Un juez federal en Estados Unidos frenó una de las políticas migratorias más controvertidas del gobierno de Donald Trump, al impedir la deportación de personas migrantes a terceros países sin que se les otorgue el derecho a ser escuchados.
El magistrado Brian Murphy advirtió que la administración ha intentado implementar estas expulsiones “sin previo aviso ni oportunidad de presentar reclamos basados en el miedo”, lo que calificó como una violación al debido proceso legal.
La decisión representa un duro revés para la política migratoria de Trump en un año clave electoral, donde la migración se ha convertido nuevamente en un tema central de su campaña.