La tarde del domingo 13 de abril, el sistema penitenciario de la Ciudad de México informó que Miguel N., vinculado a proceso y bajo investigación como feminicida serial, murió al estar interno en el Reclusorio Oriente. La causa de la muerte fue un posible paro cardiorrespiratorio.
La Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX informó que Miguel “N” se encontraba el domingo 13 de abril dentro de su celda cuando personal de custodios reportaron que el señalado de ser feminicida tuvo una caída que le provocó una severa lesión que lo hizo perder la vida.
Sin embargo, una parte de la investigación de las autoridades no descarta que Miguel, de profesión químico, pudo haber planeado su muerte con pastillas, ya que previo a fallecer, se comunicó con familiares de una de las mujeres a las que asesinó, de acuerdo con lo declarado por Erandali Trujillo, abogada de María José, la última de sus víctimas.
La litigante señaló que Miguel llamó a Fernanda, hermana de María José, a quien le dijo que «no se arrepentía de nada». Incluso, la abogada pidió medidas de protección para la joven sobreviviente, derivado de esa llamada que realizó el químico Miguel.
Miguel no se arrepintió de los feminicidios que cometió
De acuerdo con el relato de la abogada, el pasado jueves Miguel “N” logró comunicarse desde el Reclusorio Oriente con Fernanda, a pesar de las medidas de seguridad que debían proteger la información de las víctimas. En la llamada, según Trujillo, habría asegurado que no se arrepentía de sus crímenes, haciendo alusión al primer aniversario luctuoso de María José, asesinada el 16 de abril de 2024.
«Él le comenta de manera burlona que no se había arrepentido de nada, que él sabía lo que había hecho y que pues al final él sabía que venía el aniversario luctuoso de María José, entonces lo hizo pues prácticamente para burlarse de las víctimas», aseguró Trujillo, quien también señaló que otras víctimas indirectas fueron contactadas con intenciones similares.