Con la participación de más de dos millones de personas, la alcaldía Iztapalapa vivió este Viernes Santo su tradicional representación del viacrucis, una festividad religiosa que aspira a ser reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Las autoridades locales y organizadores destacaron el valor histórico, artístico y social de esta tradición, que lleva 182 años representándose en las calles de la demarcación, y que consideran vital para contrarrestar los estigmas de violencia que pesan sobre la zona.
“Queremos que el mundo vea que Iztapalapa no es solo lo que aparece en las noticias. También somos cultura, devoción y comunidad”, expresaron voceros de la organización. La candidatura ante la Unesco ya fue formalmente presentada.