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El Gobierno de Donald Trump ha destituido a Timothy Haugh, director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE.UU. y al frente del Comando Cibernético. Este despido marca una importante reestructuración dentro de la comunidad de inteligencia estadounidense, que está viviendo cambios significativos bajo la administración de Trump en sus primeros meses.
La decisión de despedir a Haugh llegó tras varios despidos en el Consejo de Seguridad Nacional. Este movimiento coincidió con la intervención de la activista de extrema derecha Laura Loomer, quien instó a Trump a destituir a Haugh, acusándolo de ser desleal al mandatario. Loomer ha ganado visibilidad en los medios y en las políticas de Trump, influenciando las decisiones del presidente.
Las presiones externas, como las de Loomer, parecen estar marcando el rumbo de estos ajustes en la política de seguridad cibernética de Estados Unidos durante este nuevo mandato de Donald Trump.
¿Quién es Laura Loomer?
Laura Loomer, nacida en 1993 en Arizona, es una de las voces más controvertidas de la política conservadora estadounidense. A sus 31 años, se ha hecho conocida por sus posturas extremas y su defensa abierta de teorías conspirativas, lo que la ha llevado a convertirse en una figura influyente en el ala más radical de la derecha estadounidense.
Su salto a la fama política ocurrió en 2020, cuando se postuló para representar el distrito 21 de Florida en la Cámara de Representantes. Aunque su intento fue infructuoso, perdiendo ante la demócrata Lois Frankel, Loomer no desapareció de la escena política, sino que aumentó su visibilidad a través de su activismo en redes sociales.
A lo largo de los años, Loomer ha construido una imagen polémica, atacando abiertamente a grupos como los musulmanes, inmigrantes y el colectivo LGTBIQ+. Sus participaciones en actos de apoyo a Donald Trump, sobre todo tras el asalto al Capitolio, le han servido para ganar adeptos dentro de un sector conservador más radical, acercándose cada vez más a los círculos de poder del expresidente.
La relación de Laura Loomer con Donald Trump
Antes de acercarse a Trump, Laura Loomer estuvo involucrada en varios actos controvertidos. En 2019, participó en el asalto a la casa de Nancy Pelosi, donde montó una carpa en su jardín para protestar contra la inmigración. Días después, interrumpió la Marcha de las Mujeres en Washington, causando más polémica con sus insultos a los participantes.
A pesar de estas controversias, Loomer continuó su carrera política, buscando representar el 21º distrito de Florida. Tras su derrota, Trump le ofreció apoyo en redes sociales, aunque más tarde tuvo que retractarse debido a sus ideas extremas. Sin embargo, su relación no se rompió, e incluso llegaron a estrechar lazos con reuniones en Mar-a-Lago y consejos mutuos.
