El presidente electo Donald Trump ha declarado su intención de “reclamar” el Canal de Panamá, afirmando que “décadas de financiamiento al comercio chino a través del canal deben terminar”, según Mauricio Claver-Carone, su designado como enviado especial para América Latina.
En una publicación en redes sociales, Trump calificó al Canal de Panamá como un “activo nacional vital” para Estados Unidos, insistiendo en que su control es una “necesidad absoluta” para la seguridad nacional y la “libertad en todo el mundo”.
Trump también afirmó incorrectamente en 2023 que China “controla y opera el Canal de Panamá”. En una entrevista, aseguró: “Si soy presidente, ellos se irán. No podemos permitir que lo controlen. Nosotros construimos el Canal. Nunca debió entregarse a Panamá”.
El magnate reavivó su reclamo sobre Groenlandia, al considerarla esencial para la seguridad de Estados Unidos, aunque Dinamarca rechazó su propuesta de compra en 2019.
Reacciones de Panamá y China
El presidente panameño José Raúl Mulino rechazó enérgicamente las declaraciones de Trump, subrayando que “cada metro cuadrado del Canal de Panamá pertenece a Panamá y así seguirá”. Sosteniendo una copia de los tratados del Canal de 1977, Mulino declaró que la soberanía panameña no es negociable.
Por su parte, Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, reafirmó que el canal es una vía neutral bajo control panameño, sin injerencia extranjera. China, que ha invertido significativamente en infraestructura panameña desde 2017, destacó su compromiso de respetar la soberanía de Panamá y mantener el canal como una vía internacional.
Tensiones actuales
El Canal de Panamá, construido por ingenieros estadounidenses con labor extranjera mayormente caribeña, fue entregado a Panamá en el año 2000 bajo los tratados Torrijos-Carter.
Estos acuerdos garantizan la neutralidad permanente del canal y establecen que, en caso de interferencia en sus operaciones, tanto Estados Unidos como Panamá pueden tomar medidas para restaurarlas.
Las declaraciones de Trump también se producen en un contexto de preocupación por la influencia china en América Latina. Desde que Panamá estableció lazos diplomáticos con China en 2017, empresas chinas han ganado licitaciones para proyectos clave en el canal, como expansiones y mejoras en las esclusas.
Aunque Estados Unidos ha advertido sobre los riesgos de depender de China, países de la región han encontrado en Beijing un socio económico menos restrictivo que Washington.
Críticas a la postura de Trump
Analistas consideran que la retórica de Trump podría ser más una estrategia de negociación para reducir tarifas de peaje para barcos estadounidenses que un verdadero intento de retomar el control del canal.
Las tarifas actuales, fijadas por una comisión panameña independiente, han aumentado debido a una sequía que redujo los niveles de agua y al establecimiento de un nuevo sistema de reservas para el tránsito de embarcaciones.
“El canal está gestionado con eficiencia y ha sido ampliamente elogiado desde su transferencia,” afirmó Mulino, quien destacó que cualquier intento de Estados Unidos por recuperar el canal enfrentaría una oposición masiva a nivel legal e internacional.