¿Por qué te convertiste en feminista?

La experiencia femenina de existir en un mundo que constantemente quiere hacerte desaparecer no es algo nuevo, de hecho son muchas las generaciones de mujeres que tuvieron que conformarse con la mínima libertad para evitar desatar la ira masculina. Sin embargo, en la historia siempre existieron figuras que cuestionaron la estructura patriarcal para dar paso a una revolución sin precedentes.

Es así como una de las fechas más importantes dentro del movimiento feminista es el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Aunque los inicios de esta conmemoración se convirtieron en felicitaciones no solicitadas a “lo más bonito de la creación”, en los últimos años volvió a convertirse en un grito colectivo que resuena en los rincones más distantes del planeta.

Además de hacer un repaso por los derechos que se han ganado, este día también es una jornada en la que millones de mujeres, no solo en las calles, sino también en sus casas, en las redes sociales y en las instituciones políticas, lanzan una pregunta que resuena como una reapropiación de la lucha: ¿Por qué te convertiste en feminista?

Un padre machista me hizo feminista. Mientras crecía me preguntaba “¿por qué tú sí puedes y yo no?”, después me enfrenté a un mundo en donde la mirada masculina lo era todo para mí, hasta que me di cuenta de que no necesitaba aprobación, necesitaba dar rienda suelta al fuego que sentía cada vez que me gritaban en la calle o que se burlaban de mi existencia. Ahí supe que no era la única y cuando salí a mi primera marcha entendí que esta era mi lucha. (Anónima)

Si bien puede resultar una pregunta disruptiva, cargada de juicio y expectativas, para las feministas, es un recordatorio de que el movimiento es una respuesta a una historia de desigualdad que nos atraviesa a todas de manera diferente, pero a la vez similar. Pues nos recuerda que el feminismo no es un monolito, no es una ideología estática, sino un movimiento plural que crece y se adapta en función de las experiencias y las luchas de cada una de nosotras.
¿Cuál es el origen del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer?

A través de esta interrogante, el 8 de marzo no solo nos invita a reflexionar sobre nuestras trayectorias individuales, sino también a fortalecer la conciencia colectiva de que la lucha feminista es una constante, una batalla que, lejos de agotarse, continúa evolucionando con la historia misma de la humanidad.

Para entender cómo es que el movimiento feminista se convirtió en esta fuerza imparable que cada vez busca más territorios para conquistar, es necesario entender que existen algunas fechas clave en donde las historias de otras mujeres se cruzaron por primera vez. De acuerdo con expertas, fue en marzo de 1857, durante la Revolución Industrial, que un grupo de trabajadoras de una fábrica textil en Nueva York salió a las calles para manifestarse en contra de las condiciones laborales injustas.

Si bien las condiciones eran extremas para todos los trabajadores, las mujeres sufrían una mayor explotación, recibiendo salarios que a menudo no superaban la mitad de lo que ganaban sus compañeros varones, simplemente por su género. Las protestas fueron sofocadas con violencia por la policía, pero la acción dejó una huella importante al ser un hito en la lucha por los derechos de las mujeres.

Cuando entré a la carrera de Derecho me atravesó terriblemente el machismo. Y no es que antes no lo viviera, pero fue tan tajante la discriminación y la misógino del ambiente que no pude ignorarlo más tiempo. Reflexioné sobre toda la violencia, abusos, violaciones que había sobrevivido y lloré mucho al darme cuenta de todo lo que sufrí en silencio. Decidí enfrentar a mis violadores y a nunca callarme de nuevo. (Valeria González)

En 1907, se celebró la primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Stuttgart, Alemania, dirigida por Clara Zetkin, donde se fundó la Internacional Socialista de Mujeres. Uno de sus principales objetivos era conseguir el derecho al voto para las mujeres, pero en ese momento la lucha estaba siendo liderada por mujeres en su mayoría blancas, que aunque sí eran oprimidas por el sistema patriarcal, no estaban siendo atravesadas por otras violencias; ésto llevó a comenzar a hablar de interseccionalidad, un concepto que revolucionó el movimiento.

Después, en 1908 las trabajadoras textiles de Nueva York protagonizaron una huelga histórica, similar a la de 1857, que marcaría un antes y un después en la lucha por los derechos laborales de las mujeres. En apoyo a este movimiento, en 1909, una organización de Mujeres Socialistas celebró en Estados Unidos el primer Día Internacional de la Mujer y aunque la conmemoración solo se llevó a cabo en Nueva York y Chicago, alrededor de 15,000 mujeres marcharon por las calles de la ciudad de Nueva York en una manifestación masiva.

Hablar del momento en el que yo me convierto en feminista me parece un poco inexacto y también me parece un poco ambicioso, creo que es un proceso de construcción que no acaba o de de construcción también y el mío comienza cuando en la preparatoria leo una obra de teatro que escribió Rosario Castellanos para mi clase de literatura […] y en ese momento empiezo a de manera más consciente cuestionar instituciones como la familia, como la iglesia, como la escuela, como el matrimonio, como la pareja […] Esa obra es el eterno femenino. Y a partir de ese momento empieza para mí un camino que ha sido muy interesante, pero no por eso ha sido sencillo. (DICABA, psicóloga).

Al año siguiente, en 1910, tuvo lugar la segunda Conferencia Internacional Socialista de Mujeres en Copenhague, Dinamarca, donde se propuso establecer un día simbólico alrededor del 8 de marzo para luchar por los derechos de las mujeres, especialmente por el derecho al voto.

Sin embargo, el siglo XX estuvo marcado por grandes conflictos como las dos guerras mundiales y luchas sociales, lo que fortaleció aún más el movimiento feminista. Durante las décadas siguientes, muchas organizaciones femeninas en diversos países se unieron a las demandas que surgieron cada marzo. Finalmente, en 1975, la ONU reconoció oficialmente el Día Internacional de la Mujer, consolidando su relevancia mundial.

Soy una mujer de la periferia del Estado de México, mi ubicación geográfica y la falta de seguridad me hicieron acercarme a querer entender y hasta resolver la violencia de género, primero por la vivencia con vecinas, una compañera asesinada, atentados, acosos y luego con la academia, allí encontré el feminismo como respuesta para acompañar y exigir un alto o avanzar en la lucha incansable para conseguir un trato justo de género o visibilidad a nuestra historia. (Tania)

Es difícil señalar un único evento como origen del 8 de marzo, ya que esta fecha es el resultado de un esfuerzo colectivo y continuo. Cada generación ha heredado la responsabilidad de luchar por sus derechos y por los derechos de las futuras generaciones, mostrando que la lucha feminista es una causa compartida que ha evolucionado a lo largo del tiempo.

Somos una, somos todas: ¿qué es la interseccionalidad en el feminismo?

Aunque es una realidad que las mujeres somos oprimidas por el mismo sistema patriarcal, también es cierto que éste no es el único mecanismo para controlar a las masas por lo que la interseccionalidad es un concepto fundamental que reconoce que las mujeres no experimentan la opresión de manera uniforme, sino que sus experiencias están marcadas por una intersección de múltiples identidades y factores sociales como la raza, la clase social, la orientación sexual, la identidad de género, la discapacidad, entre otros.

La verdad es que siento que nunca me he considerando como tal porque no estoy bien informada del concepto y luego me ha llegado a pasar que digo “soy feminista” y me dicen “¿por qué? ¿Conoces a tal autora?” Y yo de que “nop”. Simplemente mi lógica y pensamiento me llevan a serlo, a defender a mis hermanas, amigas, familia y a las personas cercanas que han sufrido algún tipo de acto violento y la verdad me cayó el 20 desde que mi propio padre no me creyó en que un amigo había abusado de mí hasta que lo vió en cámaras y mis amigas por llamada ni siquiera lo dudaron, por eso siempre mi cabecita piensa eso, libres nos queremos y vivas, cada una tiene su historia y aunque no la sepamos, la creemos y abrazamos, se siente bien chingona esa energía en el 8M. (Anónima)

Este término fue acuñado por la académica Kimberlé Crenshaw a finales de los años 80, quien, al estudiar cómo las mujeres afroamericanas se enfrentaban a una forma única de discriminación que no podía entenderse solo desde el enfoque de género ni desde el de raza, señaló la necesidad de considerar la confluencia de ambas identidades para comprender la magnitud de la opresión que sufrían.

Fue así como en lugar de analizar las luchas feministas de forma aislada, la interseccionalidad invita a reconocer cómo las condiciones en las que vive una mujer pueden crear diferentes experiencias de discriminación o privilegio; por ejemplo, una mujer afroamericana en condiciones de extrema pobreza puede vivir formas de violencia y exclusión muy diferentes a las de una mujer blanca de clase media.

La interseccionalidad no solo se trata de analizar las opresiones, sino también de abogar por una lucha que sea inclusiva y verdaderamente representativa. Implica reconocer que la liberación de todas las mujeres no es posible sin tener en cuenta las particularidades de cada una de ellas, entendiendo que las injusticias no son sólo una cuestión de género, sino de sistemas complejos de desigualdad.

El punto en el que yo dije «wow, qué fregonas somos las mujeres» y que me hizo volverme feminista fue cuando tenía como unos 5 años y mi mamá me llevó a una marcha que no era como las que vemos ahora, pero sí era un grupo de mujeres que buscaban apoyo para empresas pequeñas. Mi mamá tiene una quesera que se llama Mudella, lo que significa mujeres de llano […] Ella y su grupo de amigas estaban planeando hacer una empresa y me acuerdo que me llevó y gritábamos «mujeres unidas, jamás serán vencidas.» O sea, no era algo para denunciar violencia, sino para para requerir apoyo a mujeres microempresarias […] éramos puras mujeres y muchas de esas mujeres llevaban a sus hijas y yo era una de ellas […] Mi mamá pagó mi universidad con esa empresa […] También estoy segura que mi mamá ni enterada estaba de que ella estaba en una marcha feminista porque pues porque en ese momento no era no era tan utilizada esta expresión, pero ella sabía que que necesitaba hacer algo para luchar y exigir derechos y tener oportunidades. (Gladis Balbastro)

¿Cuál es la importancia del feminismo en la sociedad actual?

Aunque cada vez es más evidente que la lucha feminista continúa conquistando espacios, el mundo moderno aún no se encuentra libre del sistema patriarcal, por lo que el movimiento sigue desempeñando un papel clave para lograr la completa autonomía femenina ya que, en un contexto global donde las estructuras de poder y los sistemas patriarcales mantienen profundas desigualdades, el feminismo ofrece una perspectiva crítica y una propuesta de cambio necesaria para construir sociedades más inclusivas y equitativas.

En primer lugar, el feminismo cuestiona y visibiliza las dinámicas de poder que perpetúan la discriminación de género, tanto en el ámbito privado como en el público. A través de sus diversas corrientes y enfoques, el feminismo consigue cambiar la vida de millones de mujeres, desde el derecho al voto hasta la legislación contra la violencia de género, pasando por el acceso a la educación y la salud en condiciones de equidad. Sin embargo, el trabajo no está terminado ya que las brechas salariales, la escasa representación política y la violencia estructural siguen siendo realidades innegables.

No creo encontrar una fecha concreta, pero sí un momento específico que vive en mi cabeza y fue un día que acompañé a mi madre por mi hermano menor, empezamos a hablar de cosas de la casa y como yo no era demasiado empática para atender las necesidades de descanso de mi padre. Recuerdo que algo se movió dentro de mí, también recuerdo decirle a mi mamá mis argumentos por lo que creía que no era justo y que no era equitativo porque justamente en la universidad me estaban enseñando textos como los de Judith Butler y ahí fue que empecé a educarme más y mi proceso de deconstrucción. Agradezco mucho todo lo aprendido y espero seguir en este camino que me ha abierto puertas, amistades y relaciones mucho más sanas, tanto con amigos, como con mi familia. (Fers)

Además, el feminismo no es una lucha aislada, sino que se cruza con otras formas de opresión, como el racismo, la homofobia, la xenofobia y la clase social. Por ello, el feminismo contemporáneo abraza una perspectiva interseccional, reconociendo que las experiencias de las mujeres varían, llegando así a construir soluciones inclusivas que responden a la diversidad de las experiencias vividas.

Por otra parte, en la sociedad actual, el feminismo también tiene una gran relevancia en la lucha contra las representaciones mediáticas y culturales que continúan promoviendo estereotipos de género. La cosificación de la mujer en los medios de comunicación, la industria de la moda y la publicidad, perpetúan modelos de belleza y roles tradicionales que afectan la autoestima y la identidad de las mujeres, especialmente en una era digital que influye de manera profunda en las jóvenes generaciones. Frente a esto, el feminismo ofrece herramientas para la descolonización de las ideas y el fomento de una identidad femenina auténtica, libre de imposiciones y juicios externos.

Finalmente, el activismo feminista se ha digitalizado, dando lugar a movimientos globales como #MeToo y #NiUnaMenos, que no solo han puesto de manifiesto el acoso y la violencia sexual, sino que también desafiaron el silencio y la impunidad que rodean estos temas.

Cuando estaba en la universidad comencé a acercarme más al tema del feminismo, aunque ya me informaba del tema, el interés creció luego de unas sesiones de terapia en la que la psicóloga me hizo ver la violencia psicológica, económica y vicaria de la que era víctima en mi relación por parte del padre de mi hijo. Obviamente la negativa de su parte es y será constante, pero ahora -gracias a la terapia- con una confianza mayor lucho para que mi hijo no replique esta actitud y comportamiento. (Celeste Gutiérrez)

Se dice que una mujer se vuelve feminista por su propia historia, pero en el camino encontramos un sinfín de vivencias que resignifican cada una de las formas de lucha que coexisten dentro del feminismo y aunque es posible que no haya una fecha exacta que te acredite como parte del movimiento, ¿tú te acuerdas por qué te volviste feminista?

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