Por: José Angel ViGo
“Alimento de los Dioses: El Cacao”
Todos los astros quedan inmóviles al presenciar la danza eterna de los dioses, adornados llegan de gala, postrando sus vestiduras sobre la tierra humana, Kukulcán yace en ella inerte, esplendoroso tal como los de aquel que fue llamado “serpiente de plumas”; todos rinden respeto ante él; dolosos, preocupados, ya que el hombre amenaza toda vida. Quejas van y vienen, repudio hay para la humanidad, tormentas, sequías, malos presagios desean enviar, pero el dios mayor calma su pesar, una idea ha de plantear, y así envía una semilla como alternativa y solución final.
El hombre la adopta, hace suya dicha bendición, y sin más, funciona el plan, vuelven los festejos y el amor con los dioses, ya que dicha semilla fue enviada por ellos para darles bebida, regalo y aroma sin igual; el cacao, llamado “alimento de los dioses”, no por ellos consumirlo, sino porque de ellos fue recibido.
La palabra cacao ha sido motivo de estudio a lo largo de la historia, encontrando origen en la cultura maya, significando “Kaj” (amargo) y “Kab” (jugo). Estas dos palabras al pasarlas al castellano se transformaron en “cacaoatl”, luego pasando a ser “cacao”.
Más investigadores afirman, que se trata de un préstamo de la lengua maya proveniente de “Kakaw”, sobre su origen hay coincidencia proveniente de la cultura náhuatl, llamada “cacáhuatl”, palabra grabada en vasos hallados en tumbas mayas, que se afirma es una palabra olmeca legada a los mayas (Zanetti, 2012).
Origen de la palabra chocolate: Se han formado diversas hipótesis con respecto a su origen, pero la más relevante dice que proviene de la voz náhuatl “xocoatl” (agua ácida o amarga), de xococ (cosa agria), y atl (agua).
El cacao y sus variedades: Existen tres tipos, el “criollo”, conocido por ser el de mayor calidad por su fino sabor y aroma, pero siendo el menor fructífero; “trinitario”, podría llamarse un cacao híbrido, surgiendo de la combinación del criollo y forastero, tiene un sabor sutil y es el que mejor resiste adversidades; y “forastero”, representando el 70% de su consumo a nivel mundial, diferenciándolo entre los tres por brindar mayor cantidad de semillas.
El simbolismo del cacao: Dicho fruto es parte fundamental de la cosmovisión mesoamericana, formando parte de muchas culturas, brindando sombra, alimento y bebida; También ha servido como moneda de cambio y ofrenda para los dioses. En la actualidad se considera un fruto valioso y esplendoroso, tal como en tiempos ancestrales.
Día nacional del cacao y el chocolate: El 2 de septiembre se celebra al cacao y chocolate, generando un espacio permanente para la difusión de su cultura, gastronomía, turismo y simbolismo. Así tan aclamado nuestro “oro verde”.
Festival del chocolate: Surgiendo en el año 2010, celebrándose inicialmente en el Centro de Convenciones Tabasco 2000, luego migrando al parque ‘Dora María’, mejor conocido como ‘Parque Tabasco’, sirve como un espacio digno de reyes, tal como lo es nuestro fruto, postrándose a lo largo de dicha fiesta como majestuoso anfitrión, recibiendo a sus invitados nacionales e internacionales, prestando sus confines para expositores, turistas, participantes (en dinámicas y concursos gastronómicos) y protectores de nuestra cultura gastronómica.
Nuestra vasta y rica gastronomía nos aporta “el fruto de los dioses”, está en nosotros cuidarlo, cosecharlo y aprovecharlo, siempre agradecidos por lo que nos regala; orgullo brota de nuestras entrañas, dicha desborda por gran sentimiento que nos concede, alcemos la voz, pues delicioso es nuestro sabor con toques de algarabía en cada celebración.
Si desean conocer más sobre el cacao, no duden en escribirme en mis redes sociales, leo cada comentario y será un placer brindarles información sobre cualquier tema propuesto por ustedes; recuerden no irse sin sus buenos días, buenas tardes, buenas noches y buen provecho.