Joel Rubio
Villahermosa
Los ductos de condensados y líquidos de gas de 40 y 24 pulgadas, que atraviesan el camino a Samarkanda, a la altura de la comunidad Medellín y Pigua 3ra sección, se encuentran en pésimas condiciones y, a pesar de esto, siguen en funcionamiento. Los habitantes de la zona temen un accidente o incluso una explosión debido a la falta de mantenimiento y al mal estado de las instalaciones.
Con casi 60 años de existencia, las tuberías de Pemex han estado presentes en la vida de los pobladores de esta parte del territorio tabasqueño. Los vecinos han vivido con temor constante, ya que algunas de las tuberías están oxidadas, otras a cielo abierto y muchas de ellas ya no están en funcionamiento. Sin embargo, las que aún están operativas siguen siendo un riesgo latente.
A pesar de los años de abandono, la empresa no ha tomado medidas suficientes para garantizar la seguridad de la población. Para Pemex, el hecho de pagar por las afectaciones a los propietarios parece ser suficiente, sin considerar que esta situación representa una verdadera bomba de tiempo. Las tuberías transportan gas natural desde Ciudad Pemex hacia la planta de Cactus, en Reforma, Chiapas, lo que aumenta el riesgo en caso de un percance.
Este ducto se encuentra a pocos minutos de Ciudad Industrial, por lo que un accidente podría afectar no solo a las alrededor de 500 viviendas de la zona, sino también a varias industrias cercanas. Además, la comunidad cuenta con una población de al menos 2 mil habitantes, que se verían directamente perjudicados por cualquier incidente.
José del Carmen Sarabia, vecino de Medellín y Pigua 3ra sección, expresó su preocupación y comentó que a pesar de que los ductos siguen en funcionamiento, en las noches se sienten vibraciones a causa de la alta presión con la que se transporta el gas. Según Sarabia, la falta de mantenimiento ha provocado la corrosión de las tuberías, lo que aumenta la posibilidad de un accidente.
“Estamos expuestos, sin el mantenimiento adecuado, las tuberías se corroen rápidamente, además de que hay hundimientos en varias partes por donde pasa el tubo. Esto podría causar que se quiebre en cualquier momento. Le pedimos a Pemex que venga a supervisar la zona y que tome las medidas necesarias para evitar una tragedia”, señaló Sarabia.