrarás energía y tendrías que reemplazarlas con menos frecuencia.
De igual forma, elige luces que tengan un enchufe en lugar de las que funcionan con pilas y, si no tienes opción más que elegir alguna que funcione con pilas, asegúrate de comprar pilas recargables
No olvides apagar las luces por la noche: es más seguro y evitarás incrementos en tu recibo de luz.
EVITA LA DEVOLUCIÓN DE REGALOS
Las políticas de devolución de las empresas son cada vez más flexibles en aras de tener una mayor fidelidad y satisfacción de los clientes, pero ¿sabías que cada año las devoluciones, tan solo del comercio electrónico, generan hasta 24 millones de toneladas métricas de emisiones de CO2 (Dióxido de carbono), principal causante del calentamiento global?
De acuerdo con el sitio CleanHub, organización ambiental, las devoluciones afectan de forma importante al planeta, toda vez que requieren envío y embalaje adicionales, lo que aumenta las emisiones y los residuos.
Y es que, en las devoluciones, también conocidas como logística inversa, algunos productos deben limpiarse, reempaquetarse o repararse, lo que aumenta aún más la energía requerida y, en el peor de los casos, algunos artículos devueltos terminan en los basureros lo que también implica una mayor contaminación.
Si bien cada empresa tiene su propio proceso de devolución, se estima que las emisiones de carbono por concepto de devoluciones suelen sumar hasta un 30% a las emisiones de la entrega inicial.
Para reducir el impacto ambiental de los productos que son devueltos al proveedor, lo mejor es realizar compras informadas, es decir, pídeles a tus seres queridos una lista de deseos.
Haz un acto de reflexión profunda sobre si verdaderamente necesitas lo que vas a adquirir. A veces las ofertas simplemente buscan impulsarte a comprar y no satisfacen una verdadera necesidad.
EVITA EL USO DE PLÁSTICOS DE UN SOLO USO
En esta temporada las reuniones, comidas o cenas con familiares y amigos, en casa o restaurantes, están a la orden del día. Por lo que el uso plástico de un solo uso y artículos desechables se incrementa.
¿Qué son los plásticos de un solo uso? Son productos hechos principalmente a base de químicos provenientes de combustibles fósiles (petroquímicos), destinados a ser eliminados inmediatamente después del uso, a menudo en solo unos minutos. Entre ellos podemos encontrar contenedores de unicel, tapas de plástico, botellas de PET, platos, vasos y cubiertos desechables, envolturas, popotes, hisopos, bolsas y vajillas de plástico.
En México, según información del Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales se producen cerca de 44.6 millones de toneladas de residuos urbanos, de ese total 11% es plástico que acaba en la basura, en el mejor de los casos, o por el desecho incorrecto.
En un evento familiar o de trabajo, prefiere el uso de vajillas y cubiertos no desechables (de vidrio, cerámica, etc.) o en su caso, prefiere vajillas y cubiertos desechables de materiales como bambú, bagazo de caña, otras fibras vegetales, papel, etc.
Utiliza recipientes lavables y reutilizables para llevar alimentos, de preferencia de vidrio.
Evita el uso de popotes o contenedores de unicel, etc. En su lugar, busca opciones reutilizables de metal o vidrio, bambú o madera.
NO DESPERDICIES ALIMENTOS
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), estima que en el mundo se desperdician anualmente entre un cuarto y un tercio de los alimentos para consumo humano, esto representa alrededor de 1,300 millones de toneladas, suficientes para alimentar a 2,000 millones de personas.
Y no solo eso, también es un desperdicio de trabajo, transporte, inversión y uso de recursos como: agua, energía, semillas, entre otros; contribuyendo así al cambio climático, pues tan solo la pérdida y desperdicio de alimentos representa entre 8% y 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Si vas a visitar a amigos o familiares o acudir a un restaurante, recuerda llevar algunos recipientes para que puedas y llevarte la comida sobrante a casa.
Al organizar los menús para las celebraciones en casa, considera el número de personas y los gustos de la mayoría. La comida sobrante congélala para otra ocasión.
CONSUME PRODUCTOS DE TEMPORADA
Realizar un consumo de temporada significa contar con alimentos durante su época natural de cosecha, por lo que conservan sus aportes nutricionales a plenitud y una textura, apariencia, frescura y sabor más adecuado que cuando no es su estacionalidad, es decir, son de mayor calidad en su época de recolección.
Son los más adecuados para sobrellevar el clima sin perder energía, por eso, en invierno la naturaleza ofrece alimentos caloríficos y en verano nos ofrece alimentos refrescantes.
Tienen una maduración natural, en vez de pasar por una maduración artificial a través de procesos de refrigeración o sistemas de invernadero y sin necesidad de usar productos que favorezcan su rápido desarrollo.
Su costo será mucho menor, toda vez que cuando hay abundancia de determinado cultivo el precio baja, es común encontrarlos en oferta.
Ayuda a reducir la energía y las emisiones de CO2 ya que el requerimiento de trasporte y almacenaje disminuye.
Al realizar consumo de temporada, no sólo ganas tú al consumir un producto sabroso y en su punto, sino también tu bolsillo y el planeta.